Escaleras Movedizas

- En realidad, uno de mis hobbies es ahuyentar los pensamientos feos de la gente- bromeé y solté una carcajada, su comentario me había hecho gracia - Así que, encantada de ayudar - esbocé una sonrisa radiante. Lo miré a los ojos y descubrí que además de tener una apariencia perfecta, sus ojos eran de un hermoso color azul y entendí que probablemente medio colegio andaba atrás de él - El placer es todo mío - repliqué al tiempo que le estrechaba la mano - Bueno, y como no te había visto nunca por aquí, algo realmente extraño dado tu aspecto excelente - sonreí de costado, divertida - ¿por qué no me dices de que casa eres y a qué curso vas? Ya sabes, las típicas preguntas para conocer más al otro. También puedes añadir algún dato adicional, me encanta saber cosas de las personas que me rodean - confesé contenta - Oh, casi lo olvidaba, yo soy de Hufflepuff, puedes comprobarlo por mi uniforme, y voy a 5° curso. Vivo en un pueblito costero encantador que se llena de turistas en los veranos - reí.

- Claro, como si yo fuera a ganar el premio ese muggle de la más bella del mundo, que tiene un nombre pero no puedo recordarlo - bromeé por su comentario de que yo era más linda que él, pero claro, solo porque no se miraba al espejo. De todas formas no era que yo me derritiera por él, pero me caía bien y creía que podíamos ser amigos. Finalmente luego de esforzarme varios minutos para que el nombre apareciera en mi mente, lo recordé - ¡Miss Universo! ¡Así se llama! - exclamé victoriosa - Mmmm... Leer no es mi pasatiempo favorito, pero tampoco me disgusta - dije riendo - Aunque me alegra de que me dejes conocerte bien - compuse una sonrisa medio torcida y le señalé la túnica - Bueno, si eres de Hufflepuff deberías avisarle a tu uniforme... - reí - Entonces, ¿Ravenclaw de 6° curso? - repetí - ¡Me llevas un año! ¡Esto es injusto! ¡Todos mis conocidos son mayores que yo excepto Alice! - me enfurruñé como una niña, pese a que en realidad no me molestaba tanto - No es que me sienta pequeña, ó bueno, quizá un poco, pero ese no es el problema ya que no me molesta. El problema es que todos egresarán antes que yo, y por lo tanto, me quedaré sola con mi mejor amiga y nadie más - expliqué a Paul antes de que pensara que yo estaba loca - La adoro y todo, pero está bueno tener más gente con quien hablar, ya sabes, por si ella no puede - sonreí nuevamente, recuperando mi alegría, y de inmediato una idea iluminó mi cabeza - ¡Pero qué tonta! Podría hacer más amigos y mandarme cartas con los que estén fuera. Me parece la mejor solución, ¿qué dices? - pregunté distraídamente sin siquiera pararme a reflexionar si habría entendido él la situación ó no, pues había hablado muy rápido - Y dime, ¿qué hacías antes de que te interrumpiera?

Sacudí la cabeza fingiendo decepción cuando dijo que lo había dejado embobado. ¿Desde cuándo yo era tan guapa que uno de los chicos más deseados del colegio (o al menos eso suponía yo) se quedaba fascinado conmigo? Nunca, yo no era así y me había acostumbrado a ello. Es más, estaba feliz de que así fuera, porque no me gustó nunca resaltar ni ser el centro de atención. Sonreí cuando me animó a escribirle a los que hubieran egresado del colegio y me puse aún más alegre cuando comenzamos a hablar de Quidditch - ¡Claro que sí! Juego como cazadora. Me encanta volar, y por supuesto que estoy en el equipo de mi casa, ¿y tú? - quise saber, siempre sonriente. Recordé con nostalgia al caballo que tenía en casa, que con mucho esfuerzo mis padres me habían comprado y respondí a la segunda pregunta que Paul me había hecho - Podría decirse que hago equitación, no sé si lo consideras deporte o no. ¿Fútbol americano? ¡Wow! Ese sí que es un deporte complicado - dije, asombrada.

Genial, ella también practicaba Quidditch y era cazadora al igual que yo. Las cosas mejoraban. Me contó que ella hacía equitación y que no sabía exactamente si era considerado un deporte- Si, lo considero un deporte, pero además es lo que es.-Puse la sonrisa más tentadora y pícara que pude. Al enterarse de que hacía Fútbol Americano se sorprendió y me hizo reír.- Cuéntame más de tí, por más de que no lo creas, eres muy interesante- Le guiñé un ojo, a la expectativa de la manera en la que reaccionaría y saber si podía llegar en un futuro algo entre nosotros o solo amigos; esperaba que fuese la primera opción, pero me conformaría con la segunda, no la iba a presionar a algo que ella no quisiese.- Cuéntame un poco sobre ese pueblito costero en el que vives,¿Cómo son los habitantes del lugar? - Pregunté con curiosidad sin saber si me lo respondería honestamente, solo me quedaba la esperanza.

