Gran Salón

Pareció impresionarse cuando le mencioné que venía de Corea del Sur. Y me llamó original como con anterioridad, me reí con ganas. -¿Original?- pregunté –Se rumorea que los asiáticos somos todos iguales- bromeé y solté una risotada.
-Sí, me encantaría charlar contigo- dije con una sonrisa en el rostro. Hablamos sobre los mellizos, ella expuso su teoría sobre que eran diferentes en personalidad pero que en aspecto parecido, solté una risa y dije –No sé porque, pero me acaba de venir a la mente esa serie que daban por la televisión sobre esos gemelos de China, que uno era un alocado rebelde y el otro medio nerd- dije y reí divertido –No recuerdo el nombre de la serie- confesé y reí. Dijo que era tierno de mi parte todo lo que había dicho sobre mi hermanita. Reí halagado –Gracias- le respondí sonriente. Luego, comenzó su turno, por lo que hice silencio y comencé a escucharla con atención. Tenía un hermano llamado Jackson que no se encontraba en Hogwarts, por lo que había entendido. Ella tenía quince años y su mejor amiga era Charlie. Reí y dije –Genial, yo tengo diecisiete- conté –Aunque voy a sexto curso- le expliqué pero luego agregué –No es que haya repetido, eh- chistoso. Después, ella me contó que tenía dislexia. La miré compadecido, quería ayudarla pero no sabía que podía hacer por ella, lo pensé un rato, traté de encontrar alguna forma de ayudarla en lo que pudiera. Inmediatamente, me contó que era de Londres y que le gustaba hacer amigos, sonreí ante la última frase -¡Me gusta!- exclamé mientras abría los brazos –También me gusta hacer amigos, y creo que me encontré una nueva aquí- dije refiriéndome a ella y riendo.

Me respondió a mi comentario de que eran muy originales bromeando. Me dijo que se rumorea que todos los asiáticos eran iguales. Solté una gran carcajada y reí junto a él. - ¡Eres muy gracioso! - le dije todavía riéndome, - enserio, eres original - dije con una gran sonrisa. Dijo que le encantaría charlar conmigo, - a mi también - respondí amigablemente. Siwon dijo que se le había venido a la mente, esa serie China de dos hermanos totalmente diferentes. reí y dije - ¿si? - dije sin poder reconocer la serie, - no estoy segura de cual sea, perola teoría parece ser divertida -.
Cuando le conté sobre mi historia, me escuchó atentamente. Me pareció un gesto muy respetuoso de su parte, eso hacía entender que Siwon sería un amigo muy consejero. En la parte que dije que tenia quince años, el dijo que tenía diecisiete, - ¿ah si?, tienes un par de añitos más que yo, pero no importa - le dije con una sonrisa. Dijo que iba a sexto curso, pero que no había repetido. No capté esa parte de la historia, decidí preguntarle - ¿Cómo es eso? - mientras lo miré extrañada pero sin sacar la sonrisa de mi rostro.
Cuando le dije que me gustaba hacer amigos, me dijo que le gustaba y que a él también le gustaba hacer amigos, y luego agregó que se había encontrado a una, obviamente se refería a mí. Reí y respondí - ¡gracias Siwon! tu también eres mi nuevo amigo. Creo que nos vamos a entender muy bien, Siwon - le aseguré a mi nuevo amigo, y luego lo abracé. Miré la hora, ya era tarde. Tenía ganas de quedarme charlando con Siwon, pero tenía ganas de rondar por el castillo un rato y luego irme a acostar. Al otro día, hablaría con él si me lo encontraba. - Disculpa Siwon, debo irme. Espero hablar contigo mañana ¿si?, nos vemos - saludé con un beso en la mejilla, lo abracé y sonreí. Pasé la puerta del Gran Salón, y me fui de allí.

