Pasillo de las Mazmorras

Estrecho y oscuro, iluminado tan sólo por unas pequeñas antorchas. Lleva al aula de Pociones, al despacho del profesor, y a la Sala Común de Slytherin.

Salía de la sala común de Hufflepuff, la verdad, nada había cambiado hace semanas, todo era tan quieto y silencioso últimamente, aburrido y solitario. Caminaba por el pasillo yendo al Gran Salón a ver si me encontraba con Charlie, Tanner o tal vez Fabian. Hacía mucho no los veía, quería hablar con alguien ya que estaba muy aburrida estos días. Por suerte la dislexia no era un tema muy trágico, estaba mejorando y eso me hacía sentir bien, ya que no tenía tantos problemas para realizar mis tareas o los exámenes pero todo era tan muerto que lo único que me mantenía ocupada era hacer mi tarea, triste. A matthew tampoco lo veía hace mucho, lo había visto hablando con Katherine un par de veces, ni me molesto en interrumpir, pero sí me da muchos celos. Pero... ¿qué cosa no me los da? me molestaba ser así. Igualmente lo extrañaba mucho, a él no lo veía hace muchísimo tiempo, podría estar con otra tranquilamente y yo ni me enteraría, igual creo que él nunca me haría eso. Seguí caminando y pensando acerca de todo eso.

Estaba esperando apoyado contra una columna. Había terminado de hacer mis deberes de Encantamientos y decidí aprovechar mi tiempo libre pasando la tarde con Alice. Cada vez que la veía volvía a enamorarme una y otra vez. Solo con el simple hecho de que me sonriera ya me tenía cautivado. 

Por algún extraño motivo, que ni yo estaba muy seguro, no nos habíamos visto en un largo tiempo. Supongo que las materias influyeron, seguramente fue una de las mayores razones. Fue por eso, que aguardé en los Pasillos de las Mazmorras hasta que finalmente la vi salir de su Sala Común. Muy lentamente me giré sobre la columna para verla de frente. Parecía perdida en sus pensamientos. - ¿Todo bien, preciosa? - Dije con mi voz seductora una vez que la tuve suficientemente cerca. - Cómo has estado? - Rodeé su cintura con una mano y le di un beso en su mejilla -Te extrañé - Tal vez era yo, pero ese día estaba más linda de lo habitual.

Seguía caminando pensando en muchas cosas, ¿Cómo le habrá ido a Charlie en sus exámenes? ¿Estará con alguien? ¿Qué estará haciendo Matt? ¿Dónde podría encontrarse Tanner para hablar? ¿Qué puedo hacer para no aburrirme? decía en mi mente. Pensar, era lo único que hacía últimamente. Caminaba sin detenerme cuando escuché una voz masculina, obviamente la reconocí, era de Matthew. Su voz hacía que cada vez que la escuchara se me haga un revoltijo de mariposas en el estómago, no podía evitarlo. No terminaba de comprender como un chico como él estuviera con una persona como yo. - Hola - saludé sonriente. - Todo más que bien - respondí agradable. Me preguntó cómo estaba, mientras rodeaba mi cintura con sus brazos - Muy bien - respondí. Besó mi mejilla. Matt y yo últimamente estábamos algo distanciados... no porque nosotros queríamos, sino porque no nos veíamos, y cuando lo hacíamos ya no teníamos tema de conversación, no demasiado. - ¿Y tú? - le devolví la pregunta acerca de cómo estaba. Me dijo que me extrañaba, solté una risita pequeña y contesté - Yo también, Matt. Hace mucho no te veo - lo abracé. De verdad lo echaba de menos, amaba sentir el olor de su rico desodorante mezclado con el perfume que usa cuando lo abrazo, las razones para amarlo eran más de un millón. - ¿Qué anduviste haciendo? - pregunté agradable.

- Yo estuve bien, mucho mejor ahora que te veo. - Podía aparentar que estaba de tratando de hacerme el galán con ella, pero me salía del alma ser así. No mentía en nada de lo que le decía. 

 Me preguntó qué había estado haciendo a lo que respondí: - Bueno, estuve ocupado con las materias. Tuve un trabajo enorme de Encantamientos que por fin lo terminé hoy, así que aquí estoy. - Comenté - Además, hubieron un par de prácticas con el Quidditch. Hollyhead sigue jugando tan pésimamente como siempre. Va de mal en peor.  - Ese chico era un completo idiota. Cada día me daban más ganas de meterle la varita por la nariz y sacársela por el ojo. Todo mi odio iba contra él. - Mmm... - Dije pensando. - Por último conocí a una chica el otro día. También es de Slytherin, dos años más chica que yo. Su nombre es Katherine, tal vez la conozcas. Si no me equivoco es la prima de la francesita... ¿Mary Jane?. Resultó ser muy agradable, estuvimos charlando un rato. Parece simpática.- Luego, pensé que había metido la pata con lo que había dicho. No quería que lo tomara a mal o que le buscara un segundo sentido. Katherine era una persona muy agradable, pero solo como una amiga. Esperaba que no le molestaran mis halagos hacia ella ya que conocía lo suficiente a Alice como para decir que era alguien un poquito celosa. - ¿Y tú? ¿En qué anduviste? - Pregunté con interés. 

