Casa Camberlain

**Percy Weasley** Vie Feb 24, 2012 2:44 pm

Casa Camberlain

Habitantes:
- Joey Camberlain
- Clivia Camberlain
- Rosmary Camberlain

En esta casa donde antes vivían estas mismas personas con sus dos hijos, ahora quedaron sólo los padres del profesor Camberlain y su hermano. La abuela ya vivía para entonces con ellos y aún sigue allí.

1° Piso

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2° Piso

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**Elliot Camberlain** Vie Feb 24, 2012 4:09 pm

Entré junto a Maggie de mi mano. Había avisado a mis padres mi llegada a su casa. Moría por verlos, los extrañaba muchísimo. Y además, también estaba allí mi abuela Rosmary. Tenía una gran sonrisa dibujada en el rostro. Amaba mi casa, era como un gran recuerdo nostálgico. A penas pisamos el lugar, allí aparecieron mis padres, los cuales se veían resplandecientes de emoción y alegría. Ambos se abalanzaron sobre Maggie y sobre mí, y nos llenaron de abrazos. Se los devolví con ganas. –Ella es Maggie- la presenté inmediatamente. Mis padres parecían amarla y bueno ella era hermosa, inteligente y muchas cosas más, todos la amaban. Notaba en los ojos de mi madre, que le sorprendía la belleza de Maggie. –Bueno, Magg- dije y la miré sonriente –Ellos son mis padres- los presenté –Joey y Clivia- conté sonriente.
En eso, entró mi abuela. Pareció que casi le agarra un ataque al ver a Margaret. Murmuró cosas que no se entendían y se retiró sin saludar. Me quedé boquiabierto pero después reaccioné y dije –Esa, es mi abuela- y reí. Esperaba que no pensara que éramos todos una familia de locos. Aunque, los Camberlain, somos todos iguales, excepto por mi abuela. Ella era, diferente, en algún sentido. Y parecía que Maggie no le caía muy bien, por lo que había observado. -¿Te muestro la casa?- le pregunté arrastrándola por todo el lugar.

**Margaret Parker** Vie Feb 24, 2012 4:29 pm

El traslador nos dejó en la casa y entramos inmediatamente a esta. Me daba la sensación de que él estaba muy ansioso por ver a su familia de nuevo, al contrario que yo. No tenía nada en contra de sus padres, pero tenía miedo de que no me aceptaran y tuviera que lidiar nuevamente con todo un conflicto familiar. Claro que si así se hubiera dado lo hubiera hecho sin quejarme ni una vez, pero siempre fue preferible ahorrarse los problemas. Afortunadamente, Ellio apenas llegó a presentarme que ya teníamos a Joey y Clivia encima. Esto me sorprendió. Me dieron más abrazos de los que había recibido en mi vida y más de los que a mí se me hubiera ocurrido dar. Entonce descubrí que me había acostumbrado demasiado a la frialdad de los ingleses, que se parecía más a mi forma de ser, y había olvidado que algunos norteamericanos eran excesivamente cariñosos. Aún así les sonreí con afabilidad y les tendí mi mano.
- Un placer conocerlos - dije con cortesía. Apareció una ancianita que a cualquiera le hubiera parecido tierna. Masculló cosas inintelegibles y se retiró sin más. Me quedé asombrada porque no concordaba con el resto de la familia en absoluto - ¿Tu abuela? - murmuré para que sólo él me oyera, transmitiendo con el tono de mi voz mi sorpresa pero no mi desagrado. Asentí con una sonrisa cuando se ofreció a mostrarme la casa y lo seguí.

**Elliot Camberlain** Vie Feb 24, 2012 5:22 pm

Margaret se presentó muy educadamente ante mis padres, quizás demasiado educada para el estilo Camberlain, después le explicaría un poco sobre eso. En la familia Camberlain, todos somos mejores amigos, todos nos prestamos las cosas, todos sabemos los secretos del otro, todos nos tratábamos con el mayor cariño existente sobre la faz de la tierra. Los Camberlain éramos todos una banda de cariñosos y pasionales seres humanos, menos claro, Rosmary la cual parecía enojada con todo el mundo, una ancianita cascarrabias. Cuando esta última entró, Margaret preguntó si era mi abue –Sí- contesté aún asombrado. Maggie aceptó que le diera un paseo por la casa, fue bastante rápido. Pero la parte más memorable fue cuando entramos al baño para mostrárselo, y la anciana nos echó porque quería usarlo. Usó palabras muy poco agradables y casi nos pateó fuera del baño. Solté una risa y le pedí disculpas a Margaret –Ya te acostumbrarás a su presencia- le dije y reí con ganas –Cuando la conoces, la encuentras adorable- confesé y solté una carcajada.

