Re: Jardines

**Katherine Collingwood** Lun Dic 16, 2013 4:15 pm

Y ahí está. Largó todos sus lamentos. En una simple historia que me heló la sangre. Y yo que creía tener problemas... Había veces que debía pensar en los demás, además de yo misma. Aunque no me gustaba hacerlo. En este momento me abrí un poco la mente. Pobre chico, fue lo primero que me vino a la cabeza. De repente ya no podía sentir nada. Y lo único que podía pensar eran preguntas como ¿es posible que alguien tan tímido oculte una historia tan pesada? . Supuse que de ahí salía su vergüenza. Pero después pensé que yo también la había pasado mal de pequeña, cuando el accidente ocurrió. De ahí también sale el odio a las cosas muggles que tengo. Parecía tan tierno, tan lindo... pero en realidad escondía algo horrible. Sin embargo, lo único que podía hacer era consolarlo. No era para nada buena en eso, ya que de por si no soy muy amable y nunca consuelo gente sino que suelo reírme de ella. Hubiera sido más fácil que me diga que se había resbalado en el baño o algo por el estilo. O tal vez si fuera otra persona con una historia menos dura podría reírme. Pero no. En este caso no. - Oh, Tanner - balbuceé - No sabía que tenías tan trágica historia. Lo siento de verdad. - torpemente le tomé la mano - ¿Sabes? Te recomiendo tratar de dejar el pasado. Ya sé que es muy difícil y toda la cosa, pero lo mejor por ahora es reírse y tomarse unas copitas de whisky de fuego. Relájate. No pienses en eso. Y cuando lo recuerdes, que supongo que es todo el tiempo, trata de pensar en una historia que te gustaría que pase en el futuro. A veces sirve - no sabía qué más decir y dudaba que lo que estaba diciendo tenía algo de sentido. La verdad era que no sabía cómo ayudar a la gente. Simplemente no lo sabía. Le di una palmadita al piso para indicarle que si quería se acostara. El piso se había secado un poco por los rayos del sol, aunque al no ser muy potentes se sentía húmedo. Me recosté mirando al cielo y esperé a que me imitara.

**Tanner Andersen** Mar Dic 17, 2013 12:12 pm

Observé el rostro de Kath que pasaba de concentración a incomodidad y lástima. Y claro, nunca nadie sabe cómo reaccionar ante los secretos de los demás o peor ante las tragedias del pasado. También es incómoda la situación para el que cuenta el hecho, porque hace quedar incómodo a la otra persona que escucha. Esa era una de las razones por las que no me gustaba expresar cosas comprometedoras. Luego se atrevió a hablar, dijo que lo sentía mucho y tomándome de la mano me hizo sentir querido. Era lindo el contacto con otra persona, la calidez humana. Era algo que extrañaba también porque hacía mucho tiempo desde que alguien me tomaba de la mano. Las manos de Kath eran muy suaves, también, recomfortantes. Inmediatamente me dio algunos consejos, como intentar olvidar el pasado y tomarme unas copitas de whiskey de fuego. Ésto me hizo soltar una risa débil. El alcohol como solución no me parecía una mala idea para nada. Pero luego dijo algo que me dejó pensando, que cuando los malos recuerdos vuelvan a mi mente tendría que pensar en lo que quería para mi futuro. -Interesante forma de ver las cosas- respondí mirándola -Gracias por los consejos, me van a servir- una sonrisa radiante se dibujó en mis labios y me sorprendió la creciente esperanza y alegría que sentía dentro de mí. -Gracias, enserio- repetí mirándola a los ojos de vuelta.
Después se tumbó en el césped y la imité cuando me invitó a hacerlo. Aunque estaba húmedo el piso no lo sentía demasiado ya que estaba mojado de antes. El cielo estaba nublado, gris y frío. Observé como la silueta de un pájaro negro recorría el firmamento y deseé con todas mis fuerzas poder volar, sería bellísimo.

**Katherine Collingwood** Mar Dic 17, 2013 1:36 pm

Estas situaciones hacían que me sienta muy rara. Odiaba ser compasiva. No era lo mío. La charla se estaba haciendo algo incómoda ya que él era muy callado y yo no sabía qué decir. Nunca creí que iba a aconsejar a alguien y menos de otra casa. No estaba preparada para eso. - De nada, espero que te sirva. - le contesté y sonreí ampliamente. Tanner era un buen chico, ya lo tenía decidido. Miré al cielo un tiempo más. - Si te hace sentir mejor, hace un tiempo rompí con mi novio. Mira, generalmente no suelo hablar de esto con nadie ya que la mayoría de las personas son demasiado estúpidas para entenderme. Además, me caes bien. El chico comenzó a drogarse, y cambió completamente y de un día para el otro empecé a ser basura para él. Nuestra pelea fue dura. - le conté. Me quedé sorprendida conmigo misma. No podía creer que me había abierto a alguien. - Pero ya estoy mejor, mucho mejor. - concluí y volví a sonreír. Lo miré por un segundo y luego volví mirar al cielo. Se estaba poniendo ventoso, probablemente en un tiempo comenzaría a nevar.