- Genial. - respondí a lo que me había dicho acerca de como estaba. Me sentía feliz porque él estaba bien, no sabía nada de Matthew hace varios días. Primero, habló de su trabajo de encantamientos. - Mejor que estés aquí, la verdad es que enserio te extrañaba. - respondí. Luego habló de que Ethan jugaba muy mal al Quidditch, me molestaba un poco que lo odie tanto, es decir, si lo conociera en verdad vería que es buena persona. Puede que sea muy egocéntrico, pero Math también lo es, y Ethan es un chico muy amable cuando lo conoces. - No digas eso, es mi amigo. Además... tal vez juega mal pero te sacó el puesto de capitán del equipo. - reí. Luego me di cuenta que fui una estúpida en haberlo dicho y que seguro mi comentario lo enfadaría. Después me explicó que conoció a una chica, ahí va de nuevo... pensé. Los celos comenzaban a aumentar cada vez mas a medida que me iba explicando, mira vos... sólo pensaba. Que ira me estaba agarrando, ¿por qué me lo contaba? ¿le da risa verme enojada? porque a mi me molestaba enserio, es decir, mis celos hacían que me enoje mucho aunque no quería, pero él también sabe que soy así y viene a contarme eso como si fuera mi mejor amigo, y no, es mi novio. - Ah mira vos que interesante - dije enojada. Bajé la mirada con mi rostro totalmente cambiado, tenía una cara de desagrado, me encontraba muy celosa. Me preguntó en qué andaba yo, - Bueno yo también conocí a un chico. Es muy bueno, su nombre es Tanner, reservado pero agradable. - respondí. Sabía que él también era un poco celoso, pero no podía enojarse, él lo hizo primero conmigo. - Tal vez deberías conocerlo, es muy buena persona. - agregué.

Me dijo que había estado bien, eso me alegro por ella, y que se ponía feliz de verme ya que me había extrañado - Qué tierna eres - Y le di un corto beso en los labios. 

Me regañó por lo que había dicho de Ethan. Para ella, él era un chico agradable, un buen amigo cuando lo conoces, pero creo que lo conocía lo suficiente como para decir que no me parecía un buen tipo. Alice perdía su tiempo con él. Me molestaba que se hablaran. Siempre me hacia sentir esa amarga sensación de que estaba buscando el momento para quitarme a mi chica. Sin embargo, lo que más me molestó fue cuando dijo que mi odio hacia él iba porque me había sacado el puesto de capitán. - Podrá ser capitán, pero sigue siendo un soquete. - Dije en tono cortante - Además, sigo pensando que fue injusto. - ¡Poner a ese patán de capitán en mi lugar! ¿A qué clase de idiota se le ocurre? Yo sabía que yo era mucho mejor que él, por lo cual el lugar me correspondería a mi.

Ya esto me había molestado un poco, pero aún faltaba lo de Kath... 

Fue entonces cuando supe que la conocía lo suficiente cómo para adivinar su próxima jugada. Me mordí la lengua, era evidente que se pondría celosa. Esa respuesta con enfado no podía indicar otra cosa.  - No puedo creerlo, ¿te has enojado porque hablé una vez con Katherine?  - Insinué con sorpresa - Es solo una amiga. No me hagas esto. - Siempre ocurría lo mismo. Cada vez que me hablaba con alguna chica saltaba la escena de celos. Amaba a Alice, pero a veces sentía que no tenía la suficiente confianza en mí. 

Cuando le pregunté sobre ella me dijo que había estado con Tanner. - ¿Me lo haces a propósito, no? - Dejo escapar. Claro, como ella se pone celosa por lo de Kath pretendía que yo me enojara por lo de Tanner. Y lo peor es que lo consigue.  - Ese tipo esta en mi lista negra. Gusta de ti por si no te acuerdas y no se preocupa en ocultarlo.  - Esto me estaba poniendo los nervios de punta.

Me dijo que era tierna, por lo que esbocé una sonrisa sin mostrar los dientes. Hablando de mi amigo Ethan, dijo que seguía siendo un soquete y que fue injusto lo del cambio de capitán. A mí no me parecía que era así, es decir, Matthew jugaba increíblemente bien al Quidditch, pero Ethan nació para los deportes, tal vez eso influye y de seguro lo hace. - Bueno a mi no me parece que sea mal jugador. - confesé con tono cortante.
Hablando de Katherine, me preguntó asumiendo al mismo tiempo que me había enojado porque el hablara con ella. ¿Era enserio? está bien que sea celosa ¿pero no me conoce lo suficiente como para saber que nunca lo apartaría de sus amigos por unos estúpidos celos? - ¿Lo dices enserio? - dije confundida - A ver, que yo no me opondría nunca entre tus amistades. - agregué con tono de enfado. - ¡No te hago nada, Matthew, que te digo que no es así! - contesté ya molesta a a su comentario. Cuando le hablé sobre Tanner, supe que también le molestó. Me preguntó si se lo hacía a propósito, pero obviamente, una pregunta retórica. - ¿A propósito? ni que fuera tan infantil. - pausé - ¿Tú puedes hablarme de tus... "nuevas amistades" pero yo no puedo hablarte de las mías? - pregunté ya demasiado enojada. No podía creer como a veces Matt reaccionaba ante las cosas que le decía. Para variar, agregó que Tanner gustaba de mí y que no lo ocultaba. - Bien, ya estás exagerando. ¿Qué gusta de mí? ¡basta, Lemarcks! sólo soy su amiga, él es frío no está para andar enamorandose por ahí, me toma como su amiga. - le dije. Matthew sabía que cuando lo llamaba por su apellido era porque estaba realmente molesta, ansiaba que dejara de provocarme sabiendo que estaba tan enojada con él. - A veces me dan ganas de golpearte - confesé - No puedo creer que reacciones de esa forma. - agregué - Eres increíble. - dije sin poder creer que sea así, al menos conmigo.