**Margaret Parker** Sáb Feb 25, 2012 5:17 am

Reí cuando confirmó que era su abuela, porque a diferencia de sus padres, que me habían parecido más del estilo de Elliot, ella era totalmente distinta - ¿Trata así a todos o es sólo conmigo? - le pregunté con curiosidad - Porque a ti tampoco te ha saludado, y no te ha visto en meses, ¿no? - indiqué con indignación. Que no me quisiera hablar a mí no era tan importante, probablemente tendría algún motivo, pero, ¿a su nieto? Se me hacía difícil de imaginar, en especial en esta familia. La casa era rústica y acogedora. Había bastante madera, a diferencia de la casa de mis padres. Cuando me estaba mostrando el baño apareció nuevamente la abuela y nos echó casi a las patadas. Me quedé perpleja, aquella anciana cada vez me sorprendía más.
- Mmmm... Creo que no le caigo bien - comenté con una sonrisa divertida - Me acostumbre o no, vivimos lo suficientemente lejos como para que no pueda asesinarme por la noche - bromeé - Dudo que suceda eso conmigo. No suelo encontrar a la gente adorable - repliqué con una carcajada.

**Elliot Camberlain** Sáb Feb 25, 2012 4:49 pm

Maggie me preguntó si mi abuelita trataba de esa manera a todos o sólo a ella –Bueno, no es tan así siempre- dije y hice la cara de fallido –Solía saludarme antes- le conté y reí –Igual, no te preocupes- le dije tomándola de la mano y sonriéndole. Contestándole a su otro comentario dije –Esto, sí, es raro- expliqué y reí –Quizás tiene vergüenza- sugerí con una sonrisa divertida. Aunque no creía del todo esa opción.
Ya, cuando estábamos en el baño y nos había echado la ‘dulce ancianita’, Maggie dijo que pensaba que no le caía bien –No lo sé- dije pensativo –No tengo idea de lo que pasa por su cabeza, es como un animalito salvaje- conté con una sonrisa –Nunca sabes lo que piensa tu gato, ¿No?- le pregunté y escuché sus otros comentarios, soltó un comentario muy gracioso que me hizo reír –Pero ahora dormirás aquí así que no estás muy segura- dije chistoso –No te preocupes, mi abue no ha asesinado a nadie, dudo que lo haga en esta ocasión- confesé y reí. Ella dijo que no encontraba a la gente adorable –Yo sí- respondí mientras trataba de guiarla por la casa. Le mostré las habitaciones y todo lo que debía. -¿Tienes hambre?- le pregunté mientras salíamos de una de las habitaciones, no recuerdo cual. Sin esperar su respuesta la arrastré hacia la cocina y me puse a hacer unos tostados. -¿Te gustan, no?- le pregunté mientras los metía dentro del horno. Justamente, había usado un queso extremadamente delicioso, esos tostados quedaron exquisitos. Los serví en un plato, lo tomé y con la otra mano arrastré a Maggie a la sala de estar. Le dejé el plato en la falda y encendí la televisión. -¿Miras, no?- le pregunté y sonreí, inmediatamente observé que película estaban dando. Quería que Maggie se sintiera como en su propia casa.