**Tanner Andersen** Jue Dic 26, 2013 12:34 pm

Me dijo que no pasaba nada y que esperaba que el consejo me sirviera. Le sonreí de una forma casi aniñada, esperanzado. La charla me estaba empezando a servir, estaba relajado y me sentía libre después de confesarle mis secretos, además de que los consejos que me había dado me iban a servir un montón.
Katherine comenzó a hablar, me contó que había terminado la relación con su novio hacía un tiempo, y que no solía hablar de ese tema con nadie. Dijo que la mayoría de las personas no lograrían comprenderla ya que son casi todos estúpidos y opinaba muy parecido. Me contó que el muchacho se había hecho adicto a ciertas sustancias y que él cambió su percepción sobre ella, y que la trató como basura. Me contó, también, que su pelea había sido dura. Aseguró que ahora estaba bien y vi como sonreía pero realmente no creía que estuviera feliz o que estuviera ‘bien’ como decía estar. Se notaba en sus ojos que lo extrañaba, en la expresión de su rostro en sí. Lo que hice a continuación me nació instintivamente, de forma natural. Estiré mi brazo y lo pasé por detrás de su cuello pasándolo por sus hombros y la atraí hacia mí de forma casi paternal, no de forma pervertida o encantadora, si no más bien como si fuese un consuelo. –Si necesitas algo, puedes confiar en mí.- le aseguré mientras mis labios se curvaban levemente en una sonrisa. Y ambos nos quedamos en silencio, mirando el cielo.

**Katherine Collingwood** Sáb Ene 11, 2014 4:18 pm

Me quedé estudiándole la cara, ya que él parecía hacer lo mismo conmigo. Si tendría que utilizar una palabra para describirlo, es observador. Realmente parecía que con una mirada suya mil pensamientos nacían en su cabeza. Me parecía interesante. Deseé poder leer la mente. De repente percibí un movimiento y cuando me quise dar cuenta estaba entre sus brazos. La calidez que sentí cuando su cuerpo me tocó me hizo sonreír. Aunque sentí su abrazo más de protección que de amor. No estaba lista para otra relación. Además, extrañaba a Kelly y no podía negarlo... la pasé muy bien con ese chico y dudaba poder llegar a pasarla tan bien con otro. Sospechaba que sí, pero tendría que pasar un tiempo. Aunque igualmente me vendría bien un poco de cariño. A continuación dijo unas palabras que yo contesté con un simple - Igualmente- . No sabía qué decir y la conversación se había tornado un poco cursi para mi gusto. Necesitaba volver a lo normal. Estaba mirando el cielo, tratando de buscarle sentido a las nubes negras que se alzaban sobre mi cabeza. Seguramente pronto nevaría. Adoraba la nieve. - ¿En qué año estás? - le pregunté tratando de disminuir la tensión del momento, si es que había. De repente un niño de primero salió corriendo con la parte de atrás de la túnica prendida fuego, y acto seguido se sentó en la nieve fresca para apagarlo. Lo único que pude hacer fue descostillarme de la risa. Esperaba que Tanner también riera, así no sentirme tan cruel. Pero en realidad no me importaba. Ver a un niño en llamas era divertido para mí.

**Tanner Andersen** Miér Ene 29, 2014 12:58 pm

Tensó el cuerpo cuando la abracé, quizás no había sido tan buena idea mostrar un poco de cariño aunque no fuese con una intención romántica o lasciva. Aún así, noté de reojo una leve sonrisa en sus labios. A mis palabras respondió de igual manera, deseaba que no se hubiera tomado el gesto a mal, ya que no había sido mi intención.
Sentir un poco de calor humano era agradable, ya que no estaba acostumbrado a hacerlo fuera de mi casa. El sólo recordar mi hogar trajo miles de recuerdos, todos teñidos de una cierta melancolía y soledad. Por ejemplo, el nítido recuerdo de un abrazo con mi madre, con su cuerpo frágil y pequeño en mis brazos, un cuerpo carcomido por la angustia y el dolor. Lo cierto era que mi madre enfermaba de a poco, bajaba de peso de una forma lenta y constante, el cabello se le caía y su sonrisa era cada vez menos frecuente.
La voz de Katherine me trajo de vuelta a la realidad, me preguntó a qué año iba. -Sexto curso- murmuré aún recordando cómo la piel se le pegaba a los huesos a mi madre. Luchaba contra la depresión pero era una pelea difícil... Ella era una especie de guerrera y la mujer más dulce que conocía.
Un niño prendido fuego corrió através de los jardines, y lo siguiente me consternó un poco. Katherine se estaba riendo de él. ¿Cómo era posible eso? Era casi inhumano. Me levanté y me acerqué al niño que ahora se revolcaba en la nieve intentando apagar las llamas. Le tendí la mano para ayudarlo a levantarse, preocupado, con la carcajada de Katherine de fondo. -¿Estás bien?- le pregunté mientras me agachaba para quedar a su altura y lo ayudé a sacudirse la nieve del uniforme. Al parecer el niño tenía unas quemaduras bastante feas alrededor del cuerpo. -Vamos, te acompaño a la enfermería- le dije mientras posaba mi mano en su espalda y echaba a andar. El instinto sobreprotector me hizo querer ayudarlo. Imaginaba que ese niño podría ser el hermano pequeño de alguien, y eso me conmovía. Hubiera querido que mi hermana pudiese estudiar en Hogwarts... A penas le di una mirada a Katherine antes de irme, era decepcionante que fuese tan inmadura, luego seguí mi camino, ayudando al niño que se quejaba de las dolorosas heridas hirvientes de su torso y brazos.