- ¡Qué bien! Es el único deporte que practico además del Quidditch, no es que sea demasiado buena en el resto. Tampoco me interesa demasiado serlo - reí. Me pidió que contara más sobre mí y antes de que pudiera contestarle, preguntó por mi pueblo y sus habitantes - Bueno, mis vecinos son buena gente, siempre están ahí para prestarte lo que necesites. Ya sabes, si te falta manteca para la cena porque te has olvidado de comprarla y esas cosas - expliqué - Oh, por cierto, vivo en Bournemouth. Es pequeño pero los turistas van a menudo, por eso mis padres tienen un restaurante. Yo los ayudo en el verano - le dije con nostalgia. Me encantaba mi hogar - Y bueno, como quieres saber la historia familiar... te contaré un poquito - sonreí ampliamente y solté una carcajada - En realidad, yo nací en Londres, pero mis padres biológicos no querían hijos y me dieron en adopción. Obviamente, no los recuerdo, pero tampoco me importa. Mis padres adoptivos pasaban por la ciudad justo por esos días y habían ido a donar un poco de ropa al orfanato donde estaba yo. Me vieron y según mama se "enamoraron al instante de mí" - dije divertida mientras dibujaba las comillas con los dedos - Y bueno, me llevaron con ellos y viví allí desde entonces. De pequeña me la pasaba caminando por una playa alejada de las más concurridas de la ciudad. Jugaba sola, pero tenía prohibido meterme al mar - sonreí. - ¿Y tú? ¿Qué puedes contarme de tu vida? ¿Qué es lo que más te gusta hacer? - pregunté mientras metía los libros y pergaminos de apuntes en el bolso ya que el brazo con que los sostenía estaba comenzando a dormirse.

Comenzó a contarme su historia de vida, por lo que me senté en las escaleras para descansar un poco las piernas y poder prestar más atención, me contó sobre sus vecinos, la ciudad y sobre su vida, era muy interesante, más de lo que yo esperaba. Fue adoptada en Londres y luego vivió en Bournemouth, un pueblo del cual nunca había escuchado que yo me acordase, me terminó de contar su vida en un pequeño resumen, por lo que me quede con ganas de escuchar más, pero no dije nada y me dedique a responder a las preguntas que me había dicho y a contarle mi aburrida vida.- Bueno, me gustan mucho las actividades al aire libre, hacer Fútbol americano y Quidditch como ya eh mencionado- reí- Pasar tiempo con amigos y amigas, se podría decir que un poco de todo, y sobre mi vida, no olvides que tú querías saber-solté una carcajada- Mi madre había llegado de un viaje de trabajo, no tuvo tiempo de salir del aeropuerto que se dio cuenta de que me iba a tener, por lo que fue a la clínica más cercana, que por cierto era muy pequeña y casi no tenía lo necesario para una operación.-Sonreí pensando un poco- Después me mude a Nueva York ya que mis padres se separaron y por cosas que depara la vida se volvieron a casar por lo que volví a Boston, no te rías por lo que voy a contar ahora.- Le advertí haciéndome el serio.- En el colegio, cuando empece a experimentar la mágia me creía Súperman-Comencé a reír ante la estupidez que había dicho- Pero bueno, idioteces de chicos, y después vine a Hogwarts y Aquí estoy, hablando contigo. ¿Tu tienes algo embarazoso para conta?

Asentí cuando mencionó nuevamente sus deportes favoritos y sonreí. Escuché atentamente la historia de su vida. Su nacimiento había sido muy peculiar.
- Lamento oír eso - dije con compasión por la separación de sus padres, pero después me alegré porque habían vuelto a juntarse. Rompí a reír porque se había creído Superman. No podía creerlo, jamás había conocido a alguien que hubiera pensado algo parecido - ¿Es lindo Nueva York? Nunca he visitado más que Londres, Hogsmeade y Bournemouth. Además de Hogwarts, claro - comenté. Me quedé pensativa, intentando recordar algo embarazoso que me hubiera pasado - Bueno, en realidad nada como a ti. Pero una vez fuimos a una cena que habían organizado unos vecinos, y yo era muy chiquita, tendría unos cinco años. Allí había una mujer embarazada, y su esposo era muy gordo. Entonces, yo le pregunté a mi madre si el hombre también estaba esperando un bebé, y me oyeron. Por suerte para mí se rieron - le conté entre risas. Ahora que habían pasado tantos años, la situación me daba gracia - Que yo recuerde nada más - Estuve unos segundos en silencios hasta que me picó nuevamente la curiosidad - ¿Y qué es lo que más te gusta hacer en tu tiempo libre?