**Margaret Parker** Dom Feb 26, 2012 7:25 am

- Tal vez decidió cambiar sus costumbres en el mismísimo momento en que me vio - bromeé. Me dijo que no me preocupara, yo me encogí de hombros e hice un gesto de indiferencia - No lo estaba haciendo - repliqué con una risa.
La abuelita nos echó del baño y Elliot confesó que era como un animalito salvaje. Yo reí - No lo sé. Pero a veces lo adivino. Cuando se me acerca y se refriega contra mi pierna sé que quiere que la alce y le haga caricias, y si hace eso y maulla es que tiene hambre - le conté - En general los animales tienen como un comportamiento sistemático, ¿entiendes? Así que supongo que en algún momento captaremos el de tu abuela. ¿Cómo sabes que no se comporta de esa forma sólo con los que odia? ¿O con la gente rubia? - le pregunté, medio en broma, y solté una carcajada.
- Que suerte, no quiero morir soltera - dije entre risas cuando él me aseguró que Rosmary no había matado a nadie aún.
Llegamos a la cocina y antes de que yo pudiera responder su pregunta, Elliot se puso a hacer unos tostados - Sí me gustan, y sí tengo hambre - contesté con una sonrisa. Enseguida me arrastró hasta el salón y prendió la televisión. Lo miré divertida por su comportamiento tan muggle y me senté a su lado en el sillón - Claro - le dije mientras probaba un poco de su comida y observaba que película había puesto - Están deliciosos - lo felicité.

**Elliot Camberlain** Mar Feb 28, 2012 9:20 am

Maggie bromeó diciendo que quizás mi abue había cambiado sus costumbres con tan sólo verla, solté una risotada –Con el tiempo se le irá- dije encogiéndome de hombros, aunque no estaba seguro de si pasaría o no. Me dijo que no estaba preocupada, eso era típico en ella. Le sonreí con cariño.
Ella rió con lo del animal salvaje, le sonreí divertido. Dijo que aveces adivinaba lo que su gato quería, cuando se le refregaba era que quería caricias y cuando maullaba tenía hambre –Que animal más encantador- comenté sonriente. –No creo que mi abue se te refriegue cuando quiera caricias- bromeé y solté una carcajada. -¡TE ESTOY ESCUCHANDO!- gritó mi abuela desde adentro del baño. Huí arrastrando a Maggie conmigo hasta algún lugar seguro. Me contó que los animales tenían un comportamiento sistemático y me dijo otras cosas que me aburrieron, a excepción de lo de que quizás sólo odiaba a las rubias –Supersticiones- bromeé y reí –No creo, sería una especie de discriminación, no me imagino a mi abue matando rubias por la vida- dije chistoso –Se le pasará, aún no te conoce, quizás desconfía de ti- conté y agregué –Pareces toda una criminal- con voz chistosa. Ella dijo que no quería morir soltera, recalculé un rato lo dicho por ella, ¿Yo qué era? ¿Su mascota? ¿Un peluche con forma de oso? No entendía y me atreví a decirle –Esto... soy tu pareja ¿No?- y mirarla raro –No estás soltera- y continuar observándola de esa forma. Me había hecho sentir menospreciado.
Mientras cocinaba los tostados, ella me respondió que tenía hambre y que le gustaban. Sonreí mientras los preparaba. Quería que quedaran estupendos, dignos de recordar en los momentos de hambre. Se sentó a mi lados en los sillones y me felicitó con que estaban deliciosos. Hablamos de cosas como animales, mi abuela, política, actrices, actores, películas y nos reímos de esa comedia que estábamos mirando. Miré mi reloj en busca de la hora. Faltaba poco para la cena. Sonreí y me paré. –Tú quédate aquí- le dije –Relájate- le pedí con una sonrisa. Inmediatamente, me fui a la cocina. Allí estaban mis padres, que trataban de cocinar. Según mi memoria, a Maggie le gustaban las ensaladas, aunque de seguro le gustaba el cerdo. Me puse a cocinar una gran porción de este, en una sartén hacía una salsa especial bastante dulce para rociar el cerdo. Así lo hice mientras mis padres cocinaban una ensalada todalmente alocada, llena de colores y verduras extrañas. Esperaba que a Margaret le gustara. Mientras el cerdo se cocinaba, me puse a servir la mesa. Volví al cerdo, lo terminé. Lo puse en un gran plato y lo llevé a la mesa. Cuando todo estaba listo, fui a por Maggie. Mis padres me sorprendieron con la comida, pues, habían hecho más de una ensalada, había variedad, me gustaba eso. Nos sentamos a la mesa y esperamos a los demás. Mi madre nos informó que la abue, se había ido a cenar con unas amigas, era sospechoso ya que no recordaba que tuviera amigas tan cercanas, dejé el dato pasar y continué con la cena, mis padres le preguntaron a Maggie de qué trabajaba, donde vivía, le preguntó por sus mascotas también, querían saber sus aspiraciones. Yo hacía pocos comentarios, quería que Maggie hablara con mis padres ya que ella era la invitada y merecía la voz.