**Malcolm Gallagher** Miér Ene 29, 2014 4:51 pm

Rondaba por todo el castillo realmente aburrido hasta finalmente llegar a los Jardines. Siempre me habían parecido una obra de arte, llenos de nieve, era lindísimo. Me gustaría pintarlo, sería bueno. Pensaba en la tarea de Historia de la Magia, no había podido encontrarla respuesta a algunas consignas en ningún libro, el profesor William se había sobrepasado con la dificultad creía yo. Historia de la magia, no me gustaba tanto aquella asignatura y sigo creyendo que nunca debí haberme inscribido. En fin, seguía rondando contemplando toda aquella belleza de aquel paisaje. Pude notar a Emmeline, estaba rubia. ¿Que me la iba a cruzar en todos lados? mejor para mí. Reí un poco en mi mente. Estaba hermosa y con la nieve de fondo era aún más bella, parecía un ángel. No la saludé, tan solo intenté actuar normal.

**Emmeline Graves** Miér Ene 29, 2014 5:55 pm

Ya era por la tarde cuando salí de los invernaderos y crucé el jardín en dirección al castillo. Herbología era la última hora de clase que tenía los martes, por lo que no tenía prisa. Llevaba puestos los guantes, mi bufanda y mi gorrito, por lo que estaba protegida del frío. Cada tanto me paraba unos segundos a observar algún árbol que era especialmente bello nevado y luego continuaba mi camino. En una de mis paradas aproveché parar recorrer un poco el amplio lugar con la vista y admirar el panorama completo de los terrenos de Hogwarts cubiertos de nieve. En eso, descubrí una figura conocida a unos cuantos metros, paseando en solitario. No sabía si había notado mi presencia, pero de todas formas me acerqué a él con una sonrisa. Acomodé mi bolso en el hombro al llegar junto a él.
- ¡Hola! - saludé - Qué casualidad encontrarte por aquí - dije - Buena casualidad, no me malentiendas - aclaré con una risita. Lo observé, estaba abrigado, al igual que yo, con su cabello castaño desordenado y su lindo rostro igual que siempre. Era guapo, no podía negarlo - ¿Estabas dando un paseo? ¿Prefieres que te deje solo? - quise saber. No quería sentir que lo molestaba; quizás él había ido a los jardines con el plan de despejar su mente un rato y disfrutar de la paz que ofrecían con su ambiente tranquilo y el bello paisaje nevado, y yo solo estaba interrumpiéndolo. Me llevé las manos al pelo mientras aguardaba su respuesta y me solté la coleta, sacudiendo levemente la cabeza para que se acomodara. Me gustaba jugar con mi apariencia, especialmente los colores de mi cabello, y solía variarlos bastante. Sin embargo, mis preferidos eran el rubio y el pelirrojo. Aquél día lo llevaba rubio claro, con la tez pálida e inmaculada y mis ojos de su color original, celeste, pero que resaltaba bastante por lo blanco del ambiente. Rara vez cambiaba su color, aunque a veces lo hacía tener un tinte medio verdoso.

**Malcolm Gallagher** Jue Ene 30, 2014 10:01 am

Actuaba normal, y eso era muy malo, ya que el querer hacerlo me ponía nervioso y lograba todo lo contrario. Quería llamar la atención para que viniera a hablarme, pero no lo haría porque de seguro quedaría como un tonto. Noté como venía hacia mi, así que solo me quedé parado como una estatua, mirando un árbol. Me saludó y dijo que era una buena casualidad encontrarme. Estaba muriendo por dentro, pero me haría el sorprendido. - ¡Hola! - dije - No te había notado - dije y me rasqué la parte trasera de mi cabeza, siempre lo hacía cuando mentía o me ponía incómodo. Era un tick que no podía evitar. Estaba hermosa, y que ternura me daba el gorrito que usaba. Me impresionaban sus ojos color celeste, con la nieve resaltaban mucho más. Brillosos como dos luceros, me encantaban. Me preguntó si estaba dando un paseo, y si quería que me dejara solo. ¡¡¡Por supuesto que no!!!, lo que menos quería era que me dejara, y cruzarme con ella era lo mejor que pudiera pasarme. - NO NO - dije sacudiendo mi mano como signo de negación, pero sí me había sobresaltado un poco. - Es que he estado aburrido así que algo de compañía no me vendría mal. - compañía de la buena, ¿eh?. Solté una risita falsa al decirle eso. - ¿Qué haces por aquí? - pregunté para sacar algo de tema. Ahora podía de a poco comenzar yo una conversación, eso era un gran paso y muy buen signo. - Hoy rubia, ¿eh? - dije y solté una risa, mientras agarraba un mechón suyo. Su pelo era igual a una seda, suave y hermoso. Brilloso, también. Me encantaba todo de ella, y es que ¿cómo se puede ser tan perfecta? no lo entendía. Emmeline era divina, y claramente la más hermosa de toda la escuela. Y del mundo, tal vez.

**Emmeline Graves** Jue Ene 30, 2014 10:18 am

Pareció sorprendido de encontrarme, pero no me molestó. Era muy posible que no me hubiera visto, en los jardines siempre solía haber mucha gente, aunque al ser tan grandes y al aire libre se perdía un poco el ruido que hacían. Se rascó la parte de atrás de su cabeza. Aquel gesto me dio un poco de ternura, aunque no sabía decir por qué realmente. Aceptó mi compañía con gusto, alegando que antes se encontraba algo aburrido por estar solo - Perfecto - mascullé, sonriendo.
Comenzamos a charlar, y rápidamente me preguntó qué hacía por allí - Recién acabo de salir de mi clase de Herbología, y me dirigía al castillo, pero paré para observar lo bello que estaba un árbol cubierto de nieve y te divisé a unos metros. Así que, decidí venir a saludar - le conté. A continuación hizo un comentario sobre mi pelo que me hizo reír, pero luego me sonrojé levemente cuando tomó un mechón con su mano - Sí, como quizás habrás notado, me gusta variarlo. Según el clima, mi humor... - respondí, dejando la última frase en el aire. Me acomodé el cabello, asegurándome de que tuviera una caída perfecta y las ondas de las puntas estuvieran bien formadas. No estaba demasiado largo tampoco aquel día, apenas un poco por debajo de la altura de los hombros. También llevaba flequillo, que se hallaba algo inclinado hacia un costado - ¿Qué tal han sido estos días? ¿Cómo te tratan las clases? - pregunté para sacar tema de conversación - Es escalofriante pensar que ya es el último año, ¿no crees? - comenté, haciendo una mueca de aflicción con los labios. No me imaginaba una vida en la que no pasara unos cuantos meses al año en el castillo, simplemente me había acostrumbrado demasiado a sus corredores, aulas y jardines, así como al Gran Salón y la Sala Común. No quería ni pensar en no volver a verlos nunca más luego de la graduación.