- ¡Wow! Nada que ver con Bournemouth, según tus descripciones. Deberías ir algún día, es muy bonito aunque no haya edificios altísimos y miles de personas abarrotando las calles - dije con una sonrisa radiante. Paul me caía muy bien, pero claro, la mayor parte de la gente con la que hablaba lo hacía. No era nada del otro mundo, aunque tampoco dejaba de ser positivo - ¡No, al aire libre no! En tu tiempo libre - le corregí, pronunciando lentamente las últimas tres palabras para que entendiera bien, y reí - Es decir, claro que eso incluye las actividades al aire libre, pero no te pregunté específicamente por ellas. Y con respecto a recostarse en el piso, a mí me gusta observar las estrellas de noche, y por supuesto que es mejor acompañada - sonreí. Seguí su ofrecimiento y tomé asiento a su lado, pero como indio porque las escaleras se movían y no quería que mis pies quedaran colgando en el aire de repente - No, no tengo novio. De todas formas no es que me moleste demasiado, me importa muchísimo más tener amigos. Supongo que tendré que preocuparme más cuando salga del colegio, pero por ahora me da igual. Mi madre me dice que eso es porque nunca me he enamorado, no lo sé. ¿Y tú? Supongo que sí, no puedo imaginarte soltero - respondí con franqueza y como no, sonriendo.

-Me encantaría ir a Bournemouth, por lo que tu dices, es hermoso, así que cuando convenza a mis padres me daré tomaré unas cortas vacaciones e iré a recorrer Bournemouth. Pero si no es como dices, estarás en graves problemas- Dije riéndome y chocando mi puño suavemente en su hombro.
-Oh, disculpa, te entendí cualquiera- Me disculpe- Es que estoy pensando muchas cosas a la vez- Volví a sonreír.- Bueno, en mi Tiempo Libre, me dedico a pensar, tomar aire fresco en las orillas del Río Charles y jugar Fútbol americano con mis amigos, eso en Boston, y aquí, la verdad es que voy de un lado a otro sin pensar mucho que hago, vengo y me quedo en alguna escalera poco concurrida, salgo y me recuesto en la hierba, hablo con algún conocido o simplemente me quedo en mi sala común recostado en alguno de los sillones. No soy gran cosa- Comencé a reírme y no sabía porque.- Bueno, y tú chica misteriosa- comente lo último en broma- ¿Que haces en tu tiempo libre?- La escuche atentamente para luego preguntarle si tenía novio y contestarme en negativo, osea, no tenía novio.- Bueno, creo que estas imaginando mal, porque tengo seis novias, no se como hasta el momento no se han dado cuenta de lo que estoy haciendo, pero mejor para mí, sino tendré que ganarme unos cuantos sopapos- La miré esperando su reacción- Era una broma.- Rompí a reír.- No, no tengo novia. -Me las arregle para decir- Y por el momento estoy igual que tú, solo tengo amigos.- Contesté honestamente, sabía que coqueteaba con muchas chicas, pero novias ninguna.

- Sí, te lo recomiendo. Aunque no puedes esperar que yo sea del todo imparcial, después de todo es mi hogar y lo adoro. Sería genial que vinieras, porque además yo podría mostrarte los mejores lugares. Las playas a veces están abarrotadas, pero hay unas en las afueras de la ciudad que son más hermosas y los muggles ni se pasan por allí - dije con una sonrisa. Esperaba de verdad que viniera, así tendría algún amigo con quien pasar el rato en las vacaciones. Pero claro, tendría que andar solo mientras yo trabajaba - Yo podría estar contigo y mostrarte los distintos lugares, pero no estaré disponible todo el tiempo porque trabajo. Lo siento - me disculpé.
Escuché lo que le gustaba hacer y entrecerré los ojos al sacar una conclusión - Es decir que, ¿no te gusta estar rodeado de gente? - pregunté incrédula, era algo que mi mente no podía entender. Yo siempre era más feliz cuando podía charlar con alguien, ya fuera conocido o desconocido - Bueno, me gusta caminar por las calles de mi pueblo, o aquí en Hogwarts por los jardines. También me gusta entrenar para el Quidditch y charlar con mis amigos, además de conocer gente, por supuesto - sonreí.
Lo miré asombrada cuando me contó de sus seis novias. Suspiré aliviada al ver que era una broma y me eché a reír - Sí, hemos tenido mala suerte. En Hogwarts están formándose un montón de parejitas. ¡Cupido se puso manos a la obra para San Valentín! - bromeé y miré justo a una chica y un chico abrazados que subían una escalera paralela la nuestra - Bueno, tampoco me interesa demasiado. Estoy bien como estoy - sonreí.

