Apartamento Parker

Se sorprendió mucho cuando le confesé que había empezado a salir con un muchacho. Me preguntó con quién. No importaba realmente ya que no lo conocía. - Se llama Bruce Miller. - le contesté. - No lo conoces. - aclaré, para que no trate de hacer memoria. Me sorprendía, pero sentía un poco de vergüenza hablar de estas cosas con mi propia hermana gemela. Ella no había tenido problema en contarme lo de Sabino. Me pregunté si algún día iba a invitarlo a casa. La vi algo pensativa. últimamente todos pensaban mucho. Incluida yo. Mi cerebro iba a cien kilómetros por hora. Ya extrañaba a Bruce un poco, necesitaba su presencia. Me pregunté si volveríamos a vernos esta semana, ya que él ya se iba. Me tenía que comprar un teléfono muggle para poder hablar con él cuando esté en Estados Unidos. - Si, conoció mi peor lado. Exageré un poco, es que encima no ayudó en nada que tratara de arreglar las cosas, ya que lo único que hacía era empeorarlas. Aunque ya sabes, hice un hechizo y la mancha salió muy fácilmente. Esto de usar magia fuera de Hogwarts me gusta. - expliqué, y sonreí. Sentía como si estuviera en vacaciones, y que mis días en el colegio todavía no habían terminado. De verdad extrañaba ese castillo. Nicky se la había hecho muy bien en ir a trabajar de profesora allí. Además podía ver a Sabino, aunque de seguro estaba prohibido besarse y esas cosas en público. Me hizo unas preguntas sobre él; su nombre nuevamente, su edad, y.... su estatus de sangre. Ahí se complicaba. Sabía que Nicky no era una de esas personas que odiara a los muggles, pero si llegaba a pasar algo serio con este chico, estaría arruinando el árbol genealógico puro. Obviamente a mí no me importaba mucho, pero tal vez a mis padres sí. No lo sabía. - Emmm, tiene 20 o 21, no recuerdo. Y no me mates. Es un muggle. - mascullé. - Nos conocimos en Chinatown, como te dije. Le di mi dirección porque me pidió el teléfono, ya sabes, muggle, y como no tenía le dije que me enviara una carta. Eso hizo y lo invité a merendar para disculparme por mi mala actitud y...- dejé la frase flotando en el aire.

Me respondió diciendo que se llamaba Bruce Miller - Miller... americano - pensé con una sonrisa. - Bonito nombre - agregué. Me explicó que la vio enfadada y que al derramarle su café en la remera de Hannah, no la ayudó en nada, y entonces la primera impresión que tuve sobre Bruce fue mala. - ¿No ayudó? - pregunté frunciendo el ceño y algo enfadada - Bueno, eso no es digno de un hombre - le dije con ego. Esbocé una sonrisa cuando me dijo que le gustaba usar la magia fuera del castillo. La verdad yo estaba muy feliz por haber comenzado a trabajar en Hogwarts, no sabía como hacía Hannah para no extrañar a la escuela, yo la amaba y era lo mejor del mundo, una de las cosas más maravillosas que me pasó en la vida fue haber recibido la carta y haber asistido al castillo. Seguíamos hablando de su enamorado, dijo que tenía al rededor de 20 años. Asentí con la cabeza. Luego agregó algo que me hizo poner los ojos como platos. Dijo que era muggle. No me enfadaba a mí ya que el amor es el amor, uno no elige de quien enamorarse y si Hannah quería estar con alguien muggle estaría bien, pero pensaba en como lo tomarían nuestros padres. - ¡¿Muggle?! - pregunté exaltada - ¡Hannah! ¡¿cómo lo tomarán mamá y papá!? - pregunté preocupada. Qué lío dije en mi cabeza. Me quedé pensativa, era un problema importante, y podía notar en la marida cuando me contaba todo sobre él que a ella le gustaba, y me parecía genial, ya que ella no eligiria a un idiota, pero me daba pena porque sabía que a nuestros padres no les iba a gustar para nada la idea de Hannah y un muggle. Yo, igualmente, la apoyaría. Conociéndola sabía que no iba a hacerle caso a ellos, ya que a Hannah no le gustaba que le controlen la vida, y estaba totalmente de acuerdo con ella. Recordé que ni mi madre ni mi padre conocían a Sabino... ya le iba a decir que viniera a comer a casa. Me explicó que él le mandó una carta ya que Hannah no tenía un celular, y me pareció muy tierno. Hice una cara expresando ternura. Después ella dijo que lo invitó a merendar al departamento, pero no terminó la frase. -¿Y? - le pregunté intrigada, y tenía una idea de qué era lo que había pasado pero no quería decirlo hasta que ella me lo contara ya que era algo obscena mi idea.

