Jardines

Acepté la bebida que me había dado Holly con gusto. -Holly, ¿tienes algo para comer?- le pregunté hambrienta. Esas chuletas de cerdo estaban invadiendo mi cabeza, quería comerlas inmediatamente, como si fuera algo necesario para vivir, o al menos así era en mi mundo.
-Soy Katherine Collingwood- le dije de mala gana, a la tal "Charlotte". No me caía bien. Tenía aspecto de ser una de esas chicas buenitas e inocentes, el tipo de gente que me molestaba.
Volviendo a la realidad, Ethan había respondido mi saludo, -¿Cómo estás?- le pregunté a Eth.
-Miren esto- les dije a los tres, para que contemplaran mi próxima obra maesta; había puesto una bengala en el centro, y la había lanzado. De la bengala salió un ruido, como si fuera de exploción. Unos segundos después, cuando la bengala ya estaba en el cielo, comenzó a dar vueltas por todos lados, como la anterior, pero esta vez, estaba tirando chispas violetas y azules. Ésta está mejor que la anterior, excepto por el color, me gustaba más la bengala Slytherin, pensé. Estaba dando vueltas por todos lados, e iluminaba todos los oscuros jardínes de Hogwarts. Eran hermosos todos los recorridos que hacía.

- A mí también. Igual podemos vernos en los pasillos - dije para animar el ambiente. No teníamos porque entristecernos por algo que no podíamos cambiar - Ouch, yo voy a 5° curso. ¿Es qué nadie aquí es menor que yo? - reí, y lo hice aún más cuando oí lo de los músculos de Ethan - ¡Creído! - comenté en broma, sin parar de carcajearme, y le pegué suavemente en el brazo. Era cierto que tenía músculos, pero no necesitaba presumirlo ante todos.
- ¿Y si tanto quieres ser su novio, por qué no sólo se lo pides? - pregunté, perpleja, intentando ayudarle. Iba a preguntarle si necesitaba mi auxilio cuando llegaron Katherine y Holly, por lo que no pude seguir hablando del tema con Eth - Un placer, Kate - dije sonriente, esperando que no se tomara a mal que la llamara por su apodo. No pareció muy interesada en charlar conmigo, sino más bien con Ethan, por lo que no me dirigí a ella para no molestarla y también para que pudieran conversar solos y tal vez mi nuevo amigo cumpliera su propósito. Me distraje con Holly, quien me dio una gaseosa. La tomé, la abrí y bebí un poco. En ese instante me di cuenta de que me estaba muriendo de sed. La terminé en pocos minutos - Nací en Charlotte, Estados Unidos - bromeé y luego, sin poder contenerme, estallé en carcajadas - ¡Era una broma! Nací en Londres, pero a los pocos días me adoptaron y desde entonces viví en Bournemouth. No sé si lo conoces ya que es un pueblo pequeño. Somos alrededor de 150.000 habitantes - sonreí con nostalgia. Aunque la pasaba genial en Hogwarts, siempre extrañaba un poco mi hogar - ¿Y tú? ¿Cuál es tu historia de vida?

- ¿Ah, sí? ¿Qué haces si te cae mal una persona? Tengo suerte de caerte bien... ¿Ó tal vez no? - dije entre risas, burlándome de Emily pero con cariño. Cuando me preguntó por mi casa, le sonreí y me dispuse a contestarle expectante por lo que diría - Lo creas o no, era de Ravenclaw. Puedes decir lo que quieras, no me ofenderé - comenté pícaramente y reí. Me quedé callado cuando se alejó - Una Coca-Cola, por favor - respondí a su pregunta - Oh, gracias, Emily - dije cuando me dio mi bebida y me la terminé en dos tragos largos - Para mí que Emily es algo así como una meteorolobruja o algo por el estilo, siempre que organiza sus fogones hace una noche preciosa - comenté en broma y reí a carcajadas. No sabía como se tomaría Elizabeth el comentario ya que con ella no tenía confianza, pero no me preocupé demasiado porque parecía una buena mujer. Me extrañó que nos felicitara, pero no lo exterioricé y, en cambio, le sonreí - Gracias. No creo que venga nadie más, el fogón ya ha comenzado hace rato - contesté - Y, ¿usted pertenecía a Hufflepuff cuando estudiaba, verdad, Elizabeth? Lo supongo porque usted ahora es la jefa de esa casa.