- Si, lo entiendo, también tienes que hacer tu vida. No quiero ser una carga- Reí para que tomara en broma lo que había dicho.- Si, me encanta estar con mis amigos, pero hay veces que uno tiene que estar solo para pensar.- Me contó lo que el gustaba hacer en su tiempo libre y después salió con que cupido estaba esforzándose por su trabajo ya que había muchas parejas esté año. Me reí- Si, tienes razón, esté año se puso las pilas- volví a reir si, a mi me flecho pero no a ella Pensé.
-Bueno, creo que me voy a tener que ir, le tengo que mandar una carta a mis padres que no puedo ir a visitarlos- Le dí un beso en su mejilla y me levante- Un gustó haberte conocido Charlotte, nos vemos.- Le dije y bajé las escaleras y subí por la de enfrenté

- No es eso - Negué con la cabeza - Porque salgo todo el tiempo con mis amigas de allí y no se molestarán si no las veo en unos días, aunque claro, puedo presentártelas - sonreí pícaramente - Pero es que trabajar es una obligación. A mí no me molesta, ayudo en el negocio familiar, pero bueno, no me lo puedo saltear - reí.
- ¡Demasiadas! - bromeé. Dijo que tenía que irse y asentí con la cabeza en señal de acuerdo - Yo también, quiero hablar con mi mejor amiga que justamente conoció a un chico - me carcajeé, ya que justo estábamos hablando del tema - Y bueno, necesito oír la historia de mano de un protagonista, porque los rumores mienten - dije entre risas y me puse de pie - Me ha encantado conocerte y espero verte pronto - le sonreí ampliamente y luego bajé las escaleras en dirección a la Sala Común de Hufflepuff.

Al fin me había liberado de Matt, me había puesto mi pijama de Victoria secret´s y había salido de la sala común con el pelo mojado, pero con mi maquillaje recién puesto por más de que sea de noche.
Me pareció escuchar a un profesor detrás de mí, por lo que salí corriendo en dirección a las escaleras, cuando casi me llevo a un chico por delante ya que estaba todo muy oscuro. No lo había visto antes, pero generalmente, a la única que veía era a mi misma en el espejo con todos los maquillajes esparcidos por la mesita.
-Disculpa, es que había jurado escuchar a unos profesores hablando, y bueno, salí pitando.-Le dije con una sonrisa.-Por cierto, soy Holly y ¿tú?- Le extiendo mi mano esperando que el la estrechara con la suya.
- ¿Puedo preguntar que haces a estas horas aquí sentado?- No quería parecer grosera ni nada por el estilo, pero no conocía a nadie que le gustase escaparse de noche de la sala común, o al menos no como a mi. Parecía un chico lindo, pero estaba todo bastante a oscuras por lo que no podía decir si era cierto o mis ojos me engañaban.

Dijo que no me disculpara, y me pareció atisbar una sonrisa, pero no le dí importancia, me tomó del brazo y me llevo hasta la luz, por lo que me dí cuenta de que en verdad era lindo.
Se llamaba Ethan, pero casi me reía cuando había dicho cualquier cosa en vez de su nombre.
-Yo estoy perfectamente, ¿Y tú Ethan?- Le dije sería, pero con una mirada provocadora. Esperaba que no sea de Gryffindor, sino, le daría un buen rodillazo en su punto débil y lo insultaría por creerse canchero.- Bueno, ¿de que casa eres?, antes de seguir hablando necesito saberlo.- Me crucé de brazos expectante.- y... ¿A que curso vas?- También tenía que saber eso, no hablaría a esta hora con nadie menor que yo ni por asomo. Bostecé esperando su respuesta, cuando me doy cuenta de que el esmalte de una de mis uñas esta algo saltado- ¡Dios mío! me las he pintado esta mañana, pero que tonta que fuí, no le puse el fijador- Dije en voz alta, cuando en verdad no pensaba hacerlo, me quedé mirando unos segundos mi uña y luego volví a posar mi atención sobre él, esperando a que dijese algo.

-Bueno, me alegro que estés bien- Le dije con una sonrisa. Me relajé al escuchar que era de Slytherin- Que raro que nunca te haya visto en la sala común, yo también soy de Slytherin.-Volví a sonreír.- ¿ Enserio?¿Vas a sexto curso?- Pregunté sorprendida- Yo también voy a sexto.
No entendió lo de mis uñas, por lo que se lo repetí actuando algo triste y haciendo pucherito, pero era pura actuación- Me he pintado las uñas de verde fluo esta mañana, pero resulta que a esta se le ha saltado el esmalte, puesto que no le puse el fijado- Le respondí , dándome cuenta que lo más probable era que no supiera que era un fijador- Por las dudas te digo que un fijador es algo que hace que el esmalte no se salga por dos semanas mas o menos.- Miré sus musculosos brazos y me vino una duda a la cabeza- ¿Donde haces gimnasia durante todo el año en Hogwarts?