**Margaret Parker** Mar Feb 28, 2012 2:18 pm

- Yo tampoco lo creo, y espero que sea así - especifiqué entre risas cuando él me dijo que era improbable que su abuela se comportara como mi gato. Mis carcajadas se intensificaron cuando la abuela gritó que nos escuchaba, y me dejé arrastrar lejos de allí porque no quería problemas.
- Para discriminar no es necesario matar - puntualicé con una carcajada - ¿Desconfía de mí? - repetí - Entonces no somos tan diferentes, ¿no? - le dije divertida. Me miró con cara rara por lo que yo había comentado de morir soltera y sonreí por su confusión - Ya sé que eres mi pareja, pero solteros son todos hasta que se casan. Aunque también se usa para cuando se está de novio, pero no es el significado real. ¿Entiendes? - le expliqué y le di un corto beso. Luego charlamos de trivialidades mientras mirábamos una comedia. Esta terminó y Elliot se puso de pie. Yo me disponía a seguirlo cuando me ordenó que me quedara allí. Lo vi irse a la cocina y supuse que quería hacer la cena, por lo que me volví nuevamente hacia el televisor. Cambié de canal hasta encontrar otra cosa interesante que ver y me saqué los zapatos para subir los pies al sillón y cubrirlo con una mantita que había allí ya que me los congelaba.
Al rato volvió mi novio para avisarme que la comida ya estaba. Me calcé y fuimos a la cocina. Me senté a la mesa enfrente de Elliot porque así debían sentarse las parejas y enseguida sus padres me bombardearon a preguntas. Tomé un poco de comida y les contesté con amabilidad.
- Trabajo en el Ministerio de Magia inglés, aunque vivo en Nueva York. Soy la Jefa del Departamento de Cooperación Mágica Internacional - les dije. También se interesaron por mis mascotas, y yo sonreí ampliamente al recordar a mi hermosa compañera de vivienda - Tengo una gatita llamada Adara, traducido del griego significa belleza - les conté, y mecioné la traducción por si pensaban que era un nombre raro - Y bueno, tengo una lechuza para enviar correo. ¿Ustedes? - les devolví la pregunta para entablar conversación.

**Elliot Camberlain** Dom Mar 04, 2012 5:42 pm

Margaret me dijo que ella tampoco creía que mi abuela se le refregaría cuando quisiera caricias, dijo que esperaba que no sucediera. Solté una carcajada –Sería raro- murmuré y un escalofrío me recorrió el cuerpo. Me reí con ganas cuando ella también lo hizo porque mi abue nos gritó desde el baño. Se dejó arrastrar lejos y después me dijo que no es necesario matar para descriminar. Luego dijo que si mi abue desconfiaba de ella, la hacía parecida a ella. Después me explicó como era eso de la soltería y no sé que más. Me había aburrido en el medio de la explicación aunque había entendido lo que quería decir la palabra. Ella lo había dicho ya que todavía no estaba casada. Inmediatamente, me dio un beso muy tierno. Yo le di otro.
En la mesa se sentó frente a mí. Se veía muy hermosa, con su suave cabello rubio. Ella les contó a mis padres donde trabajaba y todo lo que ellos le pidieron que respondiera. Les gustaron las respuestas y lo demostraron con amplías sonrisas. Cuando Maggie mencionó a Adara, soltaron una exclamación de ternura. Ella les devolvió la pregunta. Ellos le contaron que nacieron ambos en Estados Unidos, que eran de la zona. Se habían conocido por amigos en común. Ellos le contaron que mi padre era Herbólogo y mi madre trabajaba, igual que ella, en el Ministerio. En cuanto a mascotas, ninguna, pensaba regalarles algún perrito pero justamente en ese momento andaba en bancarrota total, no podía comprar ni un hotdog. Durante la cena hablamos de temas divertidos, de anécdotas graciosas y de temas actuales. Mi madre fue en busca del postre, que era helado de los gustos más exóticos posibles. Ananá, Manzana, Mandarina, Pera, Pomelo y muchos más. Eran bastante deliciosos, habíamos pedido al mejor lugar de la zona. Luego de comer el helado, me despedí de Maggie con un beso cariñoso y me fui a dormir.