**Malcolm Gallagher** Vie Ene 31, 2014 12:17 pm

Aparentemente le había gustado que aceptara su compañía. 10 puntos para Hufflepuff. Me explicó qué hacía por allí, respondiendo mi pregunta. Dijo que salía de su clase de Herbología y me había visto, por lo que vino a saludarme. Qué dulce pensé. Emmeline era como comer dulces de arce, o grageas (de las ricas), o un suave té de Madame Tudipié. Me encantaba. -Genial - dije y esbocé una sonrisa. - ¿Cómo has estado, entonces? - pregunté interesado. Esperaba que bien. Y mi mayor temor, era que me contara que había conocido a alguien, que saldría con algún muchacho. De seguro podría pasar, debido a que estaba convencido de que con su hermosura tendría a muchísimos chicos baboseándose por ella, pero mejor era no pensar en aquella cosa. Igualmente, nadie la querría tanto como yo. Me contaba sobre su color de cabello, diciendo que lo variaba según el clima o su humor. Solté una risita al escuchar lo último. - No recuerdo haberte visto morocha, igualmente. - le dije. Seguramente aquel color se lo pondría cuando estaba de muy malhumor, ya que el negro es un color que muestra tristeza, depresión, o al menos así lo consideraba yo. - De seguro te lo cambias a rojo en tu período - solté una risa y luego me volví serio. Estúpido. Hablar con Emmeline me hacía poner nervioso, y ponerme nervioso me hacía decir estupideces, y decir estupideces me hacía quedar como un idiota. Quedar como un idiota hacía que a ella no le guste. Que no le guste hacía que no me casara con ella. Que no me casara con ella hacía... mi felicidad inalcanzable. Me estaba odiando, pero tal vez ella simplemente lo tomaba a chiste y reía conmigo. O tal vez me miraba con cara extrañada y algo enfadada, creyendo que era un desubicado. Me aclaré la garganta.
Habló sobre la escuela, preguntándome cómo habían sido estos días, y que encontraba extraño esto de que sea nuestro último año. Con algo de tristeza o pena. - Me va bien. ¿Y a ti? - pausé - Sí... es extraño... pero a la vez un alivio. Igualmente yo tal vez trabaje en la escuela como profesor. - respondí. Esperé a que me respondiera para preguntarle luego que iba a querer hacer ella cuando nos graduáramos.

**Emmeline Graves** Sáb Feb 01, 2014 5:40 pm

- Muy bien, gracias - respondí con una sonrisa - Disfrutando del frío, me encanta tener que ir abrigada y sentirme calentita, ¿y tú? ¿Cómo has estado? - quise saber. La anterior vez que habíamos hablado había sido hace ya casi una semana, o más. Qué rápido se ha pasado la semana, pensé. No me gustaba que el tiempo se pasara rápido, prefería más disfrutar lentamente de cada momento feliz.
El tema de mi cabello había dado bastante de qué hablar. Asentí cuando dijo que nunca me había visto morocha y luego cerré los ojos y me concentré. Al segundo, todo mi pelo era de color oscuro, en lugar del rubio que tenía unos instantes atrás - Ahora ya me has visto - dije en broma y me eché a reír. Sin embargo, luego de hacerlo me preocupó un poco que se asustara, pues yo ya estaba acostumbrada a mi metamorfomagia, pero él no tenía idea. Lo miré un poco extrañada al principio con su siguiente comentario, pero luego solté una carcajada. Había sido gracioso, aunque me había puesto algo incómoda - No, no es por eso - le aseguré, todavía ligeramente divertida - El pelirrojo me hace acordar a mi niñez, pues es mi color natural, y el verdadero rojo, el que a veces llaman "pasión", "fuego" y demás, lo utilizo para fiestas, especialmente de disfraces y eso. No lo suelo llevar comúnmente - le expliqué, haciendo las comillas con los dedos.
- Sí, sí, a mí también me va bien - contesté, sonriendo, algo distraída pues saludaba a una amiga que pasaba más allá. Inmediatamente después, dirigí nuevamente toda mi atención a Malcolm - Será un alivio dejar de tener tantos exámenes, pero igualmente lo extrañaré muchísimo - acordé. Mis ojos se abrieron con interés cuando mencionó que quería ser profesor - ¿Qué te gustaría enseñar? - pregunté, llena de curiosidad. Me parecía un muy buen empleo el de profesor - De seguro es extremadamente satisfactorio ver que tus alumnos hacen avances en su aprendizaje gracias a tu trabajo - comenté, pensativa. A pesar de ello, mis deseos para una profesión futura no se inclinaban mucho para ese lado, estaban más enfocados en otras cosas.