En cierta forma lo que más molestaba no era el hecho de que defendiera a una persona que no me caía bien, sino a Ethan. No sabía que podía encontrar de bueno en alguien como él. - Como digas. - Dije descartando el tema. La verdad no tenía ganas den discutir con Alice solo por Ethan, era darle demasiada importancia a alguien que no se la merecía. 

Con lo de Katherine, empezó a decir que nunca se opondría a una amistad mía con ella. Mmm, habrá que verlo, pensé.  - Bueno, si no es así dicelo a tu cara. Te has transformado de segundo al otro. - Si no le molestaba, ¿por qué se había enojado? A veces me costaba entender tanto a las mujeres, cambian tan rápido de ánimo como de sudadera. - Supongo que no te opondrías - Agregué. - Simplemente espero que tus celos no aparezcan, te conozco. Eres igual a mi en ese sentido, no lo niegues. - No podía echarle toda la culpa a ella si al final yo era igual. No iba a decir que no me gustaba cuando se ponía celosa, pero podía volverse molesto en determinados momentos. Esperaba que este no fuera uno de ellos. 

Se enojó conmigo por lo que había dicho de Tanner y me di cuenta que estaba así porque me llamó por mi apellido. - Ay, Alice, a veces eres tan ingenua. Es obvio, se le nota en la mirada cada vez que te ve. En cierta forma lo entiendo, pero no puedo evitar que me moleste.  Además, el hecho de que sea frío no evita que el chico no tenga emociones. - Respondí lo últimoen voz un poco más alta. A continuación dijo que le daban ganas de golpearme cuando me ponía así. - Pegame si quieres.  - Dije en tono seco - No estoy tratando de ser sobreprotector, solo te abro los ojos. Ese chico quiere algo contigo, en el sentido romántico. - Yo perfectamente podía decirle como eran las cosas. Después de todo, yo también era hombre y sabía como funcionaba el asunto de conquista de mujeres.

Intentó evitar el tema de Ethan, bajé la mirada acompañada de una cara de disgusto, no me agradaba la situación. Hablando sobre Katherine, me dijo que se lo comunicara a mi rostro. No me gustaba que me tratara así - A ver, que yo no puedo evitar no tener celos. - dije con tono elevado. - Pero no me opondría. Tú no entiendes. - dije cansada de que me dijera todas esas cosas, a ver, ¿cómo podría decírmelo si él también estaba celoso de Tanner? no tenía sentido. - Ah, genial, esperas que mis celos no aparezcas cuando te molestas porque Tanner pasa tiempo conmigo y supuestamente esta enamorado de mi. Cosa que yo no creo. - respondí son estar de acuerdo ni con una palabra que decía. Me molestaba tanto todo esto. - "espero que tus celos no aparezcan" - repetí imitando su voz, algo exagerada, más bien estúpida. Tenía ganas de reírme porque mi voz había sonado tan idiota, pero no iba a hacerlo, era muy orgullosa como para verme divertida ahora, y en un momento tan serio como éste. - Bueno, te informo que no puedes controlar lo que siento, aunque queramos hacerlo. - dije enfadada. - Nunca negué que soy celosa, pero te agradecería si dejaras de recordarmelo - contesté seria a su último comentario. Luego, seguimos con el tema de Tanner y yo. Me dijo que era ingenua, ya habíamos comenzado con la pata izquierda. Me crucé de brazos inmediatamente. - ¿Te escuchas cuando hablas? - pausé - Me dices que no quieres que aparezcan esos celos míos, piensas que me entrometo entre tus amistades, y luego dices que no puedes evitar que te moleste que me hable con él. ¿No es lo mismo? - no entendía a Matt, no sabía que estaba pasando. Cuando dije esas cosas sobre querer golpearlo, y todo eso, primero soltó un "pegame si quieres" cortante y frío. - Es un decir, sabes que no golpeo - respondí también fría. - ¿Y si lo quiere, qué? yo no lo deseo como él, solo quiero que sea mi amigo así que ¿cuál es el problema? - le respondí, que bronca me daba que sea así conmigo.