- ¡Yo también quería hablar contigo! Hace mucho que no nos veíamos y quería saber como te estaba yendo - sonreí. Escuché su propuesta sobre el Quidditch con atención - Es una buena idea, me inscribiré luego. Tendremos que esforzarnos para llevar nuestro equipo a la gloria. ¿Cuándo habrá entrenamiento? - pregunté con curiosidad, me integraría al próximo que hicieran - Aunque no tengo dinero para comprarme una escoba, por lo que tendré que usar una del colegio y no creo que sean rápidas. ¿Es eso una molestia? - quise saber, algo avergonzada por tener que rebajar al equipo, pero me había gastado casi todo el dinero que tenía. Apenas saliera de Hogwarts tendría que ponerme a trabajar urgentemente - ¿Bateadora? Creo que me postularé para buscadora - dije pensativa. Como ya no tenía nada más para comentar sobre el tema por el momento, volví a sonreírle - ¿Qué has estado haciendo hasta ahora? ¿Algún chico ha llamado tu atención?

- Claro, pero ese alguien no está aquí - puntualicé. Sonreí a Ethan - Mini - admití y solté una carcajada - ¿Has hecho un concurso para comprobarlo? - repliqué divertida a su comentario sobre sus grandes músculos. Mientras Holly se fue a buscar las bebidas, Ethan y yo cuchicheábamos sobre la tal Katherine - ¿Tiene novio? ¡No lo sabía! Jamás debí haberte dicho eso - me lamenté - Tendrías que buscar alguna soltera, Ethan, como Holly. Bah, creo - esbocé una media sonrisa. En ese instante llegó la aludida por lo que callé. Abrí la boca por la sorpresa que me produjo saber que había nacido en Brasil - ¿Te refieres al Brasil de Sudámerica? ¿O sea qué sabes hablar portugués? - pregunté con asombro. Eso quedaba muy lejos de aquí - Y yo que pensé que vivía lejos - reí - ¡Qué lindo! ¡Frente al mar! - suspiré. Ya me imaginaba lo genial que sería tumbarse en una reposera a la luz del sol con el ruido de las olas como música de fondo. Y luego, al término de la jornada en la playa ir directo al centro comercial para comprar todo tipo de ropa - Bueno, yo vivo también en un pueblo costero turístico, pero nada comparado a eso. Lo único que falta es que digas que tienes casa en alguna playa de México - bromeé - Bueno, me gusta pasar tiempo con mis amigos, charlando, cuando estoy en mi casa camino por las calles del pueblo con mis amigas muggles, ó sino también me entretengo mirando la televisión de a ratos. ¿Y tú?

- Me imagino, ¡sí eres la capitana! - exclamé entusiasmada. Me alivió saber que podría usar una escoba de aquí - Que bien, entonces mañana mismo me inscribo - afirmé. Me aseguró que no había ningún chico y que sería la primera en saberlo - Perfecto, gracias - sonreí. Estaba por volverle a preguntar sobre los entrenamientos porque al parecer había olvidado mi pregunta o no la había escuchado, cuando me la respondió. Parecía que hubiéramos pensado lo mismo al mismo tiempo - Genial, y te prometo que mañana mismo verás que estoy en el equipo. Yo también he visto un par de veces a los de Hufflepuff bajar a entrenar - dije, preocupada porque hubieran hecho más que nosotras - ¿Hay alguien más en el equipo? - pregunté.

