Pasillos Secundarios

Los pasillos secundarios son más estrechos y oscuros que los principales, y mucho menos concurridos.

Pasé completamente aburrido por el pasillo. Nada pasaba por mi mente, estaba completamente en blanco. No sabía que hacer en ese momento, no tenía nada que me ocupara, estaba acompañado del frío y algo de oscuridad, nada se veía con claridad, este pasillo estaba algo oscuro... pero igualmente se veía bien.
Me apoyé contra la pared, y me crucé de brazos. Comencé a pensar en la gente que conocí en Hogwarts, tanto la buena como la mala. Entre ellas estaban las siguientes personas. ¿Kath?, una persona realmente hermosa. Su rostro era la hermosura personificada diría yo. Tenía una gran personalidad, me encantaba. ¿Kellieth? roñoso, lo odiaba. Me caía muy mal y sentía que no merecía a Katherine... pero por lo que había escuchado, ellos había terminado. Noté que éste ha estado raro estos días. ¿Charlie? la chica más angelical que conocí. Ella era bella también y tenía muy buena personalidad, me alegraba ser su amigo. Había mucha gente más que había conocido, pero no pensé en todas esas personas. Ya, estaba aburrido y nada había que me entretenga. Esperé a que alguien pase, tal vez un Gryffindor a quien molestar, un Slytherin con quien hablar, o tal vez una chica con la cual platicar. Pero no creía que alguien pasar por allí.

Estaba allí, pensando aburridamente, cuando de repente alguien grita mi nombre. Tenía la voz de Charlotte, era la voz más fácil de reconocer. Miré a la que me gritaba, y sí se trataba de Charlie. Estaba divina, - ¡Charlie! - la saludé. Ella me dio un beso en la mejilla, tenía ganas de correr la cara... pero por mala suerte no lo hice, no quería quedar tan mal, pero sí que Charlie era ardiente. Finalmente le devolví el beso amablemente.
Me preguntó como estaba, dijo que había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos habíamos hablado. - ¿Yo?, muy bien. Si, ya te andaba extrañando chiquita - le dije mientras le corría el mechón de pelo que tenía sobre su rostro. Dijo que estaba muy colgada con la gente últimamente, - Si... lo sé, tanta escuela me tiene ocupado - dije mirando hacia abajo, - y obviamente pensar tanto en ti, también me mantiene muy ocupado - bromeé, - estoy bromeando, Charlie - dije con una risa.
Ella me agradeció por la dedicación en el partido, hablaba de que yo le había dedicado mi punto a ella. Era tan tierna y dulce, se lo tenía bien merecido. - De nada, Charlie. Eres preciosa, tanto por fuera como por dentro así que... ¿cómo nadie te iba a dedicar nada? - le dije a la castaña mas sexy de todas. - Cuéntame algo sobre ti, hace mucho que no sé nada de tu vida, estas desaparecida. - le dije con una sonrisa en mi rostro.

Respondió a mi comentario de que la extrañaba y dijo que con la vida social que llevaba no me lo iba a creer. - ¡En serio! - le dije con una sonrisa, - y yo no te creo ni ahí que eres un angelito, sé que en el fondo, tienes una fiera escondida que me desea - bromeé con una sonrisa pícara. Ella dijo que justo ese año, era el año de los TIMOs. me preguntó como me había ido a mí, el año en que los tuve. - bien, aunque yo también me asustaba. Tranquila, si te tomas confianza todo saldrá bien - le di palabras de aliento, para que no se preocupara tanto.
Me agradeció por tanto alago, - de nada, preciosa - dije y luego besé su mejilla delicadamente. Soy un Dios pensé en mi mente.
Cuando le dije que me contara algo sobre ella, me dijo que nada importante, que seguro mis cosas importaban más. Me hizo sentir mal, me hizo sentir esa vez un engreído realmente orgulloso. Charlie siempre me decía cosas malas, como que me tiraban mala onda. Cuando dijo que no tenía el premio por ser el más fuerte, así que no podía saber si era realmente el más fuerte, cuando le digo un piropo me dice "supongo que debo decir gracias", ahora que mis cosas son más importantes. - Oye... ya, ¿qué tienes contra mí?, dime que te he hecho y lo cambio - le dije acariciando su cabello, mientras la miraba directo a sus ojos.
Me dijo que había hecho nuevos amigos, pero ningún chico si a eso me refería. Le sonreí pícaro y respondí - muy bien, vas aprendiendo que eres solo mía - bromeé. Después, ella me preguntó si había conocido a alguna chica como para "mereces estos músculos", - Si... - pausé, miré hacia abajo y la volví a mirar, - lo hice hace tiempo... tú, Charlotte - le bromeé serio, acariciando su rostro.

