Pasillo Principal

- ¡¡Yo también!! - exclamé con excitación. No podía esperar a que llegara, y eso no era del todo bueno en una persona ansiosa como yo. ¿Podría apartar el tema de mi mente para concentrarme en las pocas clases que quedaban hasta las vacaciones? Lo dudaba, y eso me complicaría un poco las cosas. Pese a ello, valía totalmente la pena. Iban a ser de las mejores vacaciones - Podré presentarte a mis amigas muggles, Marianna y Sarah. Quizás alguna te guste - dije, soltando una risita. Seguro que aquello lo ponía contento - Aunque te prohíbo que les rompas el corazón - añadí en tono serio, agitando en broma el dedo índice frente a mí como si lo estuviera retando.
Pasamos al tema de la escuela, y me preocupé un poco al enterarme de que no se estaba preparando, aunque se me escapó una carcajada. Era muy propio de él estar tan relajado. Asentí cuando dijo que no tenía más ganas de estudiar, a mí tampoco me entusiasmaba demasiado la idea de que aún quedaba un largo camino que recorrer hasta fin de año - No te preocupes, se pasará rápido, y además ahora tendremos un pequeño descanso con las vacaciones de Navidad - lo calmé, dedicándole una sonrisa de apoyo - Las cuales, por cierto, serán las mejores del mundo. Eso ya te ayudará a recobrar energías para el resto del año - continué, haciendo una bromita al principio. Me indicó que me sentara a su lado, pero en lugar de eso tuve otra idea - Date la vuelta, dándome la espalda - dije, acompañando con un gesto de la mano mi pedido - Te haré masajes, para que te sientas más relajado - expliqué y comencé mi tarea. No era una experta, pero se me daban dentro de todo bien. Esperaba que le sirvieran. Continuamos hablando de su futuro, el cual no tenía demasiado en claro - ¿Ya sabes dónde conseguir empleo, más o menos? Podría ayudarte a buscar opciones - ofrecí - ¡Sí, por favor, me voy unos días a Londres contigo! - acepté de inmediato, encantada. Las vacaciones pasadas habían sido muy divertidas. Le di un golpe en el brazo con el puño por su siguiente comentario - No te zarpes, Hollyhead - le advertí, riendo - Para eso tienes a tus chicas - bromeé, aunque un extraño sentimiento se revolvió en mi interior. No me molestaba que saliera con mujeres, a esta altura ya estaba acostumbrada, pero sí pensar que con ellas había tenido cierta cercanía. Aparté el tema de mi mente, pensando que era una estupidez y que enseguida se me pasaría.

Le dediqué una linda sonrisa cuando se entusiasmó acerca de las vacaciones de navidad. Dijo que podría presentarme a sus amigas muggles - Tal vez pueda tener un buen rato... - pensé - Pero igual no cambiaría el momento de divertirnos tú y yo que con unas chicas que luego no volvería a ver - contesté sincero - Además, no me gustan tanto las muggles... es decir, me gustan para pasarla bien una noche... si entiendes... - dije mientras puse una cara pícara. Reí con lo que dijo acerca de que no me dejaba romperles el corazón. - Tienes razón, serán las mejores vacaciones, Charles. - dije y la abracé, estrujándola contra mi pecho mientras la alzaba. Luego, dijo que me iba a hacer unos masajes, sonreí pícaramente una vez más. - Sabes que el 60% de los masajes terminan en sexo... ¿no? - dije y solté una carcajada. Dejé que me los haga, pues sería de gran ayuda, mis contracturas pedían a gritos que me relajara. - Supongo que no - respondí acerca de lo del empleo, - pero cuando esté allí podría salir a buscar, o leer en el periódico los avisos donde se necesitan empleados - dije. La verdad, no tenía idea de como iba a buscar empleo pero algo se me iba a ocurrir, siempre lo hago de esa forma. Aceptó con la idea de mudarse conmigo unos días, me di vuelta y besé su mejilla tiernamente, luego volví a darle la espalda para que siguiera con sus increíbles masajes. Me golpeó cuando hablé sobre "hacer cositas" solté una carcajada y contesté a su comentario - Sé que lo deseas - dije egocéntrico -GRRR... - exclamé un ruido de león mientras levantaba mis brazos en ángulo recto para trabar mis músculos, luego reí. - Y dime... - pausé - ¿Tienes algún chico agradable con quien quieras pasar algún rato? hablo de los muchachos de tu vecindario - rogara porque así no sea. Me molestaba que saliera con otros, no sabía por qué.