Esa chica Charlotte no me caía demasiado bien, sentía que me quería excluir del grupo. Yo, decidí ignorarla, pero eso fue casi imposible, al oírla decir que era un placer conocerme. Yo no sabía que responderle, -Igualmente- le dije, aunque no lo creía de enserio. En cuanto a mi panza, estaba tronando por el hambre que tenía y nadie tenía nada para comer, ni siquiera Holly, que había traído bebidas, y me había dado una. Yo, para tratar de saciar el hambre, abrí la lata de gaseosa, que había estado reservando para cuando tenga sed, y comencé a beberla lentamente. -Que mal, tengo mucha hambre- le respondí a Holly, la cual me estaba cayendo cada vez mejor.
La profesora me había pillado por tirar las bengalas, y no se por qué razón la escarmentó a Holly también. Nos quitó cinco puntos a cada una, yo no entendía cuál era el gran drama, ya que una patética bengala no podía hacer ningún daño importante, asique me quejé - Profesora, no entiendo cuál es la parte mala de tirar una linda bengala al cielo- le dije severamente. Algo que me daba mucho enojo, es que las profesoras les quiten puntos a su misma casa, no entiendo por qué no se dan cuenta que no las beneficia a ellas tampoco. Pero como el dicho dice, cada loco en su tema, pensé algo furiosa.
Ethan me había ignorado por completo, yo le había preguntado de buena manera cómo había estado, y él decidió ignorarme. Yo no lo podía creer. Tal vez no me escuchó, me consolé en la mente. Decidí volver a preguntarle lo mismo, -¿Cómo estás Eth?- le pregunté, tratando de atraer algo de su atención, ya que parecía pintada para él. Luego de preguntarle, me puse a observar el fogón, que se veía muy grande y bonito. Ojalá el fuego fuera verde, desée.

Ethan me había respondido esta vez, y me había dado un beso en la mejilla. Eso era demasiado para mí. Si Kelly lo hubiera visto hubiera estallado. Él me preguntó cómo estaba, y me mencionó que él se encontraba bien. Yo le dediqué una sonrisa. -Bien, gracias. ¿Qué hacías?- le pregunté, para armar conversación.
Luego, Holly me llevó a un lado para buscar comida. Me tomó de la mano, y fuimos hacia una mesa, llena de comida por suerte. Holly tomó todo lo que pudo, y en el camino, ella se encontró con un chico. Él era apuesto, alto y castaño. Lo saludé haciéndole un gesto con la mano, -Hola- agregué. Una chica rubia se encontraba junto con él. La miré despectivamente; pero no le dije ni una palabra. POr su cara, debía ser una rubia hueca, que solo quería tener amigos y es muy tonta con todos; al igual que la chica que Ethan tenía al lado. Ellas quedarían bien juntas, supuse. Seguramente la rubia me saludaba a mí, y me iba a comenzar a hablar, al igual que me pasó con la otra; Charlotte. No tenía muchas ganas de hablar, así que le di un mordisco muy grande a un sandwich que Holly había traído. Ella tampoco me caía de maravilla. Aunque me caía mejor que las otras dos. Holly era diferente a como me lo esperaba; yo pensaba que ella iba a ser como yo, pero no resultó así. Aunque si era como yo no tenía muy claro si nos íbamos a llevar bien. No me podía imaginar dos yo juntas.

Mientras me agachaba para saludar a la chica rubía, tire sin querer queriendo un refresco sobre su regazo y salsa Ketchup en sus zapatos, no se como pude aguantar la risa y actuar a la perfección.- Hay, que tonta que soy, mil disculpas- soné preocupada al cien por ciento, pero me dí la vuelta para mirar a Kath y sin que se dieran cuenta guiñarle un ojo, no la conocía en lo absoluto por lo tanto por el momento me caía mal- Hay, en serio, disculpa- Mencioné con toda naturalidad. Luego tomé a Kath de la mano para marcharnos ya que en cualquier momento no iba a poder contener la risa, ni bien quedamos fuera de la vista de ellos rompí a carcajadas, fue algo de lo más divertido esta noche- Viste su cara-seguía riendo sin poder parar.