Dijo que no creía lo que le había dicho, o al menos que eso no había salido a la luz. Reí y dije - no, aún no... pero yo sé que es así -
Cuando hablábamos de los TIMOs me dijo que seguiría mi consejo, - gracias - agregó que le diría "truco de la doble C" solté una risa ante su comentario. - ¿Por qué no mejor... le decimos truco de Charlie y Ethan? - bromeé nuevamente, creo que Charlie me convertía en un idiota chistoso.
Me preguntó a que me refería con lo que le había dicho. - Me tiras mala racha, chica - dije con palabras chistosas que jamás había dicho, repito Charlie me entorpecía.
En el momento que la declaré mía, dijo que no era justo, que yo ya tenía a Katherine. Corrí hasta atrás de ella, la tomé por la cintura y moviéndome de lado a lado como si estuviera bailando, le dije - si que es justo, eres solo mía - volví a bromear atrevidamente. - Katherine no es mía, ojalá lo fuera - dije soñador.
Charlotte me informó diciéndome que había escuchado rumores de que Kath y Kellieth había terminado. - Lo sé, lo oí pero es más que obvio que de seguro ella lo sigue amando - miré hacia otro lado con cara de odio. Ella dijo que tenía un oído atento, - créeme, yo también - reí al responderle. - Volviendo al tema de que eres solo mía, si que es justo. - reclamé, - no sería justo que te roben y dejes de ser mía - volví a bromear. Ya, Ethan ¿qué te está pasando? actúas como un atrevido inútil pensé entorpecido. Agradecí en mi mente haberme puesto la colonia preferida mía, ya que había abrazado por la cintura a Charlie y esperara a que ella haya sentido mi irresistible perfume.

Cuando le cambié el nombre al truco, aceptó. Dijo que le gustaba y rió. - A mi también, Charlie - le dije sincero.
Me preguntó si decía en serio lo que le había dicho, - Mas o menos, no te lo tomes tan así, bobita. - le dije tratando de calmarla, - A veces tratas de ahogarme, admítelo. - le dije señalándola con mi dedo. Dijo que era su amigo, luego me preguntó si me trataba mal. - ¡No, no! - me sobresalté - claro que no, tu también eres mi amiga. No te lo tomes tan en serio, Charlie - le dije comenzando a preocuparme, sentía que se había enojado, lo menos que yo quería en ese momento. ¿Para qué abrí mi gran bocota? pensé enfadado.
Cuando la abracé, se dejó lo cual me llamó mucho la atención, pensaba que se safaría de ese abrazo. Luego dijo " sí, sí, lo que tú digas " sarcásticamente. - Así me gusta - bromeé. Se dio vuelta, me agarró por el hombro y también sostuvo mi mano y comenzó a bailar. La agarré por su cintura y la acerqué un poco más a mí. Comenzamos a bailar. Realmente tenía ganas de besarla, pero me las aguanté. Bailar era realmente divertido y estúpido a la vez ya que no había ni siquiera música, pero me dejaba ya que era con Charlie, una amiga muy buena. Me dijo que no había mejor cura que un amigo te linsojee, sonreí tierno y respondí - y más cuando ese amigo, eres tú - apreté con más fuerza su mano, - eres una gran amiga, Charlie - le dije sincero, era la primera vez que sentía tanto afecto hacia una amiga mía, creo que Charlie se estaba convirtiendo en mi mejor amiga.
Ella agregó que no me preocupara, que ella siempre sería mi amiga. Entendí que ella estaría allí para mi siempre, quería ser su amigo por siempre. - Gracias, chiquita - le dije sonriendo, - yo también seré tu amigo siempre y oye, ¿sabes que puedes contar conmigo siempre no? - le dije sonriendo tiernamente. Le dí un par de vueltas y la volví a agarrar por su cintura, era realmente lindo hacerlo.