Si bien estaba interesado en conocer a mis amigas muggles, Ethan me aseguró que no gastaría el tiempo que podría pasar conmigo con alguien a quien nunca volvería a ver. Le di un abrazo como agradecimiento, además de una sonrisa. Luego me explicó sus verdaderos propósitos con las chicas no-mágicas. Le pegué nuevamente en el brazo al oírlo - ¡¡Ey!! Entonces con Marianna y Sarah ni te metes - le advertí, mirándolo con el ceño fruncido. No quería que las usara, pobres, eran iguales a mí; les costaría sobreponerse a un corazón roto - Definitivamente - respondí a su comentario sobre que serían las mejores vacaciones. Ya quería que llegara el día de partir, no podía esperar. Seguro mis padres ordenarían y limpiarían la casa hasta que quedara perfecta y prepararían las mejores comidas para agasajar a los invitados de la mejor forma posible.
Más tarde, Ethan comenzó a tirar comentarios un poco subidos de tono, frente a los cuales yo siempre ponía los ojos en blanco - Puedes quedarte tranquilo que estos no terminarán así - reí, y le di un golpecito en el hombre con mi mano. ¿De dónde habían salido esas ideas raras, aunque fueran en broma? Aun sentía una leve molestia por pensar que había sido tan cercano para otras chicas, en cierta forma - Yo te ayudaré a buscar trabajo -me ofrecí cuando cambiamos de tema. No me molestaría en absoluto hacerlo - Claro, pf, muero por ti, Ethan Hollyhead. Si no te casas conmigo mi vida no tendrá nunca sentido - bromeé, sonriendo y me agaché hasta que mi cara quedara a la altura de los músculos de su brazo derecho, momento en el cual los acaricié con una mano y lancé un exagerado suspiro. Cuando volví a ponerme de rodillas para continuar con los masajes unos minutos más, estallé en carcajadas - Mmm, no, no tengo a nadie - contesté a su pregunta.

Charlábamos sobre sus amigas muggles, le dije que no estaría con ellas si iba a pasar las vacaciones con Charles. No me interesaban esas chicas ya que no me atraen las muchachas comunes sin magia. - En lo absoluto - sonreí al responder su comentario sobre sus amigas. Hablábamos de los masajes, respondió a mi comentario subido de tono acerca de ellos, obviamente todo lo que le decía era en un pura broma. Dijo que estos masajes no terminarían en... eso. - Ow - dije con tono apenado, nuevamente en chiste. Se ofreció a ayudarme con la búsqueda de un empleo, sonreí una vez más - Gracias, nos mantendrá algo ocupado ya que no quiero ser limpia pisos de una pizzeria y quiero un trabajo con un salario agradable - expliqué. Volvimos al tema de que según yo, ella moría por mí. - Bueno, Charlie, bájale a la tristeza. Ya estaremos juntos, no tienes que llorar. - solté otro chiste. Cuando acariciaba mi músculo, lo trabé para poder dejarla impresionada. - Increíble, ¿eh? - reí. Cuando contestó mi pregunta acerca de si tenía algún muchacho en la mira en su barrio, dijo que no. Sentí un alivio dentro de mí que era muy placentero, gracias gracias gracias decía en mi mente. Una mandíbula menos que romper. - Charlie, olvidé que debo hacer tarea de aritmancia, discúlpame cariño, tu príncipe azul debe irse. ¿Me perdonas? nos veremos pronto. - me despedí, maldita tarea, quería pasar más tiempo con Charles pero debía comenzar a dedicarme al estudio si quería pasar los exámenes.