- Sí, mejor no lo averiguo - bromeé y le dediqué una ancha sonrisa. Emily era muy bella y encima, era muy graciosa y amigable. No podía quejarme de todos los amigos que había hecho ese año, eran uno mejor que el otro. Ahora sólo restaba encontrar una mujer con la que salir, no sabía si quería casarme o algo por el estilo aún, pero me agradaba la idea de tener a alguien con quien compartir mi vida al menos durante un tiempo. Descarté ese pensamiento de inmediato, no era momento de ponerme a reflexionar sobre ello, ¡estaba en medio de una fiesta! Emily se fue a hablar con dos de las alumnas, a quienes reconocí como Holly y Katherine. Probablemente era por el tema de las bengalas que esta última había tirado. Elizabeth se despidió - Claro, nos vemos otro día. Un placer haberla conocido - sonreí. La saludé con la mano y a la vuelta de Emily, le expliqué lo ocurrido - ¿Sabes? Yo también debería irme... me lo he pasado genial - dije, después de contarle que Elizabeth había tenido que volver al castillo - Tengo algunas tareas y exámentes que corregir. Espero cruzarte por los pasillos en la semana - me despedí, le di un beso en la mejilla, una costumbre más norteamericana que inglesa, y me dirigí a Hogwarts.

William me aviso que la profesora de Astronomía se fue y que el también debía irse ya que tenía que terminar algunas cosas del trabajo- Ok, suerte con eso- Sonreí- Nos vemos en en el castillo- Le devolví el beso de mejilla y me quedé observando a los alumnos como charlaban y pasaban el rato, en cualquier momento anunciaría el toque de queda y tendrían que volver a las camas, pero preferí darles un tiempo más ya que el fogón no sucedía muy a menudo.

- ¡Wow! No entendí una palabra de lo que dijiste. ¿Y cómo es que aprendiste a hablar inglés? - pregunté con una sonrisa. En realidad, tal vez Holly se equivocara en la pronunciación de alguna palabra, como no había hablado demasiado con ella no podía estar segura, pero me parecía que en general hacía un trabajo realmente excelente.
- ¡Claro que no debes coquetear con ella! - exclamé indignada - Pobre del novio... - me compadecí. Solté una carcajada por su siguiente comentario - Bueno, si tan seguro estás... Entonces no veo cual es el problema de tener un certificado oficial - bromeé - Ay, encantada de conocerlos, chicos - le sonreí a Ethan - No no, Johny y Brad les quedan muy bien - reí - Mmmm... no lo creo - negué con la cabeza - Te buscaremos un premio mejor. Cuando organice el concurso te lo diré.
Se ofendió por mi comentario y le miré preocupada, pero inmediatamente me dijo que estaba jugando y suspiré aliviada. Me había extrañado que se enojara por algo que había sido en plan de broma. El piropo me dio mucha gracia, y lo que dijo a continuación aún más - Dudo que yo sea tu tipo también - le dije en broma y reí.

- ¿No? ¿Estás tan seguro? La verdad es que no sé mucho de las cosas de amor, pero si ella lo ha elegido es por algo, ¿no crees? - le conté mis pensamientos - Es raro que alguien de tu edad se fijé en una chica tan pequeña, además - comenté.
Reí con su broma, había sido muy creativa. Me encogí de hombros por lo que dijo después - Es cierto, probablemente no vuelva a ocurrirme algo así jamás - solté una risotada - Supongo que tendré que vivir con la culpa. Me acostumbraré - le aseguré entre risas. Yo ya consideraba a Ethan mi amigo. Otra vez más recordé los reproches de mi madre sobre que yo entregaba mi confianza muy fácilmente y comprobé nuevamente que tenía razón. Aún así, no podía hacer nada al respecto, ésa era la verdad. Me dio un beso en la mejilla y yo sonreí.
- Claro - le acepté su autocumplido con un par de carcajadas. Era tan pagado de sí mismo que daba gracia. Me susurró de forma sexy que todas eran su tipo y yo negué con la cabeza - Acabas de decir que Holly no lo era, ¿te acuerdas? ¿O es que mentías? - le dije en broma y luego me puse de pie y tiré de su mano para levantarlo también - El fogón se ha acabado, así que mejor nos vamos, ¿te parece? Nos vemos algún otro día - me despedí con una sonrisa y un beso en la mejilla. Me dirigí al castillo en silencio, sabiendo que Alice estaría demasiado ocupada con su amigo como para venir conmigo, y contenta porque lo estuviera pasando tan bien.