- Sí que entiendo, a la perfección. Alice, yo no me opongo, a lo... Ya está, déjalo ahí. - Estaba frustrado. LA verdad del asunto es que no me oponía a su amistad, solo que le tenía desconfianza a él en extremo. Yo sabía que cuando tuviera la oportunidad de que se le abalanzaría y ahí sí que se armaría un gran problema. - Claro, que yo también me pongo celoso, porque no te quiero perder, pero lo que me molesta es que lo compares con lo de Kath. ¡El chico está atrás tuyo hace mucho tiempo y no te das cuenta! - Dije molesto - Además, el hecho de que no lo creas no quiere decir de que no sea cierto. 

A continuación me imitó por mi comentario sobre los celos. - Claro que no, pero a ver si lo entiendes. Entre Kath y yo no hay nada. Ahora, por parte de Tanner si hay más y eso es lo que hace que parezcan los celos, no por ti, por él. Yo sé que de a poco va a buscar la forma de alejarte de mí... - Odiaba pelear con Alice por estas cosas, pero teníamos que hablar, aunque fueran a los gritos. Mi mayor miedo era que si Tanner está atrás de Alice, ella pudiera llegar a enamorarse de él. Eso me partiría el alama en mil pedazos. Quería decírselo, pero el orgullo y el enojo me lo impidieron. A veces las mujeres podía ser tan... tan... histéricas. "No, no tengo celos" "No puedo evitar estar celosa" "te agradecería que no me recordarás todo el tiempo lo celosa que soy" Casos como estos solo requieren de inspirar aire profundamente... Treinta veces seguidas y con una máquina de oxígeno. 

A continuación hizo todo un kío que ni yo terminé de entender - Volvamos al principio  - Dije ya un poco fuera de mis casillas - Sí, no me gusta que te hables con él. Si fuera por mí te mantendría lo más lejos que yo pudiera de él, pero solo por él hecho de que te quiere. Ahora, como no soy nadie para hacerlo, no lo hago.  - Dijo que en realidad nunca golpearía a nadie, yo no me lo esperaría. No sería muy propio de ella. Comenzaba a estar harto de esta situación. - Mira, si es por mí, ve, quédate con el todo el día, pero donde yo vea que te pone un dedo encima, lo mato a golpes.  - Había sonado muy violento lo último, peor era lo que ocurriría de verdad. 

Él había dicho algo pero no terminó la frase, lo que me dejó con mucha intriga. Decidí insistir para que me lo dijera, tenía miedo de que sea algo grave, tenía miedo de que él se cansara de mí. - ¿Oponerte a qué? vamos, termina la frase - dije ya enfurecida. - Nunca comparé nada con nada, para mí, las dos situaciones son iguales. Tanner no está enamorado de mí, y si lo estuviera, tendrías que saber que yo nunca haría nada para estar con él porque sabes lo mucho que te quiero, no entiendo porque te enfadas tanto, ¿Desconfías de mí? - respondí con un nudo en la garganta, pero intentaría no llorar, me daba vergüenza y no iba a dejar que un hombre me haga daño, al menos trataría que no fuera así. Sabía que él saldría con algo como "¿tú desconfías de mí?" porque estábamos en la misma situación, pero la verdad es que, aunque lo odiara, tal vez si sentía algo de desconfianza, ya que Matthew solía ser un mujeriego sin límites y Katherine es una muchacha muy bella.
Me había enojado mucho lo que había dicho sobre Tanner, eso de que haría lo posible para alejarme de Matt. Yo sabía perfectamente como era él, Matthew no. - No puedo creer que digas eso, estúpido arrogante. No conoces ni un poco a Tanner, es una de las personas más amables y puras que he conocido, nunca haría nada para separarme de mi novio. - estaba realmente sacada de quicio, era un idiota, me molestaba que hablara sin saber.
Cuando hablo sobre que le gustaría alejarme de él pero no puede contesté - Sí, obviamente no puedes. Yo también pienso lo mismo acerca de tu... amistad con Katherine. - respondí. Luego, soltó otro comentario, diciendo "que si era por él, me quedara todo el día con Tanner" Oh, vaya que te importo... pensé. Dijo que lo golpearía - No digas eso, ¡no te atrevas a hablar así de mis amigos, Lemarcks!. - respondí acerca de eso que había dicho, eso de que lo mataría a golpes. - Matthew, sé que es dificíl pero hay que calmarse. - dije con una voz mas dulce, intentando no volvernos violentos, no quería que algo terminara mal.

Ignoré la parte en la que ella me pidió que terminara la frase. La verdad era que ni yo estaba muy seguro de lo que quería decir. En cierta forma, mi subconsciente me decía que en el fondo Alice tenía algo de razón, pero como siempre, mi orgullo, e incluso mi terquedad, iban un paso adelante. Me aclaré la garganta cuando me preguntó si desconfiaba de ella. Yo creía que no... ¿o realmente lo hacia? Por momentos mis pensamientos me confundían. La verdad es que no creía que ella me reemplazara por Tanner, pero mi temor iba en que él quisiera acercarse a ella de una forma que yo no aceptaría. - No - Dije finalmente con voz tensa - Lo que quiero decir es que, no me preocupa tanto por tu parte... Es él.  - Esas fueron las palabras que me salieron para explicar toda la confusión que había dentro de mi cabeza. Amaba a Alice, más que a nadie, y por esa razón siempre tenía miedo de perderla. - Créeme cuando digo que él no te quiere solo como una amiga, se le nota en la mirada - Mi voz se endulzó, solo por un momento. 