Dijo que no trataba de ahogarme, me pidió por favor que no lo dijera enserio. Sentí mucha lastima, opté por decirle que era broma. - Si... claro chiquita es broma - le dije con una gran sonrisa.
Se había dado cuenta de que era mentira, me dijo que se había asustado y que pensó que me había enojado. - Oye, ¿cómo enojarme con un angelito tan lindo? ¿ah? ¿se te ocurre alguna posibilidad? - pregunté bromeando. Rió cuando la acerqué más a mí, reí también.
Dijo que la había mal entendido, la miré extrañado. Me explicó bien lo que había querido decir, - Oh lo siento, entendí mal - le dije con una sonrisa. - Si... pero no creo que ella quiera hablar de ello, además no creo que se deba enterar que muchos alumnos saben que Kellieth rompió con ella - opiné sobre el tema. Me dijo que de todas formas, yo también era un buen amigo. - Gracias, que tierna - le agradecí con una sonrisa tierna en mi rostro, y mientras que le acariciaba su delicada cabellera.
Ella dijo que agradezcamos que nadie estaba vagando por allí, sino mi popularidad se arruinaría. - Oye, no me importa nada de eso. El inútil que piense que esto es absurdo, que lo piense porque para mí esto es genial y más contigo, Charlie. - dije serio mientras le hacia caricias con mi dedo pulgar en su cintura. Seguí bailando. Ella dijo que sabía que podía contar conmigo, - mucho mejor - admití con una sonrisa.
Comencé a pensar en la vida de Charlie, quise preguntarle algo que me andaba dando vueltas por la cabeza siempre que le hablaba. - Charlie... ¿tienes novio? - le pregunté bajando un poco el nivel de mi sonrisa.

Se relajó al saber que todo era broma. Sonreí tiernamente ante eso. Dijo que no era de enojarse, - genial - le dije besando su mejilla.
Ella explicó todo como sería con Kath, - tal vez tengas razón... eso haré - le dije decidido haciéndole casi a mi amiga. Ella dijo que se había hecho toda la historia en su cabeza, reí y dije - no te inventes rarezas en tu mente, tal vez todo termine a lo contrario que piensas tú - le dije riendo.
Dijo que a ella le parecía divertido bailar, que no le parecía absurdo. - Claro, tú entiendes - le respondí amablemente. Charlie agregó que le encantaba bailar, - ¿Ah si?, a mi también. Digamos... no solo, sino bailar lentos o Rock n Roll, eso sí me gusta. -
Ella respondió a mi pregunta, respondió que no tenía novio. Sonreí aliviado, Charlie era como mi hermanita y no me gustaría que mi hermanita tenga novio, aunque sería una hermanita ardiente.
Me preguntó dónde había nacido y dónde vivía ahora, - Nací y vivo en Londres, nunca me mudé - respondí con una sonrisa. - ¿Y tú? -

Dijo que le parecía lo mejor que podría hacer. Sonreí como aceptando lo que me había aconsejado. - Eres mi consejera oficial, también la Psicóloga- dije y reí. Le volví a dar un par de vueltas a Charlie, y luego la agarré por la espalda y la incliné hacia abajo. Me quedé mirándola unos segundos directo a sus ojos, sonreí y la volví a subir. Reí, - qué bien bailas - admiré su forma de danzar.
Ella exigió que se la debería presentar cuando todo suceda, - que no tengas ni una duda de eso - aseguré sonriente. Ella me aconsejó que me fijara cuando era la próxima salida a Hogsmeade, y la invité a salir allí. - Gran idea - dije dándole la razón, - gracias Consejera - reí al agradecer. Le conté lo que me gustaba bailar, ella concordó conmigo y agregó que también le gustaba bailar el pop. Moría por verla bailar, sería de lo más sexy. - mataría por verte bailar, te verías de lo más sensu... es decir, seguro tenía muchos pasos muy originales y buenos. - le dije soltando una carcajada, se me había escapado la primera parte. Ella me contó que había hecho varios años de danza, -esas clases hicieron sus frutos - la admiré. Dijo que el tango también era lindo para bailar, - el tango no me gusta demasiado, ni bailarlo ni escucharlo - dije mostrando desprecio hacia ese tipo de música, odiaba ese tipo de música, nunca me gustó ni me llamó la atención.
Me comenzó a contar sobre su vida, nació en Londres también y era hija de muggles. Una "sangre sucia" como dirían los Slytherines, pero nunca le diría eso a Charlotte, no se lo merecía. Era adoptada, eso me llamó más la atención - Oye... lamento haber sacado el tema, si quieres puedes guardártelo no tienes porqué hablar de ello - la consolé y esperé a que no le afectara hablar de esto. Con sus padres adoptivos, se mudó a Bournemouth. - Que mal... yo quería visitarte en Londres. Promete que durante las vacaciones, me mandaras cartas y me visitarás- le rogué a mi nueva mejor amiga, sí que la extrañaría durante todo el tiempo sin verla. Me explicó lo que era Bournemouth, ya sabía como era ese lugar, ya que unos de los cuantos tíos que tengo, vivían allí. - Si... tengo familia allí, si me pasas tu dirección cuando los visite te podría visitar a ti también - . Por último, agregó que sus padres tenían un restaurante allí y que ella para ayudarles trabaja durante el verano. Me llamó la atención lo angelical que Charlie era, - te ayudaría, sería muy divertido molestarte. Mentira Charlie, yo no trabajo. - Saqué mi lengua mostrando que era broma, - broma, sería divertido trabajar juntos - reí al imaginarlo.