Se rió con ganas por mi broma. Sonreí halagado, sin duda, sentía todo como un halago. Alice era una gran chica, quería ser amigo de ella, parecía ser bastante divertida e interesante. Me llamó gracioso, reí por el adjetivo. Me volvió a llamar original. Ella no conocía a la serie de los gemelos chinos –Quizás no la pasen en la televisión de aquí- lancé una teoría –Yo la vi en Corea del Sur, en uno de los canales de allí, puede ser por eso- sugerí y reí.
En cuanto a la edad dijo que no importaba –No- dije de acuerdo con ella –Yo tengo amigos de pre-escolar así que no me importa mucho la edad- conté con una sonrisa –Son adorables aunque a algunos no se le entiende lo que dicen- bromeé y solté una carcajada. –Es que, ayudo a una anciana adorable a cuidar a unos pequeños en el jardín de niños- le expliqué y sonreí recordándolos –Es imposible no amar a esos nenes- murmuré sonriente. En cuanto a lo de que no había repetido me preguntó como era eso –Mira, ‘supuestamente’ los alumnos de sexto tendrían que tener dieciséis años, pero por una cuestión que ni yo entiendo, hay gente que tiene en sexto la edad que tiene que tener en último- expliqué chistoso. La verdad era que ni yo entendía eso.
Me agradeció y me dijo que ella también se había encontrado un nuevo amigo, la miré sonriente. Dijo que pensaba que nos entenderíamos bien -¡Yo también lo creo!- contesté aún con la sonrisa en mi rostro. Me dio un abrazo que le devolví, había descubierto que Alice era una chica cariñosa. Me encantaba eso ya que yo también lo era. Se despidió de mí -¡Adiós Alice, cuídate!- la saludé también con un beso en la mejilla –Duerme bien- le grité mientras se iba. Alice era genial, una gran amiga, me alegraba de haberla conocido y esperaba que llegáramos a ser buenos amigos. Yo también me fui con una sonrisa en el rostro. Adoraba hacer amigos nuevos.

Y allí estaba yo, en el Gran Salón con una pila de deberes por hacer y con Jane a mi lado, ayudándome. Estaba agradecido por ello, ya que no tenía porqué ayudarme y aún así lo estaba haciendo.
-Gracias por ayudarme- volví a decir, sonriéndole a mi amiga. –Te estoy agradecido- dije divertido haciendo una abalanza. Comencé a reírme –Los vampiros son buenos ayudando a los magos en las tareas- bromeé. Inmediatamente, volví a concentrarme en la tarea.
Mientras escribía una de las definiciones, la pluma se trabó. La sacudí con fuerza y terminé empapando todo de tinta negra. Reprimí una carcajada al ver el rostro de Jane repleto de motas de tinta. Empecé a reírme con ganas –Disculpa Jane- dije encogiéndome ante el temor de recibir una bofetada. –Yo te ayudo- dije mientras rebuscaba entre mis cosas para encontrar algo con que limpiarle la tinta del rostro. –Suerte que los vampiros no son alérgicos a la tinta- bromeé justo antes de encontrar un pañuelo de papel, con el cual intenté arreglar el problema pero en fin esparciendo la tinta por su rostro. Ahora parecía que tenía un bigote. Me reí muchísimo al ver su cara, su expresión. –Disculpa- le pedí aún descostillándome de la risa.

Se rió mucho con lo de que era un vampiro, dijo algo como que su piel pálida no ayudaba a que me olvidase de su identidad vampírica, negué con la cabeza mientras me reía –No podrás contra mi memoria- bromeé –Siempre recordaré tu identidad, Mary Jane Whilmore- dije chistoso.
Pareció enojarse cuando la llené de tinta, me trató algo mal pero no pude evitar reírme. Igual noté que dejó de estar enojada cuando empezó a reírse por mi pobre intento de arreglar las cosas. Ella se limpió con magia mostrando cierta superioridad –Claro- dije haciéndome la bruja fina y educada –Yo uso magia y soy vampiro- bromeé imitándola. Dijo que era mucho más fácil usar la magia, hice un gesto como que no me importaba y solté una carcajada. Me preguntó si tenía más deberes –No, ninguno más- respondí sonriente –Y veo que tu hiciste los tuyos- comenté –Señorita responsabilidad- me burlé divertido.
En eso entró Fabian, muriendo de ansiedad para que lo escucháramos. Nos dijo que tenía que contarnos algo, dijo algo de un fantasma y Madelaine. Golpeó la mesa lo que me hizo abrir los ojos enormes y soltar una carcajada. –Cálmate amigo- dije mientras me paraba y le hacía un gesto como para que bajase los decibeles. –Cuéntanos que somos todo oídos- dije.

