Las Tres Escobas

El imbécil y poco hombre comenzó a pegarme, tome uno de sus brazos y se lo doble por detrás de su espalda, inmovilizándolo. -Enserio, déjalo ahí, no es lugar ni momento para pelear- Dije todavía conteniéndome, ni se imaginaba como yo era cuando me enojaba. Charlotte nos separo y luego el tal Ethan me tacleó para luego golpearme el rostro, eso si dolió un poco, ya que caímos sobre una mesa. Me lo saqué de encima- Creo que Charlie esta bastante mayorcita para elegir con quien estar y con quien no, y aunque no me gustes en lo más mínimo, eres su mejor amigo, y no le voy a andar diciendo como tu que no le convienes y que se busque otro mejor amigo. Acéptalo, estamos saliendo.- Me levante y lo dejé en el piso, no iba a volver a pegarle a lo sumo que él comenzara de vuelta con su papel de niño pequeño y caprichoso.
- Los machos no andan diciendo por ahí que son machos, ni los hombres siquiera hacen eso.-Dije mientras miraba a Charlotte, seguramente no me iba a hablar después de esto. Se abrazaron y comenzaron a hablar, no me podía permitir salir de mi perfecto auto control, por lo que tomé mi chaqueta y me la pasé por los hombros.
Me dirigí al baño de hombres del lugar, donde note que mi labio inferior comenzaba a hincharse un poco. Me moje la cara con agua fría, dándoles un tiempo para su charla, Ese niño estúpido y caprichoso arruino el día por completo, ahora Charlotte va a pensar que soy un chico totalmente violento, pero espero que no tanto como ese Ethel o como sea que se llame. Pensé mientras caminaba de un lado para el otro en el baño, le di un puñetazo al vidrio, para descargarme, este se rompió agrietándose y quedando como un rompecabezas en diminutos y desiguales pedazos todavía en su lugar, en cambio mi mano tenía varios cortes, no le di importancia, me la enjuague y salí para encontrarme de nuevo con Charlie y esperar a un lado a que terminase de hablar con Etherberta.

Siguieron peleando unos minutos más sin prestarme atención y yo me esforcé al máximo por encontrar alguna forma de detenerlos. Finalmente ellos pararon solos y Ethan se vino a hablar conmigo. Vi a Paul alejarse y lo seguí con la mirada para averiguar a donde se dirigía. Solté un suspiro de alivio cuando entró al baño de hombres, ya que temía que abandonara el lugar. Volví mi atención a Ethan.
- No digas eso, por favor - susurré. Su comentario me había herido, él sabía que yo nunca lo lastimaría a propósito. No estaba tan loca como para hacer sufrir a las personas que quería - Paul sólo está reaccionando a lo que tú le has dicho. Él no es así, o al menos no conmigo. Estoy segura de que te caerá y le caerás bien cuando se conozcan. Pero si no quieres intentarlo, no te obligo a nada, lo único que te pido es que lo respetes. Aún seguiré escuchando con atención tu consejo y te haré caso cuando me parezca lo correcto - sonreí - ¡Pero en este momento no veo porque cortar la relación si él no me ha hecho nada malo! - exclamé, tratando de hacerle entender mis pensamientos. Reí cuando me mandó a ponerme el pijama y negué con la cabeza, todavía con una sonrisa divertida en los labios - Vamos, no seas así. Sabes que soy lo suficientemente mayor, después de todo Katherine solo está en cuarto curso - le dije - ¿Prometes que te portarás bien?

