Pasillo Principal

Camine por el pasillo principal con mis ojos mirando al piso y con un pequeño libro en mi mano. Tenía que ir a la biblioteca para buscar información para un trabajo que no tenía ganas de hacer.
El día estaba ventoso, se oía el zumbido del viento a través de las columnas. Mire por la ventanas, parecía que una tormenta se avecinaba. Enfoque mi vista hacia a delante y vi que no estaba solo. Una muchacha de cabello rubio se hallaba a unos pasos de mí intentando acomodarse el pelo con este viento infernal, más bien luchaba. No puede evitar sonreír. De repente, su broche cayó al suelo. Puede oír que maldecía al broche. Camine un poco mas rápido, levante el broche del piso y extendí el brazo para entregárselo.
- Esta difícil arreglarse el pelo con este viento, ¿no? - Dije con tono burlón - Sobre todo cuando los broches se nos escapan. - Dije con una pequeña sonrisa en mi rostro.

Al parecer mi broma del broche le había gustado ya que comenzó a reír y me dijo que tenia buen sentido del humor.
-Solo con las personas que quiero – Bromeé. Luego me agradeció por haber levantado su broche y se presento. – No tienes nada que agradecerme. Es un placer Alice, me llamo Matthew -Luego tomé su mano para estrecharla.
Al tocar su mano algo ocurrió en mi. Algo que no había sentido antes. Un fuego recorrió todo mi brazo hasta extenderse por todo mi cuerpo. Era una sensación extraña pero placentera. Luego, Alice me miro a los ojos. No puede evitar devolverle la mirada. Me hizo un alago diciendo que mis ojos eran hermosos. No son nada comparados con los tuyos, me dieron ganas de responderle, sin embargo sería muy atrevido. En su lugar dije:
-Es un cumplido. – Y sonreí. No sabía que me pasaba pero no podía dejar de sonreír con ella.
-Así que… - Dije apartando mis ojos de su mirada y soltándole su mano - ¿De qué casa eres?

Dijo que mi nombre era hermoso y no pude evitar sonrojarme. ¿Qué me pasa?, pensé, Soy un galán, nunca me sonrojo. Algo debe andar mal. Pero era imposible no hacerlo con una chica tan bonita frente a mí.
-Muchas gracias – Respondí dulcemente.
Me sentía algo nervioso aunque hice lo posible para que no se notara. Su rostro era perfecto, sus ojos, su pelo, su hermosa sonrisa, todo. En ese momento solo quería conocerla, saber más de ella…
Luego fue sarcástica al decirme que era lógico que su casa era Hufflepuff ya que su túnica lo relataba. Reí por mi error.
-Oh, ya lo sabía – bromeé –Solo quería sacar un tema de conversación. - Después me contó que su apellido era White. Me preguntó el mío. – Lemarcks – Respondí. Volví a sonreír como un idiota.
Miré mi reloj, se me estaba haciendo un poco tarde. Si no me apuraba no llegaría a tiempo a la biblioteca. – Lamento decir que tengo que irme. Tengo cosas que hacer. – No quería alejarme tan rápido de ella así que pregunté: ¿Ibas a algún lugar en particular antes de que se te callera tu broche? Puedo acompañarte, si quieres. – Dije con dulzura.

Luego de hacer mi pregunta, Alice solo respondió que estaba allí para pasar el tiempo. Me decepcioné bastante. Pensé que tal vez podría haberla acompañado a su clase, incluso a su sala común. Estaba a punto de irme cuando me dijo que la acompañara, que nos sentáramos un rato a charlar.
-Me encantaría, pero sólo por un rato. – Respondí sin poder resistirme a su oferta.
Se sentó en un pequeño banco que había junto a la pared. Al verla me senté junto a ella y dejé mi libro sobre el banco. Levante la mirada y observé el cielo a través de la ventana. El clima se volvía cada vez más frio.
Unos momentos más tarde, note que Alice comenzaba a temblar. Ella confirmo que tenía frio. Aun sin decir una palabra, extendí un brazo alrededor de sus hombros y el otro lo deposite sobre su cintura. Sin esperar a que reaccionara con mi acción, la estreché contra mi pecho.
-Espero que el frio se vaya pronto – Dije mientras apoyaba levemente mi cabeza sobre la suya.

Escuché un grito proveniente de Alice que me decía que no fuera, hizo que mi corazón diera un vuelco. ¿Qué estoy haciendo?, pensé. Me di vuelta para poder verla. Me pidió disculpas por haber interpretado todo mal. Me dijo también que había oído acerca de m reputación con las chicas. Lo que faltaba. Va a odiarme, nunca me va querer cerca de nuevo. No confiara en mí. Al decir estas palabras note lágrimas en sus ojos. Se me partía el corazón al verla.
- Espera, no te pongas mal. - Dije acercándome un poco a ella - No me enoje contigo.
Luego se dio vuelta y comenzó a caminar. Me pareció oír un susurró por su parte aunque no lo entendí. Corrí para alcanzarla e interponerme en su camino. Le puse una mano en el hombro. Vi como una lágrima recorría su mejilla. Nunca había sentido tanto dolor por alguien.
-En serio, no me enoje contigo. Fue un placer conocerte. Lamento que hayas oído lo de mi reputación con las chicas, me siento mal por eso. Y no llores más, por favor. Te prometo que volveremos a hablar pronto. Pero ahora me debo ir, ¿De acuerdo? - Dije despidiéndome - Cuídate mucho. - Antes de irme agregué: E intenta no perder muchos broches. - Le guiñé un ojo.
Sin decir una palabra mas, acaricie su hombro suavemente y me fui directo a la biblioteca.