Me dijo que me riera pero que los deberes siguientes los haría solo. Solté una carcajada –Me callo, me callo- murmuré divertido. Luego, continuó burlándose de mí, diciendo que la señorita responsabilidad no tenía exámenes que rendir a fin de curso. Bufé divertido –Por lo menos yo… tengo una señorita- levanté las cejas divertido. Inmediatamente, me cayó de golpe que no le había contado a ella de Nicky. La miré sorprendido –Cierto que no te conté- suelto una carcajada –Salgo con Nicole Parker- le conté y sonreí divertido. –Claro que hace días que no la veo- hago una mueca –Pero es sólo mía- una sonrisa pervertida apareció en mi rostro al decirlo. Extrañaba a mi niña.
Fabian nos contó que habló con un fantasma que se llamaba Madeleine. Nos contó que era tímida y que no sabía por qué murió. Claro que quería averiguarlo y nosotros íbamos a ser sus cómplices. Me reí con ganas –Cuenta conmigo Fab, contigo siempre- resumí con una sonrisa –Y cuéntame… ¿Cuándo conociste a la fantasma esa?- pregunté –No me digas que te gusta- bromeé.

Mary Jane parecía apuntarse para ‘la aventura’ de Madeleine. Solté una carcajada al ver como se ponía a causa de mi comentario. Ella se puso a negar el enamoramiento de Fab sin siquiera saber que sentía el chico. Inmediatamente, supe que negaba por celos. Era tan obvio. Le eché una mirada divertido a Fab, como para darle a entender que preste atención en como había reaccionado la muchacha. Fue divertido, sus celos salieron a flote. Pensé, en ese momento, que seguro Fab tenía unas gran posibilidades de salir con ella, pues parecía enamorada de él. Jane dio la patética excusa de que era un fantasma. Me reí con ganas -¿Y eso qué?- pregunté –Es un fantasma hembra- bromeé –Es una chica como cualquiera- agregué –Sólo que es… traspasable- solté una carcajada –Fab, creo que no tendrás mucha diversión con ella- bromeé refiriéndome a que no podía ni tocarla.
Fab nos contó que recién la había conocido, nos dijo que creía que estaba enojada con él por la abrupta pregunta sobre su muerte. Hice un gesto, no dándole importancia a su enfado. –Ya la animaremos nosotros- comenté chistoso –Yo diría que hay que sobornarla- los miré a los dos, expectante y divertido. Quería ver como reaccionaban ante el comentario.

Jane propuso algo así como rebuscar en millones de periódicos viejos. Me pareció algo extraña la idea, ya que nadie publicaría sobre el asesinato de una persona la cual no es famosa ni nada por el estilo. Si se muriera el campesino de a seis kilómetros de distancia, no lo publicarían en el diario ¿O sí?. Después sugirió que le preguntáramos a algún profesor, solté un bufido –Como si ayudaran mucho- dije descortésmente. Inmediatamente, le preguntó a Fab si sabía hacia cuanto había muerto esa Madeleine. Fabie dijo que no sabía y luego sugirió el plan más raro y chistoso del mundo. Me dejó con la boca abierta y sólo pude repetir -¿Qué yo qué?- divertido. Él sugirió que conquistara a la fantasmita y que le sacara la información de a poco. Solté una carcajada, él parecía tan serio mientras lo decía. Me causó risa, esos planes locos que ideaba Fab. Todos despreciaron mi idea de soborno, se creían muy inteligentes esos tíos, mis mejores amigos, muy sabiondos. Bueno, Fab no tanto pero Jane era un cerebro con patas. Empecé a reírme por ese pensamiento, agradecía que nadie pudiera leer mis pensamientos. –Veamos- dije haciéndome el pensativo –Yo diría que deberíamos amenazarla- bromeé –No, olviden eso- continué –Deberíamos intentar amigarnos y así nos lo soltaría rápido ¿No creen?- pregunté. –No hay muchas formas de sonsacarle la información- dije frustado. [b]