Al otro día, me desperté temprano. Me di una ducha rápida y quedé bien limpio, con olor a shampú y a jabón frutal. Me cambié, una remera de color oscuro y unos jeans ajustados y bastante rotos, en los pies zapatillas negras, como las de siempre. Bajé las escaleras, mi madre estaba despierta y miraba la televisión. El canal de cocina estaba a máximo volumen. Mientras cocinaba el desayuno, me quedé escuchando como preparar una torta de frutillas caramelizadas. No intenté preparar la torta para el desayuno, iba a ser demasiado empalagoso. Después de cocinar un abundante desayuno, pasé a despertar a mi padre y de pasó a Maggie, con mucha suavidad. No quería hacerla pasar un mal momento ni despertarla con brusquedad. –Dormilona- murmuré con una sonrisa divertida.
Ya mientras desayunábamos le pregunté que le parecía ir al parque temático que había cerca de allí. Íbamos a ir con Cody y mi hermano Gary. Así que ella aceptó y todos fuimos al parque. La pasamos de maravilla y compartimos muchas risas. Le compré algodón de azúcar a Margaret con el dinero, prestado, de Cody ya que yo no tenía ni un dolar. Nos divertimos mucho y pareció que habíamos pasado un gran rato. Cenamos fuera todos juntos y luego nos volvimos a casa. Antes de irnos a dormir, con Maggie le dimos unos cuantos mordiscos al helado sin sacar del pote. Nos reíamos mucho. Ella se había comido todo el de pomelo, por lo que hice muchas bromas al respecto como que era una glotona roba sabores frutales y cosas por el estilo. Me vengué comiendo todo el helado de mandarina. Después de eso nos fuimos a dormir, no sin antes darle un beso ‘helado’ ya que teníamos los labios demasiado fríos, se sintió muy bien. Me fui a dormir con una sonrisa divertida, no sin antes hacerle una proposición atrevida pero justo la abue apareció y tuve que pasar un momento incómodo.

A la mañana, me levanté no tan temprano como el día anterior. Era domingo, debíamos volver a Londres. La había pasado muy bien con mis padres y con la abue que siempre muy atenta interrumpía los momentos más inadecuados. Me levanté y me lavé la cara y los dientes. Después, bajé las escaleras y descubrí que era el último en despertarme. Solté una carcajada al verlos a todos sentados, desayunando. -Buenos días- saludé con una sonrisa idiota -¿Qué hora es?- pregunté. Para mí sorpresa, eran las once y media. Recodé que salía a correr los domingos, pero no lo haría si estaba Maggie. Ella ocupaba toda mi agenda, la muy dulce.

**Margaret Parker** Dom Mar 04, 2012 6:24 pm

- Muy - afirmé cuando él dijo que hubiera sido raro que su abuela pidiera caricias.
Más tarde me devolvió el beso, aunque como no había comentado nada no pude asegurarme de que hubiera entendido mi explicación de la soltería, pero suponía que sí porque no era nada demasiado difícil.
Escuché interesada todo lo que me contaron los padres de Elliot, aunque en realidad yo sólo les había preguntado por sus mascotas. Joey era herbólogo, y entendí que esa era la razón por la que a mi novio le gustaban tanto las plantas. Tampoco justificaba el hecho de hablarles, pero no podía hacer nada con eso. Me sorprendió la variedad de gustos de helado que había de postre, y me pregunté si acaso comían así todos los días o era sólo porque habíamos ido a visitarlos. Elliot nunca me había contado que su familia era multimillonaria ni nada por el estilo, así que supuse que nada más era porque había visitas. Yo comí un poco de pomelo, que era me encantaba, manzana y mandarina. Elliot se fue a dormir después de la cena y yo lo imité. Enseguida me sumí en un sueño profundo y tranquilo.
Abrí los ojos y sonreí cuando escuché la voz de Elliot susurrándome dormilona al oído y lo miré mientras se recostaba a mi lado y me daba un beso en la cabeza.
- ¿Qué hora es? - le pregunté, aún un poco somnolienta, mientras me abrazaba a él. Era un gesto extraño en mí, demasiado cariñoso, pero había dormido tan bien que me hallaba de un humor excelente. A los pocos minutos me separé y tomé mi ropa para ir a cambiarme al baño.
- Ahora bajo - le dije antes de levantarme y le di un breve beso en los labios.
Llegué a la cocina ya sin el pijama y me senté a desayunar. Me ofreció ir con su hermano y su sobrino a un parque temático que había allí, por lo que acepté y cuando terminamos de comer nos fuimos. La pasamos genial, su sobrino era muy tierno y su hermano parecía ser una persona agradable. Comí mi algodón de azúcar lentamente para no empalagarme y le compartí a Cody, así como también a Gary y a Elliot. Cenamos juntos y después volvimos a casa de los padres de Elliot, donde él me llevó a la cocina para comer lo que había sobrado del helado del día anterior. Me comí el de pomelo ya que era de mis preferidos y él casi no lo comía. Eso lo llevó a burlarme diciéndome que era glotona, pero yo me limité a reírme ya que sabía que no era así.
- Al menos no engordo - repliqué a sus burlas con una sonrisa divertida y me llevé la cuchara a la boca.
Me congeló con un lindo beso antes de irnos a dormir y me estaba proponiendo algo a lo que yo me iba a negar cuando apareció su abuela. Me fui a mi cuarto, muerta de la risa, y me quedé dormida al poco tiempo.