Dijo que estaba encantada de ser todo lo que le había dicho. Sonreí amable. Me alentó, dijo que de verdad esperaba que lo logre. - Gracias chiquitita - reí, - lo sé - respondí pensando en Kath. Ella dijo que le gustaba bailar, más que estudiar o leer. - ¿Quién no? - pregunté obvio. Charlie me contó que le costaba estudiar, que no era muy intelectual. - Bueno... yo no soy un nerdo, pero me va bien aunque también me cuestan algunas cosas... si te cuesta algo, podría enseñarte de todos modos - le dije con una risa. La idea me gustaba, era una manera de conocernos mejor y pasar más tiempos juntos.
Volvimos con el tema del Tango, ella dijo que no le gustaba escucharlo, asentí con la cabeza, pero agregó que le gustaba ver como lo bailaban, sonreí y opiné - no debe ser algo feo, debe ser muy bello - reí por mi pensamiento que iba a decir, - podrías enseñarme, aunque soy medio de madera - solté una carcajada, era la primera vez que me reía de mi mismo. Siempre me consideré genial en todo, pero Charlie me hacía ver las cosas diferentes.
Cuando charlamos sobre el tema de que ella era adoptada, dijo que no tenía problema en hablar de ello, que amaba a sus padres adoptivos y no los cambiaría por nada. Charlie era una chica muy fuerte, me encantaba eso de ella. Sonreí al escuchar eso, - ¿Sabes?, puedes contarme todo lo que quieras, nunca diré nada. Cuenta conmigo siempre, enana - reí y la abracé contra mi enorme pecho. - Eres una chica muy fuerte y genial, Charlotte - agregué en ese brazo. Ella prometió que me enviaría cartas y me visitaría, sonreí ante ese comentario suyo. - Lo mismo digo - sonreí. Ella agregó que igualmente, para ese momento estaré muy ocupado con Katherine. - Oye... - le dije agarrando su rostro con las dos manos, - nada ni nada hará que yo me separe de mi mejor amiga - aseguré orgulloso. Quería que me escuchara perfectamente y claro, nadie me iba a separar de ella. Charlie era una amiga increíble, y nada me haría apartarme de ella, no me gustaría perderla, era demasiado tierna y buena como para hacerlo. Me preguntó si tenía familia, - mis padres están vivos y juntos, pero no tengo ningún hermano. La verdad es... que me encantaría tener una hermana. A los ochos años, mi madre quedó embarazada de una niña. Yo estaba demasiado emocionado, finalmente mi madre la perdió. - miré hacia otro lado para evitar la lágrima que iba a caer, con solo pensar en la alegría que yo tenía, las ansías me hacían no poder esperar nueve malditos meses. Me sequé la lágrima, no quería que Charlotte me viera pero era inevitable, pues estaba en frente mío. - Oye... - hice una pausa, - por favor no pienses que soy una marica - reí de lo tonto que fui, pero ese tema si que me deprimía.
Ella dijo que sería divertido trabajar conmigo, - estoy de acuerdo - reí con solo pensarlo. Ella dijo que tenía muchas amigas muggles que seguro me caerían bien, - seguro - sonreí pícaro. - ¿Y amigos? - bromeé fingiendo estar preocupado, - ojo Charlotte eh, sé que hay una gatita dentro tuyo. Te repito, eres solo mía. - bromeé y solté una carcajada.