- De acuerdo, aceptaré que no te caiga bien, pero eso no es excusa para matarlo a golpes y gritarle a los cuatro vientos, ¿sí? - le supliqué poniendo cara de perrito. Rompí a reír a los pocos segundos, siempre me ocurría cuando componía esa expresión. Me pidió que dejarámos a Katherine a un lado, y yo asentí en señal de acuerdo. Solté una risita porque él decía que su chica era lo suficientemente madura como para salir con alguien - ¿Estás insinuando que yo no? Tengo dieciséis, Eth, ¡tu misma edad! - exclamé.
- Nadie tiene derecho a cambiar lo que piensas, pero por ahora no ha dado pruebas de ser un mal candidato, así que no tengo por qué dejarlo. Es un buen chico y me divierto cuando estoy con él - le expliqué mi razonamiento y esbocé una tímida sonrisa a la espera de su respuesta. Exigió un beso en la mejilla, yo solté una carcajada y sacudí la cabeza - Tal y como si fueras mi hermano... - le dije divertida y le di un breve beso en su mejilla. Lo abracé y me alejé un par de pasos en dirección a Paul - Nos vemos después, ¿sí? - me despedí y lo saludé con la mano.
Al llegar al lado de Paul le pedí disculpas por lo ocurrido - ¡Lo siento, lo siento, lo siento! Prometo que haré todo lo posible para que no vuelva a pasar. ¿Qué te parece si pagamos y vamos al castillo? Ya es bastante tarde y tal vez nos ayude a relajarnos un poco, el ambiente se puso demasiado tenso - comenté con un dejo de tristeza - ¿Estás bien? - me interesé al ver su corte.

Luego de que terminara de hablar con Etherberta, volvió a donde yo me encontraba, ni bien llego comenzó a decir lo sentía- No te preocupes,no ha pasado nada- Le dije mientras sonreía, pero mi voz estaba fría y distante, ya que estaba ocupado pensando en mis propios asuntos.- Ya he pagado todo yo, ¿Lista para volver al castillo?- Dijo que ya era tarde y que ayudaría a calmar las cosas, Yo estoy calmado, el que no lo estaba era ese amiguito tuyo. pensé.
Se dio cuenta de el estúpido corte que me había hecho, por lo que puse la mano detrás de mi espalda y contesté con sequedad- Estoy perfectamente- Mi voz seguía estando fría, y mi mandíbula tensa que ya hacía que me dolieran los dientes, decidí no darle importancia.
Mire el techo con exasperación repentina, y miré a Charlotte- Bueno, ¿nos vamos?- Espere su respuesta por las dudas que quisiera pasar por algún otro lugar antes de volver.

- Mmmm... me parece que ya sabía como tratarme - le dije con una sonrisa de lado. No estaba enfadada ni nada por el estilo - Tampoco es inmaduro, es sólo una cosa que se hace por diversión. No quiere decir que seamos unos locos - lo contradije y me eché a reír al recordarlo. Había sido muy divertido.
- ¡No seas así! - exclamé y le pegué juguetonamente en uno de sus brazos - Ni siquiera tengo que contestarte a eso, porque ya sabes la respuesta - comenté un poco molesta porque pusiera las cosas así. Él tenía perfectamente claro que juntos la pasábamos muy bien, porque uno se puede divertir con más de una sola persona. Sacudí la cabeza con gesto de derrota al ver que no iba a poder sacarle su odio hacia Paul - Eres el mejor, Hollyhead - dije con un suspiro. Luego sonreí y me alejé en dirección a donde esperaba mi cita.
Paul se notaba frío, como si deseara poner cierta distancia entre nosotros. El hecho me entristeció pero respeté su decisión porque lo que había pasado no era su culpa.
- Gracias, luego te lo devuelvo - comenté con respecto al tema del pago. Asentí cuando sugirió volver al castillo, y volví a hacerlo cuando me aseguró que estaba bien. Caminamos en silencio hasta Hogwarts, y una vez allí me adentré en el colegio.

- Puede ser, no creía que la conocieras porque vives bastante lejos de su lugar de trabajo - comenté divertido y reí - Oh, que interesante - contesté por los trabajos de sus padres. Reparé en que para referirse a su mamá había utilizado pasado, pero no le dije nada al respecto. Apenas nos conocíamos, por lo que no tenía por qué entrometerme demasiado - Sí, sé que fue broma, no te preocupes - solté una carcajada - Ah, entonces no te había entendido correctamente - volví a carcajearme. Le devolví su sonrisa, pero con más energía que la de ella. Le propuse ir a cenar y ella aceptó por lo que nos adentramos en el lugar. Fui caminando entre las mesas hasta hallar una libre y moví su silla hacia atrás para que se sentara, y luego tomé asiento frente a ella - Bueno, ¿qué quieres comer? ¿Te gustaría compartir una pizza? - le pregunté - Ese invento de los muggles sí que es genial.