Al otro día a la mañana me desperté a media mañana y me cambié con rapidez. Bajé al comedor y me encontré con la familia de mi novio allí, pero él no estaba. Yo no quería subir a molestarlo por lo que me senté a desayunar allí.
- Buenos días - lo saludé cuando entró. Yo ya había terminado mi comida y me había quedado charlando con su familia, aunque Rosmary comentaba poco y nada - Son las once y media - le informé después de echarle un vistazo al reloj y le sonreí divertida - Bueno, ¿qué haremos hoy? - quise saber.

**Elliot Camberlain** Lun Mar 05, 2012 12:23 pm

El sábado, cuando fui a despertar a Maggie, la dormilona, ella sonrió y abrió los ojos al instante. Me tumbé a su lado y la miré con cariño. Me preguntó que hora era. Hice memoria tratando de recordar que hora era –Nueve cuarenta y cinco- le respondí con una sonrisa. Se me pegó en un abrazo cariñoso, el cual le devolví con una sonrisa tierna en el rostro. Antes de bajarse de la cama, me dio un beso suave en los labios, el cual le devolví también con delicadeza. Me dijo que bajaría luego de cambiarse. Así que yo me fui de la habitación a ver si mi dormilón padre estaba despierto.

Ya el domingo, cuando pregunté que hora era, luego de que me despertara, me contestaron que eran las once y media. Me senté en una de las sillas y comencé a servirme cereales en mi tazón, inmediatamente le agregué yogurt de frutilla. Metí una cuchara dentro y Maggie me preguntó que era lo que haríamos ese día. –Deberías ponerte una bikini porque iremos al parque, a comer frente a un lago- sonreí ante la idea. Era una buena, me costó horrores pensar esa idea tan simple. Al terminar de comer, subí las escaleras y me puse un short de baño, arriba una camiseta simple de color blanco, en los pies zapatillas, como siempre. Esperé a que Maggie se cambiara y bajé de nuevo las escaleras junto a ella. Saludé a mis padres con un abrazo e inmediatamente revisé si llevaba todo lo que debía. Ese día debía ser especial para ella. La arrojé con delicadeza dentro del auto y manejé pacíficamente hasta el lugar. Hicimos una parada en una de las estaciones de servicio y compramos gaseosas y helados ricos, además de golosinas, traíamos comida ya desde casa. Tardamos unos minutos en llegar y nos acomodamos cerca de un árbol. El lago estaba hermoso y me atreví a quitarme los zapatos y hundir unos de mis pies bajo el agua. Estaba a temperatura ambiente, esperaba que a Maggie no le importara. Cuando ella estaba lo bastante cerca, la empujé al lago para que se mojara, terminó empapada. Me descostillé de la risa, fue buenísimo. Después me metí yo, pero quitándome la remera, la pobre Maggie no pudo ni desvestirse. Me acerqué a ella y le tiré agua para juguetear un poco. Le hice una traba para después abrazarla. Estábamos payaseando demasiado, parecíamos idiotas. Me maté de risa por un gran rato. Me daba lástima la pobre Maggie, la estaba semi ahogando en el lago. Era muy divertido igualmente.
Después, salí todo mojado y me tiré al Sol. Estaba agotado de tantas pasayasadas.

