Expreso de Hogwarts

él se alegró de que así sea. Solté una mini risa mientras miraba hacía abajo. Luego él dijo que no había tenido tanta suerte como él. - ¿Cómo? - dije sonriendo con cara de confundida. Él respondió a mi pregunta diciendo que estaba bien, y que tampoco me había visto. Me preguntó dónde me había metido y agregó que me extrañó. Me causo tanta dulzura lo que había dicho, era el chico perfecto. - Yo estoy espectacular. ¡Estuve rondando el castillo con la esperanza de encontrarte! pero no apareciste. Yo también te extrañé, mucho. - respondí.
Matthew quería ir a otro compartimiento porque el suyo estaba lleno e Slythies y la conversación estaba algo aburrida, así que agarró mi mano y me llevó a otro compartimiento. Me dejó pasar a mi primero, luego pasó él. Cuando yo ya estaba sentada junto a la ventana el cerró las puertas por la espalda lo que me pareció sexy. Solté una risa por mi pensamiento, luego sacudí mi cabeza para aislarlo y volví a Matt. Palmé el lugar junto a mi indicándole que se sentara. Saqué un tema para hablar el cual me daba intriga saber. - ¿Qué harás estas vacaciones?supongo que te voy a extrañar - le dije haciendo un puchero con mis labios.

Noté la suficiencia en su voz, me dijo que no olvidara nunca que ella siempre tenía la razón. Solté una risa corta y la miré un rato. Estaba satisfecho con mi actuación, ya que así no era yo normalmente. ¿Qué me estaba pasando? Ni yo lo sabía, pero la situación hubiese sido totalmente diferente si mi ‘yo’ real hubiese hablado con la Slytherin. Cuando rechacé el dulce, ella volvió a soltar lo de que no era igual a los demás. Hizo una pregunta acerca del chocolate –Pues, me alegra ser la primera persona que conoces a la que no le gusta el chocolate- sonreí. Luego de tantos años vividos, no lograba entender por qué no era como los demás. Con una vida común y corriente me hubiera conformado, pero no. Ya tenía mi lugar en el infierno con tan sólo 17 cortos años. Mis pensamientos fueron interrumpidos por su visión, me resultaba interesante que me contara lo que opinaba. Era una buena señal, ganas de hablar. Según ella, ‘nadie es igual a nadie’ y los perfectos son los más imperfectos de todos. –Siempre ocurre así, al ser perfectos son completamente imperfectos- me reí –Suena algo raro pero si intentas ser perfecto terminarás con el stress por los cielos- suspiré –Además, siempre que intentas hacer algo con perfección, tu naturaleza humana lo arruina- me reí –Me ha pasado, muchas veces- dejé de reírme y me torné algo serio. Parecía algo molesta porque quisiera ser igual a los demás –Bueno, simplemente no lo entenderías- miré por la ventana –Es una cuestión de igualdad, pues, no me parece que la vida haya sido tan injusta conmigo- volví mi mirada a ella, tenía la mirada tan fría –Solamente pido ser normal- hice una pausa, no sabiendo por qué le contaba todo esto a una persona que apenas conocía. -Yo no entiendo por qué los demás quieren ser diferentes- mi mirada se vuelve algo dulce, mostrando un lado más sensible del alma.
La enganché con lo de los tatuajes y una sonrisa coqueta se dibujó en mis labios –Claro, luego te los muestro si quieres- le dije -¿A ti te gustan?- le pregunté apoyando mi codo en el borde de la ventanilla y dejando descansar mi rostro en la palma de mi mano. Me confesó que siempre había querido visitar Noruega, le sonrío complacido y halagado, como si hubiese dicho algo bonito sobre mí, algo que quería escuchar. –Pues, ven a visitarme entonces- le digo sin quitarle la vista de encima. Katherine sacaba ese otro yo, que nunca antes había dejado salir. De alguna forma me liberaba, ser tan extrovertido y de alguna forma estaba agradecido con ella.
Así que, íbamos a jugar a las cartas y la apuesta iba a ser en dinero. Solté una carcajada al verla haciendo ese gesto que todos entendíamos tan perfectamente. –Claro ¿Empiezas tú?- le pregunté y me arrimé más al extremo del asiento, quedando más cerca de ella.

Me dijo que nada, que no me preocupara por su indirecta no entendida, a eso lo olvidé y seguí a Math. Respondió a mi comentario de que no había aparecido mucho, diciendo que lo lamentaba, que se sintió ausente pero aquí estaba. Me dio mucha ternura, a eso respondí - Aw, no lo lamentes, ya, aquí estás. - le dije y acaricié su mejilla.
Cuando estábamos dentro del compartimiento, él me contó que tendría que lograr que no lo maten por sus calificaciones, a lo que reí, - Muchos han tenido complicaciones este año, escuché que las notas de Ethan Hollyhead no fueron las mejores, y él es conocido como "el chico inteligente" - opiné. No quería imaginarme lo que me vendría el siguiente curso. Luego agregó que debería rendir algunos exámenes en Julio, - Bueno, supongo que te irá bien - apoyé.
Después comenzamos a hablar sobre que haría en las vacaciones, dijo que buscar un empleo. Me sorprendió un poco ya que yo lo veía como un chico que no le gustaba trabajar y esas cosas, - Oh, interesante. ¿Tienes algo en mente? - le pregunté interesada. Luego me preguntó sobre mi, que haría en mis vacaciones. - Pues... no tengo algo pensado, pero creo que también buscaré un empleo. Además, he escuchado que Ethan se compró un departamento y como Charlie es su mejor amiga la quería invitar al depto y mencionó que podría ir a pasar un rato. Pero no lo sé, tendré que estar enfocada en el trabajo. - respondí sin tener nada planeado. Luego el tren se detuvo, sabía que debía bajarme, por parte quería por mi familia y por otra parte no, ya que no quería despedirme de Math. - Oh, creo que habrá que bajar. No nos veremos por un tiempo... - le dije y besé sus labios por un rato, no un beso muy alocado sino romántico. Y lo abracé por el cuello. Luego, cuando lo finalicé, agarré mi empaque y dije - Escríbeme. -