¿¡Cómo me había llamado!? - ¿Estúpido arrogante? ¿Eso es lo que yo soy para ti? - En ese instante todo mi enojo se había acumulado. No podía creer que me llamara así.  - Lo felicito si es tan buena persona, es más, que vaya a hacer actos de caridad si tiene ganas. Pero que no te ponga un pelo encima.  - No estaba gritando, pero mi voz sonaba dura y fría. Quería que tomara en serio todo lo que estaba diciendo. 

Sobre alejarnos de nuestros "pretendientes": - Espera, ¿estás diciendo que si pudieras lo harías? - La miré expectante - ¿Desconfías de mí? - Pregunté copiando su tono de reproche.  - Responde con sinceridad. - Suponía que viniendo de Alice, no me diría la verdad. Siempre ponía en juego primero los sentimientos de los demás, pero esta vez quería que en serio me dijera que pensaba sobre el asunto. - ¡No dije que fuera a hacerlo! - Respondí levantando la voz a lo de los golpes. - No lo haré si se mantiene en la raya - Aclaré. A continuación, dijo que había que calmarse. La miré con el ceño fruncido. - De acuerdo - Mi tono se volvió más suave al decir esto. A decir verdad, creía que me había mantenido lo suficientemente calmo en comparación a otras veces. 

Negó que desconfiaba de mí, dijo que el temor no venía por la de mi parte sino por la de Tanner. Me dio un poco de ternura, y hasta algo de pena. Yo sabía lo que sentía, tal vez no estaba tan errado después de todo, pero me hacía sentir como si a mi me gustara que Tanner se fijara en mí. - Si tanner llegara a hacer algo inapropiado estando de novia contigo, me enojaría mucho y no lo dejaría pasar - respondí para que se quedara más tranquilo. - Bueno, sabes que me gustaría creerte pero no puedo, porque yo no creo que sea así. Tal vez sea demasiado inocente como para darme cuenta, o tal vez solo tenga razón. - contesté a su último comentario acerca del tema.
Cuando lo insulté, dijo algunas cosas que me hicieron sentir mal. - Para mí no lo eres, no estaría con alguien así - dije fría mientras hacía una pausa - pero deberías reconocer que a veces te comportas como uno - agregué sincera, cruzando mis brazos y levantando una ceja. Toda esta discusión me tenía los pelos de punta, tenía miedo de que todo acabara mal. - Nadie dijo que iba a hacerlo, solo somos amigos y él lo sabe, sabe que tengo novio y te respeta. Nunca haría nada para alejarme de ti y no puedes decir nada sobre ello porque no lo conoces - contesté enojada. Cada vez me molestaba más que hablara sin saber sobre Tanner, el pobre muchacho era un amigo mío sin ninguna intención distinta que esa.
- No, no lo haría por que Katherine es tu amiga, ¿qué no me escuchaste cuando te lo dije unas... veinte veces? - dije cortante, y distante. Me preguntó si desconfiaba de él y me pidió que sea sincera. No era exactamente así. - No - pausé para armar mi siguiente oración - Pero a veces no puedo evitar pensar cosas feas, ya sé que no lo harías pero sabes como era tu reputación con las chicas. ¿No te pasaría lo mismo si yo fuera una de las muchachas que están con todos los chicos que se les cruzan? Ponte en mi lugar e intenta entender lo que siento - respondí con un nudo en la garganta. Lo único que quería hacer era abrazarlo y olvidar todo esto, pero no podía, quería que él entendiera como son realmente las cosas. Además, estaba enojada y mi orgullo me lo impediría a toda costa. Levantó la voz cuando le dije que no hablara así de mis amigos - ¡Yo nunca dije que lo harías! - levanté también mi voz - ¡Solo te dije que no hablaras así de mis amigos, no me gusta! - respondí muy enfadada, me tenía loca. - Y se va a mantener allí - dije sobre lo que agregó acerca de que no lo golpearía si se mantenía en la raya mirándolo fijamente a los ojos, buscando que vea la seguridad que tenía al decírselo, y que me crea, sabía lo que decía. Cuando dije que debíamos calmarnos, el aceptó. Comencé a caminar con pasos cortos de un lado para el otro, apoyando mi mano en mi frente intentando encontrar la manera de que habláramos y dijéramos nuestros puntos de vista de una forma agradable y sin gritos. Hacía todo lo posible para no soltar una lágrima, una estúpida lágrima.

Me alivió un poco cuando me dijo que la cosa se pondría fea si Tanner llegaba a hacer algo inapropiado, pero todavía sentía una leve puntada en alguna parte dentro de mí que me decía que había algo que no me convencía. - Espero que tengas razón en lo que dices - estaba un poco apenado, tal vez por mi forma de pensar sobre Alice, ya que ella no se lo merecía, pero me molestaba mucho todo esto de Tanner. - me gustaría que me creyeras. Y aunque te enojes conmigo, debo decirte que eres demasiado inocente y sobretodo ahora. Abre un poco los ojos y te darás cuenta - siempre podía ser frío con cualquier persona a la hora de plantarme a decir lo que pensaba, pero cuando lo hacia con Al, al final me hacia sentir culpable. Su cara angelical era mas fuerte que  cualquier cosa.