**Margaret Parker** Mar Mar 06, 2012 8:18 am

Como respuesta a mi pregunta, Elliot me comunicó que pasaríamos el día en un parque, e incluso que comeríamos allí. Le devolví la sonrisa porque me parecía una idea genial y apenas él terminó de desayunar me disculpé ante su familia para poder ir a cambiarme. Seguí su consejo y me puse una biquini, y arriba una blusa con un short de jean. Me llevé una campera no muy abrigada por las dudas, ya que a pesar de que hacía un día inusualmente cálido, no dejaba de ser invierno.
Me reuní con mi novio escaleras abajo y saludé a sus padres, aunque no tan afectuosamente como él. Para mi sorpresa fuimos en auto, pero supuse que tal vez lo prefería a aparecerse. Ciertamente en aquel caso yo también, porque pude ver algunas partes de la ciudad que de otra forma ni me hubiera enterado que existían. Paramos a comprar algunas provisiones más, dulces, helados y bebidas. Finalmente llegamos al lugar un par de minutos después y dejamos las cosas a la sombra de un árbol. Él se fue a la orilla del lago y yo lo seguí. El agua no estaba tan fría como me esperaba, pero aún así no me gustó demasiado cuando de repente me vi completamente mojada. Había caído al agua por el empujón que mi adorable novio me había propinado. Me puse de pie nuevamente, y él se zambulló en el lago esta vez. Lo salpiqué cuando él me lo hizo a mí, y reí. No me había enojado ni nada por el estilo ya que sabía que lo hacía todo jugando, para divertirnos un rato. Perdí el equilibrio y estaba a punto de caerme, pero el abrazo de Elliot me ayudó a estabilizarme. Me dejé abrazar y solté una carcajada, me daba mucha gracia su comportamiento.
Más tarde me tumbé al sol a su lado y me giré para poder charlar. Apoyé mi cabeza en mi mano y sonreí.
- Cuéntame algo de tu familia. ¿Cómo se conocieron tus padres? - le pregunté por simple curiosidad. Me asombraba que Joey y Clivia se parecieran tanto en carácter.

**Elliot Camberlain** Jue Mar 15, 2012 7:41 am

Cuando estabamos tirados en el piso, al Sol ella se mostró cariñosa. Me encantaba, realmente era muy adorable en ocasiones. Me preguntó como se habían conocido mis padres. Pensé la respuesta unos segundos y se la conté –Amigos de amigos- solté una risa. –Se conocieron en la fiesta de un amigo en común, y eran el uno para el otro, se dieron cuenta al instante- dije con una sonrisa –Son muy parecidos en personalidad, es sorprendente- confesé y continué –La única diferencia es que mi madre es alérgica a las nueces y mi padre las adora- dije divertido –Es muy gracioso en el supermercado, siempre hay discusiones sobre las nueces- bromeé. Sentí curiosidad por los suyos -¿Y tus padres, Maggie?- le pregunté sonriente. No lograba imaginar como se habían conocido.
Rato después ya estaba seco. Me sentía como un idiota, debía de haberme sacado la ropa y quedado sólo con el short de baño. Pero ya lo había hecho y pues, al final, no me había ido tan mal. Después de unos minutos me había secado, busqué ‘el objeto’ y me lo metí en el bolsillo. Me acerqué a Maggie y la abracé. –Te quiero ¿Sabes?- comencé a decirle. –Me encantó haberte conocido- confesé con una sonrisa sincera –Eres mi otra mitad, todo lo que no soy- bromeé y solté una carcajada –Te quiero mucho porque eres especial, única con todos tus defectos y con tus virtudes. Y porque me has hecho un hombre feliz- continué –Lo único que quiero es estar junto a ti y protegerte, aunque lo dudo, además de quererte y mimarte- le conté chistoso, no podía protegerla, era un flacucho –Quiero estar a tu lado siempre- hice una pausa –Por eso, quería arriesgarme a preguntarte si estás dispuesta a pasar el resto de tu vida de mi mano- terminé de contarle, mientras me quitaba la cajita con la sortija y se la extendía -¿Quieres pasar el resto de tu vida conmigo?- le pregunté con una sonrisa luego de que la abriera. Tenía que admitir que estaba emocionado.