-Seguramente - Respondí entre risas. Cambiando de tema, dijo que ya sabía que se trataba de una broma y rió. Yo también reí un poco. - Yo tampoco me expresé demasiado bien. - Bromeé. Una vez que acepté su invitación caminamos hacia el lugar y cuando llegamos buscamos una mesa en donde sentarnos. Will movió una silla hacia atrás para que me sentara. - Gracias. - Dije con una tímida sonrisa. Había sido un lindo gesto, digno de todo caballero. Luego se sentó enfrente y me preguntó que quería comer. - Seguro, es deliciosa. - Dije - También me parece un gran invento, pero no supera la cinta adhesiva. Me ha salvado la vida en más de una ocasión. - Reí.

- No, te expresaste bien - le aseguré con una sonrisa. Nos sentamos a la mesa y ella me agradeció mi gesto. Siempre me habían criado de esa forma, para que fuera un caballero por lo que para mí era totalmente natural - No hay de qué - respondí mientras tomaba asiento frente a ella - Perfecto, entonces comeremos pizza. ¿De qué sabores te gustan? Yo me amoldo a cualquiera - dije con un guiño de ojo - Cierto, ese también es muy bueno. Hay que admitir que tienen creatividad, esos televisores son increíbles... - reí - Como mi madre es muggle, yo estoy muy acostumbrado a todos sus aparatos - comenté - Bueno, cuéntame algo. ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿Cuáles son tus películas favoritas?

Bueno, cuando se sentó me preguntó qué gusto de pizza quería comer y dijo que a él le daba lo mismo. Luego un guiñó un ojo y sonreí por eso - ¿Qué te parece napolitana? – Dije la primera que se me vino a la cabeza, esperaba que le gustara. Concordó conmigo y agregó que los televisores les parecían geniales ya que como su madre era muggle estaba acostumbrado a ellos. – A mí también me encantan y las computadoras son aún mejores. -Agregué. Más tarde me preguntó por mis películas favoritas y qué me gustaba hacer en mis tiempos libres. - Bueno, me gusta leer, ir al cine con amigos, a veces ir de compras, no sé… ¿Y a ti? –Sonreí – Películas… Me gusta Guerra de Novias, también me gustan las películas de época, como Orgullo y Prejuicio (La miro principalmente por Darcy), - Bromeé - no puedo parar de llorar con Titanic y con Querido John, – Reí - y hace poco ví Los Juegos del Hambre y me encantó. ¿A ti cuales te gustan?

- Perfecto - contesté y sonreí. Era una de mis favoritas - Completamente de acuerdo, aunque yo no tengo una computadora en casa aún. No paso el suficiente tiempo allí como para considerarla necesaria. Además, no es que tenga muchos amigos con los que mandarme correos y ese tipo de cosas, no creo que ninguno utilice esos aparatos - comenté y largué una risotada - También disfruto de la lectura, o mirar televisión. Ahora tengo que corregir tareas a veces pero bueno, es parte del trabajo. Varias veces vengo a Hogsmeade a pasear un rato, y de vez en cuando me veo con mi mejor amigo - le conté - Ya sabes, tiene novia... - reí. Escuché las películas que le gustaban y reí con su broma - Bueno, me gusta Furia de Titanes, las de Sherlock Holmes, las de Batman, las del Hombre Araña... - me quedé pensativo unos segundos y luego agregué - En general me gustan las de acción, misterio y ese tipo de cosas. Algunas comedias me caen en gracia también. Bueno, ¿dónde hiciste tus estudios? ¿En Hogwarts?