Se retractó por lo que había dicho, sin embargo agrego que a veces me comportaba como un estúpido arrogante - No soy así - comente secamente. -  Así que el chico me respeta, eh? Eso habrá que verlo. No se, no me creo nada que venga de el. Y no por estar diciéndote esto soy un cretino, arrogante, o estupido. Te abro los ojos. - conteste molesto-  eres imposible - solté.

No, estaba mas preocupado pensando en ti y tanner, respondí en mi mente. - en conclusión, estas diciendo que si desconfías de mi. - eso fue un golpe bajo- la verdad, es que no tendrías porque preocuparte. Estoy contigo hace mas de un año alice y ni siquiera miro a las chicas. Te tengo a ti. Si estuve con otras antes eso ya paso. Simplemente confía en mi. - dejo salir. - te quejas de mi porque desconfío de tanner, pero terminas haciendo lo mismo... - y me no me enojaba, me ponía triste. Era raro lo que estaba experimentando en mi interior, era como una mezcla de emociones. Una pelea interna. Nunca me había sucedido. Nos quedamos en silencio un rato, un silencio incomodo, desde que Alice pidió que nos tranquilizáramos. Comenzaba a sentirme mal. Fue entonces cuando tome aire y dije:  - Te das cuenta que si nunca hubiera venido a buscarte no estriamos peleando? - dije un poco angustiado al fondo- creo que fue una mala decisión haber venido. - me ponía mal decirle esas cosas, pero realmente lo sentía. Si solo no hubiera tocado el tema de kath... Me odiaba por eso.  Ahora estábamos peleando y no veía un buen final en el asunto.

- ¿Te diría algo que es mentira? - respondí a su comentario acerca de que más vale tenga razón en lo que le decía. Me dijo que era inocente, y que abra los ojos. - Los he abierto y te digo que no creo que sea así, es mi forma de pensar. - contesté calmada pero enfadada. - Además, si fuera así, no me molestaría - pausé - Es decir, seguiríamos siendo amigos y no lo vería más que uno - dije sincera. La verdad, si Tanner estuviera enamorado de mí como Matt dice, no me molestaría en lo absoluto, no podía enojarme con él ya que no era su culpa enamorarse de alguien, uno no lo elige, simplemente lo hace y lo seguiría tratando como un amigo.
Cuando le dije ese pequeño insulto, dijo que no era así. - Ya sé que no lo eres - contesté con un tono más elevado, aunque no tanto. - ¿Abrirme los ojos de qué? gracias, pero no hace falta que "me abras los ojos" sé muy bien como son mis amigos. Además, no te la creas si no quieres, ese es tu problema, yo ya te expliqué como son las cosas. - dije sacada de las casillas cuando me dijo que no se creía nada de él, me molestaba que no acepte a mis amigos y que dijera que me iba a abrir los ojos, insinuando que Tanner era malo. Luego, soltó un comentario diciendo que era imposible. ¿En serio? ¿Yo era la imposible? él no se daba cuenta de como eran mis amigos y opinaba sobre ellos sin conocerlos. - Bueno, si soy como tú dices ¿por qué me elegiste? te hubieses puesto de novio con otra chica que sea perfecta como tu quieres y no estar gritándome y haciéndome mal como lo estas haciendo - dije con un nudo tremendo en la garganta. Podía notar como a lo último de esa frase se me quebraba la voz de a poco, pero intentaba no llorar. - No dije exactamente eso - contesté a lo de la desconfianza - A veces me preocupo porque tienes tantas chicas que desearían estar contigo. Si fuera al revés todo esto entenderías. - dije enfurecida. - ¡Pues tú también haces lo mismo! te quejas porque desconfío de Katherine pero haces lo mismo -. Después dijo algo que me apenó mucho, que no tendría que haber venido a saludarme, ya que lo hizo y ahora estabamos peleando. - De todas formas, esta discusión tendría lugar en cualquier otro día. - el nudo en la garganta seguía presente - ¿Qué nos pasa, Matthew? ya no actuamos como solíamos hacer antes - dije colmada de tristeza - Me cuesta decir esto - hice una pausa. Mis ojos se pusieron llorosos y sentía como un calor recorría todo mi rostro - Tal vez deberíamos tomarnos un tiempo. - la primer lágrima recorrió mi mejilla. Me costaba hablar.

- Espero que no - Fue mi respuesta final al asunto. Según ella, ya había abierto los ojos y decía que no era así. - De acuerdo, piensa lo que quieras, pero si eso llega a pasar un "te lo dije" va a ser lo mínimo que salga de mi boca.  - Respondí lo más tranquilo que pude ya que habíamos quedado en tratar de mantener la calma, y realmente lo trataba. Hasta que dijo que no le molestaría si fuera así.  - ¿No te molestaría? - Repetí. - ¿Y acaso no podrías pensar en mí aunque fuese por un momento? Te aseguro que si la hipotética situación fuese al revés no estarías tan confiada de mi, te lo aseguro.  - Entendía perfecto que un chico pudiera enamorarse de Alice, después de todo, ella era preciosa, dulce, inteligente; además de obstinada, terca... Pero en fin, todo lo que un chico querría. Sin embargo, no me agradaba la idea de que un amigo de ella, alguien tan cercano con quien pasaba tanto tiempo, quisiera de forma especial a Al. Volvemos a lo mismo, no es desconfianza, es solo que quiero protegerla. Ella era mía.