Pasaba por los pasillos, ni la tarea andaba haciendo por esos días. Nada motivaba y mi flojera era cada vez más grande, ni entendía por qué estaba caminando, en fin, lo hacía. Últimamente no me llevaba con nadie, todos me parecían muy... "exaltados", su felicidad no era aceptada por mí, ¿qué les agrada? nada bueno esta ocurriendo en este tiempo. Todo eran tan aburrido. El silencio abundaba por todo el castillo. En ese momento, me encontré con un chico morocho y de lindos ojos, juro nunca haberlo visto por el lugar. Igualmente, no iba a hablarle, no me interesaba en lo absoluto, o tal vez si... pero no sentía las ganas de hacerlo, seguí caminando lentamente observando la arquitectura del castillo como por quinta vez, arropándome con mi abrigo ya que el frío era cada vez más abundante.

Estaba allí, hablando con el chico ese de Hufflepuff... dijo que se llamaba Dereck, así que esbocé una pequeña sonrisa mostrando agrado. Tenía un bonito nombre, aunque no me dijo su apellido. Luego me preguntó cómo me llamaba yo. - Me llamo Laila Murphy - respondí. Podía notar como pensaba en algo, no sabía en que, pero podía ver como observaba mi túnica y su rostro con aspecto de pensamiento, ¿en qué estaría hablando en su cabeza? no lo sé. No había mucho tema de conversación, recién nos conocíamos, pero igualmente no iba a inventar algo para hablar yo, después de todo, era él el que quería hablarme y se acercó a hacerlo así que supuse que el que debía decir algo para seguir charlando era Dereck y no yo. Esperé a que dijera algo, mientras arreglaba mi túnica algo desacomodada y seguí mirando toda la arquitectura que nunca terminaba de sorprenderme, el castillo era muy bonito, me pregunto como sería vivir sola allí, de lujo seguro. Estaba oscureciendo, pero me vi obligada a quedarme allí, por el muchacho que me hablaba, no parecía ser tan malo después de todo y no iba a ser descortés como para dejarlo ahí como solía hacer.

Me preguntó a qué curso iba - Quinto curso. - respondí. Él parecía tener la misma edad que yo, pero sería raro que nunca lo haya visto en ninguna asignatura. - ¿Y tú? - pregunté. Luego escuché cómo me preguntaba de donde era a lo que contesté, - Soy de Londres, Inglaterra. ¿Tú también? porque la mayoría de los alumnos provienen de aquí. - dije. Sabía que él estaba sacando tema de conversación, me daba cuenta cuando las personas hacían eso. Después me preguntó qué cosas me gustaban hacer. ¿Por dónde empezar? dije, en realidad, no hacía muchas cosas en mi casa, siempre ando con flojera. - Me gusta mirar televisión. - contesté pensativa, no sabía realmente que decirle al chico, no me gustaban muchas cosas. - También dormir. - nada se me ocurría. - A veces toco la guitarra. - al fin apareció algo más productivo. Seguramente iba a creer que era una vaga, pero de todas formas no me importaba que piensen de mí. - ¿At i? - le pregunté sin nada que se me ocurra para decir. Esperé a que respondiera, no tenía otra alternativa.

Él también iba a quinto curso, ¿cómo podría ser que nunca lo haya visto? tendremos gustos de asignaturas muy distintas, o tal vez soy demasiado despistada. - Que raro que no te haya visto nunca. - comenté. Dijo que era de Italia, me pareció algo interesante ya que todos los de aquí eran de Londres o de Nueva York, pero de Italia nunca había oído. - Interesante - solté. Habló sobre sus gustos, dijo que le gustaba la música, el chico me resultaba algo interesante para ser un Hufflepuff, agregó que tocaba algunos instrumentos lo que me pareció muy bueno y también contestó que le gustaba salir con sus amigos y componer canciones, genial. - Que bueno que te guste tocar música - respondí algo interesada. Quisiera saber que instrumentos tocaba, seguro los principales, guitarra, bajo y bateria, de seguro, como el resto. Me preguntó que tipo de música me gustaba, al fin una pregunta fácil ¿no? sin dudarlo, respondí - Rock n Roll, sin duda. - hice una pausa - ¿Y a ti? - pregunté. Ojalá dijera lo mismo, no suelo decir esto pero tal vez podíamos llegar a ser amigos, ¿quién sabe? que no me guste la gente de Hufflepuff no significa que sean todos iguales ¿no es cierto? esperaba que dijera lo mismo que yo, tal vez nos llevaríamos bien, tal vez no, ¿quién sabe? habría que averiguarlo.