- En mi caso, si. - Contesté con una sonrisa - La mayoría de mis amigos son muggles, aunque suene raro. - Y reí un poco. Luego me contó las cosas que solía hacer en sus tiempos libres - ¿Y qué te gusta leer? - Tal vez recibía una respuesta que no fuera libros de historia. También me contó que a veces se reunía con su mejor amigo a pesar de que tenía novia. Reí un poco. - ¿Acaso pasa la mayor parte del tiempo con ella que lo ves tan poco? - Pregunté sin terminar de entender a lo que ese refería. Luego me habló de las películas que le gustaban - Genial, a mí también me gustan las de misterio. Las comedias me encantan, en realidad... cualquier película me viene bien que no sea de terror. Me asusto con facilidad. - Dije con mis mejillas levemente sonrojadas. Luego me pregunto por mis estudios - No, en Beauxbatons. - Respondí - ¿De qué casa eras en Hogwarts? - Miré el reloj, ya eran más de las diez. - Escucha, se esta haciendo tarde y debo volver a mi casa. - Dije mientras agarraba mis cosas y dejaba un par de galeones sobre la mesa. - La pase muy bien, espero verte pronto. -Dije finalmente con una sonrisa. Lo saludé y me retiré del lugar.

- Oh, que extraño - comenté sonriente - No sé, leo lo que venga en realidad. Pero mis favoritos suelen ser también de misterio, de esos que te matan con el suspenso - le expliqué - Si yo hubiera sido muggle, hubiera trabajado de detective - afirmé y solté una carcajada - O bueno, eso como hobby. Probablemente sería profesor también - volví a reír - Pero uno siempre puede soñar, ¿no? - bromeé - Exacto, trabaja de profesor, igual que yo, y le lleva gran parte del día, y después por lo general está en la casa o con ella. Pero ya lo agarraré y vendremos a tomar algo - solté una carcajada - Sí, yo no me asusto con facilidad pero la verdad es que no me divierten las de terror. Me parecen sin sentido - dije - Aterrorizan a miles de niños ingenuos que las miran haciéndose los valientes - reí - ¡Wow! No conozco muchas personas de allí - comenté pensativo, intentando recordar a toda la gente de Beauxbatons con la que me había encontrado alguna vez - En realidad, creo que eres la única aparte de una compañera de trabajo, Elisabeth - dije - Ravenclaw - respondí con una sonrisa - Claro, no hay problema e igualmente - le sonreí. Se retiró del lugar y la seguí con la vista hasta que desapareció. Suspiré y sonreí para mis adentros, esa mujer me gustaba mucho.

Arribé al lugar casi corriendo. Se me había hecho un poco tarde porque no había encontrado mi monedero, y no podía venir a Las Tres Escobas sin galeones. Entré al bar y busqué entre la gente a mi amigo. Lo encontré sentado un poco alejado de las personas, y fui hacia allí. Por supuesto, ya tenía un vaso de cerveza de manteca en la mano. Tomé asiento y le sonreí, curioso por saber lo que le habría pasado. Su rostro no mostraba su brío de siempre, por lo que comencé a preocuparme. Lo miré inquisitivamente, animándolo a hablar mientras pedía una bebida para mí también. Me la trajeron prácticamente al instante y di un sorbo mientras esperaba pacientemente a que mi compañero hablara.
- Bueno, ¿cuál es la razón de tanto apuro? - pregunté consternado, por si no había entendido mi anterior mensaje implícito. Me sorprendía que estuviera así de callado, dado que normalmente era más que feliz.

Spoiler:

- Vamos, soy tu amigo. Puedes contarme lo que sea - le dije para animarlo a hablar, y finalmente se soltó. Me relató todo detalladamente, y yo le presté muchísima atención, guardando silencio hasta que terminó. Exhalé abruptamente cuando me llegó a la parte de la conversación con Margaret por la estupefacción. En realidad los había visto siempre tan bien juntos que no me los imaginaba separados. La reacción de Margaret me pareció muy propia de un Slytherin, y finalmente comprendí por qué ella pertenecía a esa casa. Tenía total sentido ahora que conocía ese aspecto de ella - Bueno, debo admitir que sinceramente me sorprendió la aparición de tu antigua esposa - confesé - Claro, estoy aquí para lo que necesites. Pero no puedo aconsejarte sin saber qué es lo que pretendes hacer, o tienes planeado. ¿Con cuál de ellas quieres estar? - pregunté, intentando solucionar el problema para que mi amigo volviera a estar mejor. El problema era que al no haberme esperado que ocurriera aquello, no tenía idea de lo que mi amigo querría hacer.