- Ajam - Respondí cortante a su primera acotación. No me terminaba de convencer con lo de que en realidad no pensaba eso sobre mí.  - Perfecto, porque no me la creo. - Contesté usando sus palabras.  - Te repito, todo lo que te digo va a pasar, y no tengo intenciones de estar parado como un idiota viendo como el espectáculo pasa delante de mis ojos.  - Ya era hora de empezar a decir lo que realmente pensaba. Toda esta situación de estaba hartando. Me pase la mano por el pelo como signo de frustración. Admito que me sentí mal después de oír lo que me dijo a continuación. - No, no es eso. - Dije con tono más dulce. - Sabes lo que siento por ti. Y créeme que si no fueras perfecta para mí no te hubiera elegido. Pero de gritos y demás no puedes decirme nada porque estamos en la misma situación - Agregué con el ceño fruncido.  - Solo quiero que te des cuenta de lo que está pasando. 

A continuación surgió le tema de la desconfianza. No pude evitar soltar una risa irónica. - ¿De mí? ¿Tienes idea cuántos chicos tienes atrás? Muchos, y esto no es una suposición mía. - Había escuchado varios rumores sobre Alice y la verdad es que la lista de pretendientes se hacia cada vez más grande. - Y obviamente que yo también me preocupo pero no desconfío. Salvo con Tanner... - Eso último no me lo pude ahorrar. Ese chico iba de mal en peor. No era un odio tan grande como hacia Ethan, pero tampoco era desapercibido.  Y ahí fue cuando la peor parte vino. Se preguntó que nos pasaba y porqué estábamos así. - Eso creo. La verdad no lo sé. - Tenía razón, No era algo habitual en nosotros pelear así. Pero lo peor vino cuando dijo que debíamos tomarnos un tiempo. Creo que fue la primera vez en mi vida que sentí que se me cortaba la respiración por una milésima de segundo. Oh, no, no quiero, me repetía. No quería estar lejos de ella. ¿Qué iba a hacer sin mi Alice?  Me quedé petrificado por unos momentos sin transmitir expresión hasta que tomé una bocanada de aire y dije: Creo que es lo mejor.  - Moría por decirle que no se alejara de mí, pero yo también pensaba que sería una buena idea. Siguiendo de esta forma no llegaríamos a ningún lado. Era peor para nosotros. Después de todo, no estábamos terminando... ¿no? - ¿Eso quiere decir que estás rompiendo conmigo? - Mi voz sonaba algo entrecortada así que me aclaré la garganta. Mi cuerpo jugaba en mi contra. Moría por escuchar su respuesta. 

Me crucé de brazos cuando soltó ese "espero que no". Idiota. ¿Le mentiría? ¿Acaso no me conocía? soy pésima para mentir, no me gusta que me mientan y odio hacerlo yo también, además de que no me saldría hacerlo. Me pongo muy nerviosa, o me río o tartamudeo mucho y bajo la vista. - ¿Y que sería lo máximo? - dije aún cruzada de brazos, cuando me advirtió que si algo pasaba un "te lo dije" sería lo mínimo que me diría. -¿Por qué debería pensar en ti? si no te incumbe. Si el estuviese enamorado de mi, nada pasaría, seríamos dos amigos nada más, no le daría ninguna otra atención. - respondí cuando reaccionó mal a lo que dije sobre que no me molestaría si Tanner sentía algo.
Cuando hablamos sobre que confiaba en él, soltó un comentario irónico, no un comentario, más bien una palabra. ("ajam") por lo que suspiré. Me molestaba tanto que no me creyera cuando le hablaba. - No te la creas, ese ya no es mi problema. Si tú quieres hacerte problema por algo que en realidad no es como tú piensas, y quieres sentirte mal, eso ya no es mi culpa porque te lo estás inventando. ¿Y sabes qué? me estoy cansado de que no me creas cuando te hablo. Te recuerdo, soy Alice ¿qué tal? ¿cómo era tu nombre? ¿Matthew? porque yo no conocí a éste Lemarcks. - dije enfadada, sacada de mis casillas. Él parecía ser alguien tan diferente. - Oh, vamos, ¿qué espectáculo? ¿acaso no me reconoces? Matthew creo que estas acostumbrado a ti mismo, porque nunca engañaría a nadie con ninguna otra persona. - contesté cuando dijo que no iba a quedarse mirando como todo lo que decía pasaba delante de sus ojos. Luego, su tono se volvió algo dulce. Me alivió un poco, pero seguía molesta... muy molesta. - ¡Yo quiero que te des cuenta que no es así! a ver... Si sabes que te quiero, ¿verdad? Matt tú me conoces. No tienes que temerle a nada porque soy más inocente que una virgen, tú lo has dicho. Nunca te engañaría. - expliqué con un tono más calmado, pero me ponía nerviosa que no pudiera ver como eran las cosas. Obviamente, volvimos a las peleas. Hablando sobre desconfianza, dijo que era yo la que tenía muchachos detrás. - No hay nadie que me quiera de esa forma, cálmate con la paranoia por favor. - dije ya que no tenía a nadie interesado en mi. Solté un suspiro como signo de cansancio cuando decía que no desconfiaba de nadie salvo de Tanner. - Él es la última persona de la que deberías desconfiar - dije cortante. Cuando le pregunté que nos pasaba, no lo sabía. Mi cara se transformó, tenía miedo y estaba triste. Esto ya no me gustaba. Después, la parte más dura llegó. Le pedí un tiempo, y él dijo que creía que era lo mejor. La segunda lágrima cayó, pero no iba a haber una tercera, o al menos intentaría que no haya en frente de él. Se lo veía pensativo, hasta que me preguntó si estaba rompiendo con él. Me quedé unos segundos pensando. Nunca había entendido eso de tomarse un tiempo. Es decir, no ibamos a vernos por mucho tiempo y luego, cuando nos viéramos todo sería distinto, tal vez tendremos sentimientos por otras personas, o cambiaríamos de personalidad así que creí que separarse de él era lo mejor, aunque doliera. - Creo... - pausé y lo miré a los ojos, para que no me odiara tanto, sabía que iba a ser duro. - Creo que sí - y obviamente, como lo esperaba, la tercera lágrima cayó. Qué estúpida. Sabía que esto algún día tendría un fin, pero no sabía que dolería tanto.