**Malcolm Gallagher** Dom Feb 02, 2014 12:44 pm

Dijo que se encontraba bien. Sonreí al respecto. Ella decía que le encantaba estar abrigada y sentirse calentita en el invierno. Tenía ganas de abrazarla. Me preguntó a mí como estaba. - Muy bien. Yo odio el frío, me gusta muchísimo más el verano - contesté sincero. La verdad, el frío me hacía sufrir, lo odiaba, odiaba sentirme congelado. Me gustaba que hiciera calor, meterme a la pileta, era todo mucho más divertido. Hablando sobre su cabello, se la vio concentrada y luego su cabello solo... se convirtió en morocho. Me impresioné un poco. Todo aquello era loquísimo, y lo más loco de todo esto era que todos los colores de cabello le quedaban perfectos a Emmeline. - ¡Fascinante! - dije sorprendido. - No te sienta mal ese color, pero vuelve al rubio, te hace ver más adorable - le dije dedicándole una sonrisa. Que bonita era, no me cansaría nunca de verla y verla por horas. Cuando dije el estúpido comentario acerca del pelirrojo y su período... soltó una carcajada. Me alivié por completo, riéndome con ella. - Lo siento - dije entre risas, reconociendo que había sido un inútil. Me explicó por qué a veces llevaba el color rojo en su cabello. Un dato más sobre ella; su color natural de cabello era éste mismo. - Genial - le dije. Me encantaría ser como ella, tener esa especie de "don", sería muy divertido. Me contó que le iba bien en la escuela, agregando que sería un alivio no tener exámenes aunque en serio lo extrañaría. - Sí, puede ser... - le di la razón - Que lástima que comenzáramos a llevarnos recién ahora - la verdad, una pena. Si ésto hubiese pasado hace 2 años, ahora podría estar con ella de novio. Me preguntó qué me gustaría enseñar aquí. - Me gustaría ser profesor de Criaturas mágicas. Es mi asignatura favorita y la encuentro divertida e interesante. - dije sincero. - Así debe ser - le respondí a su último comentario. Amaba cuando me hablaba o sacaba tema de conversación. - ¿A ti que te gustaría hacer? - le pregunté interesado.

**Emmeline Graves** Mar Feb 04, 2014 2:37 pm

- ¿De veras? Yo disfruto del verano porque no hay colegio y además puedo ver a mis abuelos, viajar con ellos y demás, pero tampoco me disgusta el invierno. Me imagino días acogedores y calentitos, frente a la chimenea de la Sala Común o de casa, tomando una infusión o algo así - respondí, sonriendo al imaginarlo.
Sonreí satisfecha al ver que le resultaba fascinante el cambio de color que había experimentado mi cabello - ¿Más adorable? - pregunté riendo y lo miré ligeramente sorprendida. Me resultaban muy dulces ese tipo de comentarios por su parte - Pensaba hacerlo - repliqué con una risita cuando me pidió que volviera al rubio - Pero me gusta variar, como te dije. Son demasiadas las posibilidades y no quiero perderme ninguna, supongo - agregué. Se disculpó por su comentario incómodo, pero yo hice un gesto con la mano para quitarle importancia - No hay problema - lo tranquilicé, aunque luego una maliciosa idea cruzó mi mente. No implicaba nada malo, por supuesto. Me agaché con normalidad, fingiendo que iba a tomar algo que se me había caído del piso, pero en realidad agarré un puñado de nieve y le di una forma más o menos redondita mientras me ponía de pie - Pensándolo bien, mereces un castigo - bromeé mientras le arrojaba la bola de nieve a la cara. Esperaba que no le doliera demasiado. Solté una carcajada.
Después de la guerra de nieve, estuvimos hablando de Hogwarts y nuestros futuros - Es una pena - coincidí. Me hubiera gustado conocer a Malcolm antes, pues me caía realmente bien y ya lo consideraba un amigo. También era una pena que no se lleve con mis otros amigos, pensé con cierta tristeza. Aunque, extrañamente, no quería compartirlo demasiado - Oh, qué extraño - solté sin pensar cuando me contó que quería enseñar Cuidado de Criaturas Mágicas - Es una materia interesante y amplia, sin lugar a dudas, pero no me favorita - reí - Prefiero Runas Antiguas o Encantamientos - confesé. Me tomé unos segundos para pensar antes de responder a su siguiente pregunta. ¿Qué quiero ser?, me pregunté en mi mente. No lo tenía demasiado claro - La opción que más me atrae es trabajar en el Ministerio, en algo donde pueda ser realmente útil y eficiente. Pero todavía no sé bien en qué. También me gusta mucho escribir - contesté finalmente.

**Malcolm Gallagher** Vie Feb 07, 2014 7:50 am

- Sí, puede ser - le dije dándole la razón. Asentí con la cabeza soltando una risa cuando dijo lo de más adorable acerca del cambio de su cabello, y luego volvió al hermoso rubio de siempre. Sonreí cuando me contó acerca de su don, que no quería perderse de ningún color de cabello. Tenía sentido, yo haría lo mismo. Dijo que no había problema cuando dije aquel estúpido comentario, ¿por qué lo había dicho? era un completo idiota. Luego, acordó que merecía un castigo, lanzándome una bola de nieve. Solté una carcajada y se la devolví, comenzando una guerra de nieve. Fue muy divertido y adorable, pues amaba su risa. Coincidió conmigo acerca de que era una pena no habernos conocido antes. Asentí nuevamente con un tono de tristeza. Igualmente sentí algo de alegría ya que ella coincidía conmigo en que aquello era una pena, mejor tarde que nunca, ¿no?. Dio su opinión acerca de lo que quería hacer, le sonreí. - Sí, tienes razón - le dije. - Para mi, Runas antiguas es muy aburrido - no estaba de acuerdo en ello, pues aquella materia era un bodrio para mí. Dijo que quería trabajar en el ministerio y que le gustaba escribir. Me parecía muy interesante aquella última idea, su pasatiempo. - Mira que bien - dije con una expresión de curiosidad en mi rostro. - Tal vez te divertirías mucho - le dije sonriendo. La quería muchísimo y lo que más deseaba para ella era que hiciera lo que le gustaba. Siempre estaría de acuerdo con ello y nunca le contradeciría eso.