Aceptó mi oferta, - genial - dije y esbocé una sonrisa. Ella dijo que me podría enseñar, y que no hacía falta que muestre interés por ello, si no me gusta. Reí y respondí, - Ya, charlie... en serio me parece interesante y bello ver como lo bailarían - ya que me pareció a que se refería a eso.
Me llamó tierno, y luego me aseguró que podría contar con ella también. - Gracias, preciosa - le dije mientras le dedicaba una gran sonrisa.
Al tema de mi familia, dijo que se refería a mi familia de Bournemouth. - Am... sí, tengo tíos allí. - respondí con una sonrisa. Con el tema de mi hermanita perdida, me dijo que lo sentía - oye, nada de disculparse - dije mientras agarraba su rostro con las dos manos, y le acariciaba su mejilla. Cuando le dije que no piense que era marica, me dijo que no, que pensar esos ería tonto y que cualquiera lloraría ante una situación así. - Si... pero quedaría raro viniendo del chico sexy y musculoso - bromeé y reí.
Después, con el tema de sus amigos, me dijo que tenía más amigas. Sonreí ante ese comentario, y cuando le dije que era solo mía, me repitió que ya lo había entendido. Reí y dije, - más te vale - mientras le hacía cosquillas y reía.

Aseguró que me enseñará pero que igualmente no era profesional ni nada de eso. - Deberías serlo, con esa cintura sensu... digo, con esos pasos de baile y la facilidad que tienes para hacerlo, deberías. - dije rascándome la cabeza con gesto de nerviosismo, ya que casi revelo mi pensamiento. Oye, es tu mejor amiga inútil, no puedes ser así con toda mujer pensé con ganas de golpearme.
Me preguntó como se llamaban mis tíos de allí, - se llaman, Jack Hollyhead y Sara Hollyhead, son esposos. - respondí. Luego ella agrego una pregunta, de que si eran magos o muggles. - Sí, lo son. - respondí con una sonrisa.
Al tema de mis sentimientos, dijo que todo chico tenía. - De eso seguro, pero me da vergüenza llorar delante de mi familia y amigos - sonreí tonto, por mi confesión.
Se había retorcido por mis cosquillas, reímos juntos. Su risa era tan contagiosa, y además el hecho de hacer cosquillas ya te hacía sacar una risa, más con Charlie. Dijo que si ese era el castigo, rompería las reglas más seguido. Solté una carcajada, - deberías, así puedo verte más seguido. Creo que ya encontré una manera de que hagas lo que yo quiera, sino te verás con el castigo - bromeé y reí.

- Ya avanzarás, serás profesional, todos los chicos querrán tenerte y gracias a eso obtendrán de regalo una paliza de tu guarda espaldas, Ethan. - solté una carcajada por la broma.
Ella dijo que no los conocía, - ya lo creía, se mudaron allí hace poco tiempo. No, eso no tiene mucho que ver, su magia no los separa del mundo muggle, no les importa mucho eso -expliqué sobre ellos. Dijo que no tenía por qué avergonzarme, - contigo, no me avergüenzo tanto - confesé con una sonrisa débil. Esa era la verdad, con Charlotte podía ser yo mismo y no temerle a nada ni avergonzarme de nada, al menos eso era lo que ella transmitía. Ella dijo una frase de llorar y reí en cada momento, - tienes razón - sonreí abrazándola con fuerza. Me dijo que con desconocidos o amigos estaba bien tener verguenza, pero luego me preguntó si con familia, como si lo estuviera desaprobando, - no sé por qué es eso, pero sí, le tengo vergüenza a llorar enfrente a familiares. -
Cambiando de tema, ella dijo que no era necesario que haga algo mal para verme, que solo le avise y así hablaríamos. - Si... el problema es que quiero que hagas algo mal, así recibes tu castigo de las cosquillas - bromeé y luego le hice unas mini cosquillas. Ella agregó otra cosa, reí ante lo que había dicho.