¿Qué sería lo máximo?, repetí en mi mente. - No es necesario crear más drama.  - No sabría que haría si algo así pasara. ¿Me agarraría a las piñas con Tanner? ¿Me enojaría con Alice? ¿Acaso le gritaría? ¿Tendríamos una discusión incómoda los tres? No lo sabía. Me conocía lo suficiente como para decir que yo era un chico impredecible y se podía esperar cualquier cosa.  - Sí, me incumbe. - Le contesté terminante. - Porque soy tu novio. O lo era al menos hasta hace cinco minutos... - Por lo que me había dicho esto no iba para más. No quería perderla, de verdad, no quería. 

- Es que ahí está el problema, no son suposiciones mías. - Dije irritado - Bien, tu dices que antes de estar contigo estaba con miles de chicas y no sé que más. Bueno, si fue así, ¿no crees que yo sé un poco más en el asunto? Me doy cuenta, Alice. De acuerdo, puedo ser un poco sobre protector, pero lo que te estoy diciendo no es solo una suposición. - Tomé aire al finalizar mi oración. Si realmente creía que sabía lo que estaba pasando, estaba muy equivocada. Tarde o temprano Tanner terminaría arriba de ella.  - Entonces no me conocías bien. - Contesté terminante. - Y podría decir que estamos en la misma. - Su jueguito me había molestado.  - ¡Yo también te quiero y por eso te cuido! - Y mi voz comenzó a bajar.  - No, ya te dije que no desconfío de ti.  - Ya estaba harto de todo este asunto. - ¿Sabes qué? Déjalo ahí. No voy a discutir más por esto, no tiene caso. La próxima procuraré no preocuparme tanto por ti.  - Si había próxima vez... A continuación me acusó de paranoico. -No, espera. No me trates de paranoico.  - Respondí en tono serio. - Simplemente te digo lo que sucederá. - También agregó que Tanner era la última persona en la que debía desconfiar. - Creo que con decir que está en mi lista negra muy cerca de Ethan, te lo digo todo. - "última persona en desconfiar" Sí, Alice, justo a mí me lo vienes a decir. 

 Se armó un silencio entre nosotros cuando le pregunté si estaba cortando conmigo. La vi llorar. Por un momento pensé que esto le estaba afectando tanto como a mí, a diferencia de que yo no lo exteriorizaba. Estos serían los momentos en los que la abrazaría hasta el final, pero debía mantenerme  firme. No quería que lo nuestro terminara así. De ninguna forma, de hecho. Me miró a los ojos. Esto se ponía más difícil. Mi mirada era inescrutable. Finalmente dijo que sí. Me dio un vuelco en el corazón. Abrí la boca para decir algo, pero el nudo de mi garganta me lo impedía. Cuando creí que lo tenía controlado por fin hablé:  - Bien, entonces creo que no tengo nada que hacer aquí. - Dije con la voz más fría que logré que saliera. Ese era uno de mis problemas. En mi interior, sentía que me hubieran apuñalado en medio del pecho, pero mi orgullo era lo más importante, y la única forma que conocía de ocultar el dolor era el enojo. - Adiós, Alice. -  Me giré y empecé a caminar de regreso por el pasillo sin esperar su respuesta. Cuando di la vuelta, sentí que toda la tristeza que venía soportando, se había liberado de golpe. Sentía un vacío en el medio del pecho y no sabía como controlarlo. Lo único que deseaba en ese momento era llegar a mi habitación y tirarme en la cama... y dormir... y despertarme sabiendo que esto solo había sido un mal sueño.