**Emmeline Graves** Lun Feb 17, 2014 2:40 pm

Cuando le lancé la bola de nieve, no había planeado que Malcolm contraatacara ni que se iniciara una guerra, pero lo hizo, por lo que con una carcajada volví a agacharme y formé una bola aún más grande que la anterior, además de otra un poco más pequeña. Le tiré la primera a la cabeza y casi enseguida la segunda pero al pecho. Continuamos la batalla, yo riendo a carcajadas, por un rato. Finalmente, me paré a recuperar el aliento inclinada hacia adelante, con una mano en el pecho y otra en la rodilla - ¡Bien, bien, firmemos la paz! - pedí, entre risas. Tenía el pelo un poco mojado y lleno de nieve que aún no se había derretido, así como en toda la ropa.
- No sé, a mí me resulta interesante, pero supongo que no eres el único que se aburre con las Runas - comenté, encogiéndome de hombros - Seguramente me divertiría. Pero no sé si escribiría cuentos, sino que más bien me gustaría contar historias reales. Como una reportera o algo así, pero quizás más extenso. Aún tengo que pensar en ello - le conté. Era increíble lo mucho que averiguábamos el uno del otro en pequeñas charlas entre clases y demás. Estaba pensando sobre los pequeños ratitos que habíamos compartido y lo habían convertido en mi amigo cuando se me ocurrió una buena idea - Mmm, acabo de recordar que hay una excursión a Hogsmeade el domingo 2 de Febrero. ¿Te gustaría ir conmigo? - le pregunté, sonriendo. Luego se me ocurrió que podría tomárselo como una cita, por lo que me detuve unos segundos a reflexionar sobre cómo aclararlo sino sonar grosera - Ya sabes, en plan de amigos, para dar una vuelta por el pueblo y quizás tomar una cerveza de manteca - añadí finalmente. Esperaba que aceptara, estaba segura de que pasaríamos un buen rato y podríamos conocernos un poco mejor.

**Malcolm Gallagher** Mar Feb 18, 2014 9:38 am

Moría de risa durante la batalla de nieve, al igual que ella. Me encantaba todo esto, ella era hermosa y su risa... Dios mío, ¡qué risa!, la amaba. Tenía la sonrisa más linda de todas, y la única que con solo esbozarse hacía que la mía apareciera. Luego de la guerra, pidió paz, por lo que solté mi última carcajada. Ella estaba cubierta de nieve, al igual que yo. Mojados y con nieve que todavía no se había derretido del todo. Sacudí mi cabello para sacarme todos los restos que tenía, y luego le sacudí a ella el cabello un poco, y reí. Asentí hablando sobre lo de las runas. La verdad poco me interesaba hablar sobre la escuela, solo quería conocer su historia y conocerla a ella. Me explicó sobre que prefería hacer en su trabajo como escritora, la entendía totalmente. - Sí, creo que sería interesante y divertido. - pausé - Si crees que te gustaría... ve por ello - esbocé una sonrisa de un costado. Después dijo algo que hizo que mi corazón dejara de latir. Me preguntó si quería ir con ella a la excursión de Hogsmeade. De a poco iba logrando todo lo que soñaba hacer, que lindo se sentía, la satisfacción era enorme. - ¡Pues... claro! - le dije con una gran sonrisa en mi rostro - A donde quieras - solté una risita, golpeando despacito su hombro. Trataba de parecer despreocupado, pero me moría por dentro. Luego aclaró que era como amigos, cosa que me entristeció un poco pero ¿qué más daba? de todas formas obviamente no me invitaba como algo más. - Sí, suena divertido - dije con un sonrisa.

**Emmeline Graves** Vie Feb 21, 2014 2:21 pm

- Sí, creo que lo haré - comenté, un poco más convencida que antes de mi idea de ser escritora. Le sonreí por su apoyo. Era extraño, pues no lo conocía hacía mucho, pero me sentía agradecida por su comentario. Estaba segura de que mis abuelos tampoco estarían disgustados con mi plan, si es que lo llevaba a cabo algún día, y aquello también me reconfortaba. Siempre hacía bien sentir que al menos algunas personas te apoyan.
Aceptó con gusto mi invitación a ir a Hogsmeade, y pareció entender completamente que el propósito de aquella solo era amistoso. Es decir, no dio ninguna señal de lo contrario. Le devolví la gran sonrisa, parecía contento y despreocupado - Genial - dije, alegre yo también. Hasta el momento nos llevábamos bastante bien, así que me parecía que la pasaríamos de maravilla durante la salida. Él no tenía ningún lugar específico en mente a dónde ir y yo tampoco, por lo que lo decidiríamos probablemente cuando llegáramos a Hogsmeade mismo. Tampoco había demasiados lugares entre los que elegir, claro - ¿Te parece que nos encontremos en las puertas del colegio a eso de las cuatro? - propuse. No quería ir demasiado tarde para así no tener que volver a las apuradas.
Una vez arreglado el tema de la visita al pueblo, recorrí con la mirada los jardines y me di cuenta de que ya no había tanta gente como antes. Además, comenzaba a sentir la punta de la nariz helada. Probablemente me resfriaría, venían haciendo muy bajas temperaturas aquellos días. Afortunadamente, mis orejas estaban resguardadas por mi gorrito. Sentí un cosquilleo en la nariz, y de repente vino el estornudo. Mi cabello se volvió de un rubio más intenso unos segundos y luego regresó a la normalidad - Lo siento - mascullé, mirándolo apenada, aunque un poco divertida por lo ocurrido - Debería ir adentro si no quiero enfermarme. Soy medio sensible al frío a veces - expliqué, haciendo una mueca - No me gustaría perderme la salida a Hogsmeade. Así que nos vemos el domingo, ¿vale? - dije sonriendo, y luego de darle un breve abrazo amistoso, me dirigí a la entrada del castillo. Ansiaba llegar a la Sala Común y frotar mis manos frente al fuego de la chimenea.