- Mmmm... es una situación complicada - admití. Apoyé la cabeza sobre una mano, pensativo, y tomé un trago de mi cerveza de manteca. Escuché toda su charla sobre lo que sentía y pensaba, y asentí, ya que entendía lo que me decía - Supongo que la pregunta principal con respecto a Ainhoa es si realmente has perdonado su traición. ¿Es así? - quise saber - Todo eso que sentiste cuando volviste a verla, ¿eran solo recuerdos de sentimientos pasados o se ha convertido en algo actual? - dije, intentando pensar como mi amigo - Bueno, siempre que te vi con Margaret rebosabas felicidad, así que me parece que ella no es mala opción. Y si te perdona y vuelve contigo no creo que sea para condenarse de por vida, para mí ha quedado bastante claro que ella no haría eso, ¿no? - reflexioné - Para mí, todo se reduce a lo que tú desees para tu vida. Y, vamos a ponernos cursis, con quién sientas que es amor de verdad y no una ilusión. De todas formas sabes que no tengo tanta experiencia porque ninguna de mis relaciones ha durado, no puedo opinar tanto sobre lo que se siente.

~ Gringotts actualizado ~

Mencionó que no era quién para no perdonar, yo asentí pensando que quizá era cierto. Él también había cometido errores, incluso algo parecido a lo que le había hecho su ex esposa a él, pero igualmente no era totalmente similar. Lo de Ainhoa había sido mucho peor - Sí, bueno, en realidad cualquier mujer que te atraiga te dará a elegir entre miles de caminos posibles. No sólo Ainhoa - añadí - Además, creo que tienes algo de debilidad por las mujeres, ¿no crees? - le dije, medio en broma para levantarle un poco el ánimo - El que estés seguro de que la amas ya es algo, es algo positivo - comenté, y le di unas palmaditas en el hombro. Era un gran progreso.
Escuché toda su decisión y asentí, pensativo. Me preguntó mi opinión y me tomé unos segundos antes de responder - Mmm... Yo creo que has hecho bien, porque de todas formas no puedes cambiar lo que ya pasó, así que si Ainhoa te hace sentir algo especial puedes probar con ella. Si no funciona, nadie te obliga a quedarte con ella hasta el fin de los tiempos, ¿no? - reflexioné - Es más, la relación con Margaret ya ha terminado, por lo que no tienes nada que perder - finalicé - Vamos, anímate. Alguien a quién creías perdida volvió en tu busca - dije, para levantarle un poco el ánimo. Cuando terminamos de charlar, pagué lo que había bebido y me retiré del lugar, diciéndole a Elliot que apenas me necesitara me llamara.

Caminé por las calles de Hogsmeade rumbo a mi casa. Acababa de salir del Ministerio y no había comido nada en todo el día. Mi estómago no había parado de sonar y con el correr de las horas el ruido, y el hambre, se volvían peor. El hecho de llegar a mi casa y ponerme a cocinar me daba un poco de pereza. Creo que no importará si hago una parada, pensé. Entré rápidamente en Las Tres Escobas. Busqué una mesa libre y me senté en ella. Observé el menú. Sólo fue cuestión de minutos hasta que la camarera se acercó a preguntar por mi orden. Pedí un ensalada mixta junto con una gaseosa para acompañarla. Esperé un rato hasta que me entregaron mi almuerzo. Comencé a comer. A medida que transcurría el tiempo, más gente entraba en el lugar. Eso me hizo pensar que tal vez no había sido la única en optar por la comida rápida.

Entré al local un poco cansado para tomar una cena rápida e irme a casa. No era un genio de la cocina, por lo que había preferido pasarme por Las Tres Escobas y sacar la preocupación de la cena de mi mente. Además, como venía de organizar algunas cosas en Hogwarts para el nuevo curso, me había quedado de pasada. Cuando revisé el lugar con la mirada en busca de un lugar libre para sentarme, una cabellera castaña oscura me llamó la atención. Me parecía conocerla de algún lado. Al observarla mejor, me di cuenta de que era Bonnie, una bella muchacha que había conocido unos meses atrás en las calles de este mismo pueblo. Sin pensármelo dos veces, me acerqué y me senté frente a ella.
- ¡Hola, Bonnie! - saludé, y reí - ¿Te apetece compañía? - pregunté - Mi compañía - especifiqué, en broma.