- Sí, es estadounidense. - corroboré, ya que "americano" podía significar también de América del sur, aunque en general se los llamaba así a los de Estados Unidos. Reí porque Nicky había entendido mal. No quería que creyera que Bruce era un maleducado, porque no lo era. - Nonono. Si me ayudó, pero lo que quiero decir es que el que ayude me puso más nerviosa, porque fue inútil. - expliqué bien. Nicky siempre estaba volando en las nubes. Hizo un gesto altanero que me provocó una carcajada. Estaba algo nerviosa por ver su expresión cuando le cuente que el chico con el que estaba saliendo no sabía la parte más importante de mi historia. Sabía que Nicky no era de esas personas que se volvían locas por la pureza, y que no le agradaba la gente "sangre sucia" o muggle. Seguramente no tendría ningún problema, aunque era algo extraño. Cuando la vi sorprenderse, me alarmé un poco. ¿Le molestaría? ¿Me pediría que lo deje? esas preguntas rondaron por mi cabeza por unos segundos, hasta que pude aclararme y recordar que mi hermana no era así. Tal vez a Margaret si le molestaría, pero eso no me importaba realmente. Lo principal eran mis padres y Nicky. Y ella estaba igual de preocupada que yo. - ¡No lo sé! No sé cómo ni cuándo voy a contártelo. No quería decírtelo a ti hasta que fuéramos novios o algo así, pero justo llegaste cuando volví de mi cita. - compartí mis inquietudes con ella. Puse expresión pensativa, frunciendo los labios a un lado, y continué - Tal vez no tengan que enterarse que es muggle, no por ahora. Y si tengo suerte, nunca. No lo tienen que ver mucho, y no creo que quiera que haga magia en frente de ellos. Así que solamente miento diciendo que es sangre pura o mestiza, y no habrá problema. Espero... - aventuré, aunque luego recordé un inconveniente peor; él. - Y, si las cosas se ponen serias, no sé si podría contárselo a él. Eso me preocupa más. Creerá que estoy demente. Aunque, quién sabe, tal vez nos quedamos en la primera cita y listo. - titubeé un poco. No quería que eso pasara. Me gustaría poder llegar a ser algo más serio que solo una cita. Me puse algo nerviosa al ver que Nicky quería la continuación de la historia. - Y... ya sabes... no creas que soy de esas que se le tiran a cualquiera, pero se dio la situación y no podía frenarlo. Lo hicimos. - contraje la cara esperando el reto de Nicky, o al menos una opinión.

Había acertado con el origen del muchacho. Yo había entendido mal, él sí la ayudó cuando le derramó su café en la remera, pero lo que lograba era frustrarla más a Hannah. El chico me dio pena, ya que tal vez quería arreglar las cosas y ella lo único que hacía era empeorarlo pero no sabía en realidad porque no había estado en aquel momento. Acerca del tema de que Bruce era muggle, Hannah estaba en un grave problema. Ella planeaba ocultarle a nuestros padres que su novio era muggle, con lo cual ahí sí no estaba de acuerdo con ella. No podía mentirles, ellos debían saberlo. - No, hannah - pausé y acomodé un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja derecha - No puedes ocultarles semejante cosa. Si te peleas, bueno, pero ellos deben saberlo - no me parecía bien su idea, y si yo fuera ella se los diría por más de que se enojaran conmigo, no podría mentirles con algo tan importante, y si ellos se enfadan pues les plantearía que lo amo, pero les diría toda la verdad. Le dije a Hannah que hiciera eso. Se la vio pesimista por un momento diciendo que tal vez todo resultaba mal y podría no verse más con él. - Por como me lo cuentas... todo sale de maravilla - le dije y sonreí, ya que me ponía feliz por ella. Me impresionó muchísimo lo que me contó después. Cuando el chico vino a merendar a nuestro departamento, lo hicieron. Me sorprendió mucho pero no me enfadó ni nada - ¡Te lo tenías guardado! - exclamé boquiabierta - Me cuentas todo, cómo fue que pasó, ¡Hannah, por todos los santos lazos del diablo! - expresé una frase inventada por mi que tenía que ver con la herbología, bastante tonta pero original. No lo podía creer, ya quería que Hannah me contara todo.

A Nicky no le agradó la idea de mentirle a nuestros papas, y me explicó cómo debía hacer. En realidad, yo tampoco quería mentirles, ya que me daría un poco de culpa, pero para mí era mejor eso que tener que aguantar una perorata de mis padres diciéndome que los muggles no son buenos, que son estúpidos y que arruinaría el linaje de los Parker. No planeaba hacerles caso, me dijeran lo que me dijeran, pero preferiría omitirlo. - Es que otra cosa que me asusta es lo que ellos pueden llegar a decir en frente de él. Me refiero a que, ya sabes lo que hicieron con Margaret, la excluyeron de la familia por el simple hecho de ser Slytherin, imagínate lo que me dirán por ser una traidora a la sangre.  Pero bueno, supongo que tendré que contárselos en algún momento si las cosas siguen. Además, el primer paso es contárselo a él. - le expliqué. Me despejé un poco la mente, saqué ese tema de mi cabeza, ya que faltaba un tiempo hasta que lo llevara a conocer a mis padres. Habíamos salido solo una vez.  Nicky comentó que en su opinión la relación iba a prosperar, pero yo no estaba segura. - Sí, congeniamos bastante, pero... él, como es de Estados Unidos, tiene que regresar a su continente en una semana, y quén sabe si nos volveremos a ver. Tenía planeado mudarse a Londres, pero no sé... - llevé los labios a un lado en plan de desconcierto. Por suerte, Nicky no se enojó ni nada por lo que le conté sobre yo y Bruce. Es más, me preguntó la historia. Reí por su entusiasmo, y por la frase que armó refiriéndose a la asignatura que impartía. - Ya sabes... estábamos sentados, conversando, hasta que yo fui al baño y él se levantó para curiosear. Cuándo salí, quedamos muy pegados, nuestras narices casi se rozaban, y bueno... me besó. Y así seguimos hasta que... pasó. Fue muy vergonzoso, porque al otro día, creí que se había ido, así que me bañé y fui a la cocina en toalla, toda mojada y con el pelo pegado a mi cara, y ¡estaba allí! me resbalé y me golpeé la cabeza. Patético. -