**Margaret Parker** Vie Mar 16, 2012 7:47 am

- Realmente sorprendente - acordé. Sus padres se habían conocido de una forma extraña en cierto modo, porque según Elliot había sido algo así como amor a primera vista. Aunque al ver sus personalidades, no me extrañaba tanto como si hubieran sido otras personas. Me preguntó como se habían encontrado los míos por primera vez - Bueno, no es nada muy genial. En realidad en Hogwarts mi madre estaba fascinada con mi padre pero él no le hacía caso. Al final, mi madre se enamoró de otro, y al tiempo ella comenzó a gustarle a mi padre. Así que hizo todo lo posible para reconquistarla y lo logró, como puedes ver - reí - Se casaron al año de terminar Hogwarts - terminé la historia - Ellos también son parecidos en varias cosas, pero creo que mi madre quiere "más" - hice las comillas con los dedos de la mano que tenía libre - a su familia, me refiero a sus hijos, y mi padre no tanto. O al menos no lo demuestra - me encogí levemente de hombros.
Al ratito el Sol me había secado por completo. Agradecí el hecho ya que no había traído otra ropa. Nunca podría haberme imaginado que Elliot me tiraría al agua con ropa y todo. Él me abrazó y me dijo que me quería, algo que me sorprendió pero de todas formas sonreí.
- Yo también - le dije y rocé mi nariz con la suya. Me separé un poco después y escuché con atención todo lo que me estaba diciendo. Reí con la parte de que dudaba si iba a poder protegerme.
Intuía más o menos a donde quería llegar y mis sospechas se confirmaron cuando me tendió una cajita. La abrí y observé maravillada la hermosa sortija que había dentro. Esbocé una amplia sonrisa y miré a Elliot - Me encantaría - respondí contenta.

**Elliot Camberlain** Lun Mar 19, 2012 11:07 am

Dijo que le parecía sorprendente como se habían conocido mis padres. Hice silencio para escuchar su historia. Me dijo que no era nada muy genial, que su madre amaba a su padre desde el colegio y él no le daba bola. Después cuando ella comenzó a gustar de otro, él se enamoró de ella. Era algo muy loco. Se casaron al año de terminar el colegio. Luego contó que creía que su madre amaba más a sus hijos que a su esposo y no sé que más. Asentí con una sonrisa.
Después, cuando había comenzado con mi discurso. Ella me dijo que también me quería y rozó su nariz contra la mía en un gesto muy dulce. Se rió cuando bromeé y me escuchó con atención. Ante mi propuesta aceptó e impulsivamente le di un beso tierno en los labios. Durante la tarde, comimos todo lo que habíamos comprado y hablamos sobre el parque, la ciudad, nuestras familias, nuestras mascotas, nuestras ex parejas, sobre nuestras amistades y sobre la boda. Había muchas preguntas, como cuándo la haríamos y dónde la haríamos. No dudé en preguntarle a Maggie -¿Cuándo haremos la boda?- le pregunté con una sonrisa -Y más importante ¿Dónde la haremos?- pregunté chistoso.
Mucho después, nos volvimos a casa y nos fuimos a dormir luego de cenar. Al otro día, nos volvimos cada uno a nuestras respectivas casas.

**Margaret Parker** Mar Mar 20, 2012 10:56 am

Le eché los brazos al cuello y alargué un poco más su tierno beso. Luego me aparté un poco y fui a buscar el almuerzo. Comimos todo lo que habíamos comprado y charlamos sobre diferentes trivialidades, como los diferentes lugares de la ciudad y nuestras relaciones con otras personas, ya fueran parejas o amigos. En realidad no es que yo tuviera mucho que contar, en general no me llevaba con demasiada gente y tampoco me interesaba hacerlo. Me hizo un par de preguntas sobre la boda que daban qué pensar y reflexioné unos minutos antes de contestarle.
- Mmm... - dudé - Con respecto a la fecha, eso depende de cuanto tiempo nos lleve organizarla. Yo creo que en un mes estará bien, ¿y tú? - dije - No sé, si vamos a comprar una nueva casa podríamos comprar el terreno antes de la boda y hacerlo allí, ¿no crees? - le propuse sonriéndole - No te preocupes por el dinero, yo tengo bastante ahorrado - comenté antes de que dijera algo sobre ese tema.
Más tarde volvimos a la casa de sus padres, era nuestra última noche allí. Cenamos y nos fuimos a dormir, ya que por mi parte al menos estaba exhausta. Al otro día por la mañana emprendí mi camino hacia el trabajo como de costumbre.