**John Whilmore** Vie Mar 20, 2015 10:35 am

Pasar demasiado tiempo dentro del Castillo me hacia sentir una especie de claustrofobia, por lo que decidí salir a respirar un poco de aire fresco. Era una hermosa tarde de primavera; a mayoría de las plantas ya contaban con retoños prontos por salir. Cinco minutos al Sol y podías sentir como la piel se revitalizaba. El aire, puro y cálido a la vez, lograba que mis pulmones de embriagaran.
A diferencia de mí, muchos de mis amigos habían decidido pasar su maravilloso día estudiando para los próximos exámenes. Siempre fui un chico que deja todo para último momento y logra safar con la nota. Era una práctica que ocasionalmente fallaba, por lo que no estaba en mis planes cambiar mi método.
Seguí paseando un poco más por lo jardines pensando en que dentro de poco volvería casa y vería a mis padres y a mi hermano. Mis ganas por derrotarlo en un partido de fútbol muggle había aumentado mucho o tal vez eran la ansias por volverlo a ver.
Tenía la esperanza de encontrarme con alguna cara familiar, o incluso, hacer nuevos amigos. Era una tarde para disfrutarla en compañía.

**Mary Jane Whilmore** Dom Mar 22, 2015 11:24 am

Salí a los jardines caminando a paso rápido. Tenía un trabajo larguísimo de Transformaciones que terminar y tanto en la Sala Común como en el dormitorio había demasiado bullicio como para concentrarme, un hecho que había llegado a irritarme bastante. No tenía ganas de ir a la biblioteca y aguantarme alguna de las quejas que siempre tenía Madame Pince, por lo que había optado en cambio por seguir con mis deberes al aire libre; sentarme en algún rincón de los amplios jardines que afortunadamente había en el colegio y disfrutar del silencio. Quizás hasta me cruzara con alguien interesante para charlar, que no escupiera mil palabras por segundo de temas insignificantes.
Con los libros debajo del brazo, me adentré algunos metros en los terrenos antes de parar a decidir dónde prefería ir. Divisé a un chico de Hufflepuff castaño que también paseaba solo y, con sorpresa, me di cuenta de que era John Whilmore. Siempre había tenido ganas de hablarle por el curioso hecho de que llevaba mi mismo apellido, así que decidí hacerlo. El trabajo podía esperar un rato más, y distraerme un rato ayudaría a recuperar mi buen humor. Me acerqué a él con una sonrisa.
- ¡Hola, John! - saludé, sintiéndome bastante ridícula pues no tenía idea de cómo empezar una conversación de la nada con alguien que apenas conocía - Soy Mary Jane, pero dime Jane. ¿Tienes ganas de dar una vuelta conmigo? Me aburre estar sola - solté una risita para disimular mi incomodidad. Aunque aún sentía cierta vergüenza, me parecía que había salido mejor de lo que me hubiera esperado.

**John Whilmore** Miér Mar 25, 2015 11:09 am

Caminé un poco más en soledad disfrutando de la bella tarde de primavera cuando divisé a la distancia una melena rubia que venía hacia mí. Ya un par de pasos más cerca distinguí que se trataba de Mary Jane, la chica francesa (como se la conocía en la escuela). Según lo que me habían contado, era una chica agradable y sociable, pero nunca había tenido la oportunidad de hablar con ella. Al fin y al cabo, era más gran de que yo.
Al principio me tomó por sorpresa el hecho de que se me acercara de la nada, y por más de que éramos los únicos merodeando por los jardines, volteé rápidamente la cabeza para comprobar que iba a hablar conmigo. No quería que ocurriera uno de esos momentos en los que ves a una persona saludando, piensas que va para tí y era para el tipo de atrás. Hubiese sido bastante vergonzoso.
Me saludó muy dulcemente, incluso parecía saber quién era. - Wow, me siento muy cool ahora que sé que una chica de último año sabe mi nombre. Encantado de conocerte oficialmente Mary Jane. - Dije dejando escapar una sonrisa. No se me daba mal lo de hacer nuevas amistades, siempre me consideré un chico sociable. Tal vez al inicio me sentía un poco más retraído, pero cuando terminaba de entrar en confianza, no había quién me parara. ( Razz

) - Claro, me encantaría pasear contigo, después de todo, yo también estaba buscando a alguien con quien charlar. - Agregué - Esos libros parecen muy pesados, ¿quieres que te de una mano? - Pregunté sacando a relucir un poco de caballerosidad. - ¿A qué se debe tal equipamiento? ¿tarea o algo por el estilo? - La curiosidad apareció, además de que no quería que me abandonara en el medio del paseo por tarea o cosas así. Hubiese sido aburrido quedarse solo de nuevo.