Se la veía bastante asustada por el tema de que Bruce fuera muggle y por como lo tomarían nuestros padres. Yo, en su lugar, estaría igual. Era muy angustiante, pero yo sabía que podía hablar con mis padres y explicarles lo mucho que Hannah quiere a este muchacho a pesar de las diferencias. - No van a hacerte eso, Hannah. Tú eres distinta a Margaret, lo de Maggie es un caso completamente diferente - pausé recordando todo lo que pasó con ella - pero tú sabes que yo puedo hablar con ellos igualmente y decirles lo mucho que lo quieres a Bruce, si se quedan sin sus tres hijas entonces saben que están haciendo algo mal - le di mi apoyo. Hannah tenía toda la razón en esto, no me parecía nada de malo que una bruja esté con un muggle o viceversa. Me explicaba que él tenía que volver a Estados Unidos en una semana lo que me entristeció un poco por ella, pero luego todo mejoró cuando dijo que él quería venir a vivir a Londres. - Bueno, sé optimista. Y que tierno de su parte que se venga a vivir aquí. De seguro lo hace - le dije dándole un golpecito en su hombro como mostrando esperanzas. Luego, me contó lo más interesante de todo, como había sido que lo hicieron. Me pareció bastante tierno y alocado, pero era genial. Solté una carcajada cuando me contó lo último, que se había caído. - Hannah, ¡que tonta! - le dije entre risas. Se había resbalado al verlo allí en la cocina - no puedo creerlo - dije terminando de reír. Se ve que ella estaba en su mejor momento y me encantaba verla así.

- No sé Nicky. Mamá y papá pueden ser un poco insensibles a veces. Y no creo que se preocupen mucho por los sentimientos de Bruce. - no lo quería decir para no sonar tan mala, pero tenía miedo que Bruce diga alguna estupidez en frente de ellos y que eso empeore las cosas. Bruce no era estúpido, era inteligente, pero tal vez no comprendía todo el tema de la magia bien, e hiciera una broma a mis padres, o algo así. Deseé que no pasara. Todavía falta mucho para eso Hannah, debes dejar de preocuparte por adelantado, me sermoneé a mi misma. Nicky dijo algo que me hizo pensar, y no podía estar más de acuerdo con ella. - Sí, tienes razón. En algún momento les diré. - afirmé, para que se quedara tranquila. - Sí, espero que se mude. Eso facilitaría un poco las cosas. Así no tendríamos que estar yendo y viniendo para vernos. - sonreí esperanzada. Se rió mucho cuando le dije lo del incidente de la cocina. - Sí, estaba algo dormida, y cuando no lo ví y tampoco a su ropa, di por hecho que se había ido. Qué vergüenza que sentí, no te imaginas. Además me estaba congelando. - agregué. Bostecé, y recordé el sueño que sentía en ese momento. Era más de media noche cuando me fijé en el reloj una media hora antes. - Nicky, tendríamos que ir a dormir. Me alegra que hayas venido. - la abracé y me dirigí a mi cuarto, a dormir. Ya en la cama, con el pijama puesto y calentita, no podía parar de pensar en Bruce.

- Yo los podría poner en su lugar, si ellos se pasan de la raya... podemos regañarlos nosotras también. Deberías decirle a Bruce como son nuestros padres, para que no se sienta demasiado mal si llega a pasar algo así - le dije con una sonrisa torcida expresando un poco de tristeza. - Esperemos que lo haga, cuando lo veas esta última semana, dile que no sabes si lo suyo sería fácil porque viven lejos y ahí él te dirá lo que va a hacer o no. - le aconsejé, si en verdad la quería de seguro haría lo posible para poder verla. Una vez riendo de lo que le había pasado, agregó que al no ver su ropa ni a él creyó que se había ido - Te imagino a ti con un susto tremendo cayendo al suelo y me descostillo - dije entre risas, pobre Hannah pero no podía parar de reírme, si me pasaba a mí me moriría. Noté como bostezaba, se ve que la cita la había cansado un poco. Propuso que nos fuéramos a la cama y acordé con ella, me abrazó diciéndome que le dio alegría que haya venido, por lo que le devolví el abrazo y sonreí. Observé como se iba a la cama, terminé mi botella de agua y me fui yo también a dormir.