Calles de los suburbios

Las calles de los distintos barrios de la ciudad son más tranquilas, y en su mayoría permiten el acceso a las diferentes casas de los habitantes. Hay pocos negocios y casi todas las casas tienen el mismo estilo: angostas y de varios pisos.

Estaba caminando felizmente por las calles de este extraño lugar que curiosamente estaban vacías. No había nada que hacer, éramos solo yo y mi helado de fresa. Me senté en el cordón de la vereda y empecé a cantar. - Un nargle se balanceaba sobre la tela de una acromántula, como veía que resistía, fue a llamar a una llama. - no recordaba muy bien la letra, así que había decidido inventarla. Empecé a bailar al compás de la canción cuando mi helado se cayó, quedándome con el cono en la mano. Miré para los dos lados y al comprobar que efectivamente estaba solo, lo recogí y volví a comérmelo. Sabía a asfalto. Rico pensé, esbocé una sonrisa sin mostrar los dientes y seguí comiéndolo muy gustosamente.