**Mary Jane Whilmore** Vie Mar 27, 2015 9:04 am

Solté una larga carcajada al oír el saludo de John. Mis conjeturas no habían estado erradas, siempre me había parecido que sería un chico simpático y gracioso y acababa de confirmarlo - Igualmente, querido - bromeé, fingiendo ser mucho mayor de lo que era debido a su comentario - Me siento halagada ahora que sé que los de quinto piensan ese tipo de cosas - dije a continuación, riendo.
Sonreí cuando aceptó dar una vuelta conmigo; según parecía, él había salido a tomar aire con la misma idea que yo y por lo tanto a ambos nos agradaba la compañía del otro - A veces me gusta venir y sentarme en algún lugar sola, al sol para hacer los deberes o quizás dormirme una siesta, pero la mayoría de las veces prefiero estar acompañada y todas mis amigas estaban ocupadas con otra cosa justo ahora - comenté de pasada, para entablar conversación. Afortunadamente ese no era demasiado problema para mí, justamente lo contrario: en ocasiones debía reprimir ciertos comentarios para no apabullar a mi interlocutor con tanta palabrería. Tenía la habilidad de hablar mucho de casi cualquier tema y rara vez ocurría que no tuviera nada para decir.
El siguiente comentario de John me enterneció e inmediatamente decidí que el chico me caía muy bien. Aunque por alguna razón se me hacía imposible verlo de otra forma que no fuera como amigo, no pude evitar pensar que la chica que fuera a ser su novia sería de lo más afortunada - La verdad es que se me haría más cómodo si compartimos un poco la carga, gracias - respondí, aceptando su ofrecimiento. En general me gustaba encargarme yo de mis cosas, pero si teníamos un largo paseo por delante los libros iban a empezar a molestar en algún momento. Le pasé uno bastante grueso (tendría unas cuatrocientas páginas o así) y me quedé yo con dos un poco más delgados. Me pareció que estaríamos más o menos igualados en peso - Sí, son para una tarea de Transformaciones interminable. Estaba intentando completarlo en la Sala Común, pero había demasiado ruido y ya resultaba molesto, por lo que salí para despejarme un poco y más tarde seguiré con eso. ¿A ti qué te trajo afuera?

**John Whilmore** Miér Abr 15, 2015 11:13 am

Solté una pequeña risa para liberar mis nervios y respondí: - Te sorprenderían los halagos que hay para tí entre los de quinto. - Reí y sentí al instante que había metido la pata, así que aclaré: - No por mi parte, claro. No quiero decir que no seas linda. O sea, wow, mirate... Pero no me gustas... de ese modo... Mejor me callo. - Sentía como mis mejillas habían tomado temperatura muy abruptamente, pero luego empecé a reír de la situación. Era una chica linda, pero nunca la había visto como una especie de amor imposible. Había algo que me lo impedía, tal vez no era mi tipo de chicas.
Escuché atentamente sus razones por las que disfrutaba viniendo a los jardines. - En algunos puntos coincido contigo, en particular con las siestas, aunque más de una vez me desperté flotando en el aire. - Reí – Yo también disfruto mucho de pasar el tiempo al aire libre. – Comenté - El aire fresco y el contacto con las plantas me renueva. Diría que es uno de mis lugares favoritos en el castillo entero. – Al ser un chico deportista, mis tardes en casa se trataban de ir de acá para allá detrás de una pelota o montado en una escoba mágica (cuando podía). De ahí mi goce por la naturaleza y es una de mis cualidades que todavía perduran en el tiempo.
Aceptó mi oferta y me entregó un libro gordo, el cual cargué con facilidad, mientras que ella se quedó con otro par. A continuación, me explicó que tenía tarea de transformaciones. - Me gustaría darte una mano con esto, pero veo que es magia muy adelantada. - Dije con una sonrisa. Me preguntó que hacía por lo jardines. - Digamos que mis amigos están repletos de tarea y decidieron pasarse este día hermoso encerrados en la biblioteca. Yo estoy en la misma situación, pero soy de esos que dejan todo para el último momento y les va bien. No pienso romper la cabala. - Reí un poco. – Además, si le sumo el hecho de que estoy haciendo una amiga nueva, no me voy de aquí por nada del mundo. – Comenté con una sonrisa de complicidad. Realmente esperaba llevarme bien con Mary Jane ya que no tenía muchas amigas mujeres. Era bastante tímido con ellas, un temor bastante ridículo, pero que esperaba superar en algún momento si pensaba terminar casado en alguna época de mi vida.
Seguimos caminando un poco más y le ofrecí de instalarnos debajo un árbol con un espeso follaje, un sitio que parecía muy cómodo. El peso del libro ya se hacía notar y de paso Jane podría hacer sus deberes. Me senté sobre la suave hierba y dejé el libro a un costado. En eso me intrigó algo: - Por cierto, me enteré que viviste en Francia, ¿eso es cierto? - Tener a alguien enfrente mío proveniente de otra cultura me resultaba muy interesante. Durante mi infancia me crie en Hungría, en el medio de Europa, pero nunca salí de allí y siempre tuve la fantasía de viajar y conocer el mundo (en especial ir a Egipto a ver dragones). - ¿Cuánto tiempo tiempo estuviste allí? ¿Naciste allí? - Habían sido muchas preguntas para una sola pasada, por lo que decidí dejar que ella hablara.